Ciencia

Científicos del CERN logran convertir el plomo en oro

Europa continúa investigando la energía nuclear y consigue un gran hallazgo

  • Instalaciones del CERN -

Desde hace años, la polémica está servida al hablar de los pros y contras de la energía nuclear. Esta, además de utilizarse para la generación de electricidad, también se aplica a numerosos y diversos campos, como la medicina -tanto en diagnósticos como tratamientos de radioterapia-, industria, agricultura y alimentación, investigaciones científicas -sobre todo en áreas como la física de partículas- y la exploración espacial.

Así, las autoridades continúan investigando y trabajando con ella, entre las que destaca la Organización Europea para la Investigación Nuclear, más conocida por la sigla CERN. Sus laboratorios, ubicados en la frontera franco-suiza -muy próximos a Ginebra- son unos de los más respetados del mundo. Así, es posible destacar algunas de sus labores:

• Investiga la física fundamental
• Impulsa la colaboración internacional entre científicos e ingenieros
• Fomenta la innovación tecnológica en áreas como la informática
• Divulga y difunde sus descubrimientos al público

Además de todo esto, el CERN ofrece instalaciones de aceleradores de partículas únicas. Sus mismos científicos los diseñan y construyen. Uno de los más conocidos es el Gran Colisionador de Hadrones -LHC-, y aunque parece que la aplicación de estos artefactos queda lejos de aquellos que no entienden de ciencia, no es así. Sus aplicaciones van desde el tratamiento de aguas residuales hasta la esterilización de alimentos, envases y productos industriales.

Convertir plomo en oro

Uno de los anuncios y descubrimientos más sorprendentes de los científicos del CERN ya resuena en las redes sociales y entre los seguidores de las novedades tecnológicas. Así, los profesionales afirman haber convertido plomo en oro durante una fracción de segundo usando el Gran Colisionador de Hadrones. Así, la transformación ocurrió cuando núcleos de plomo, acelerados casi a la velocidad de la luz, se rozaron sin colisionar directamente.

Instalaciones del CERN

Tras el desarrollo de todo este proceso, los fotones generados expulsaron tres protones del plomo, creando núcleos de oro. Aunque es complicado determinar con exactitud la cantidad de plomo que existe en todo el globo de forma exacta, se estima que asciende a un 0,0014% de la corteza terrestre, lo que le convierte en un elemento relativamente escaso en comparación con otros metales como el aluminio o el hierro. 

De igual manera, la idea de poder transformar el plomo en oro es un hallazgo de lo más novedoso del que se podría sacar partido. De hecho, este ha sido el sueño de los alquimistas desde hace siglos: transformar un metal menor en uno precioso y valioso. Aún así, los costes de llevar a cabo esta transformación son muy superiores al valor del oro producido.

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