Hasta hace un año Pedro Sánchez era la solución para todo en el PSOE; a partir de su ya famosa carta a los ciudadanos el 24 de abril del año pasado, en la cual amagaba con dimitir por los escándalos que empezaban a afectar al entorno personal, incluida su esposa, Begoña Gómez, el presidente del Gobierno ha pasado a convertirse también en parte del problema del partido. Fuera sincera o no su intención de dejarlo, lo cierto es que aquella carta se ha convirtió con el paso de las semanas en un verdadero test de estrés para un partido que conduce con mano férrea y que, de pronto, se sintió "huérfano", en palabras a Vozpópuli de un responsable de una importante federación socialista.
Muchos que le daban por invencible -apenas ocho meses antes, en julio de 2023, había logrado en las urnas lo que parecería imposible: frenar la llegada al poder de Alberto Núñez Feijóo- se dieron cuenta de que la derrota siempre esta más cerca de lo que parece. Hoy hay en el seno de la organización una división de opiniones sobre aquellos cinco días de incertidumbre -hasta que anunció que continuaba después de ir a ver al Rey- que se resume en dos frases pronunciadas por distintos interlocutores de este periódico: de ese retador "hay Pedro Sánchez para rato, que no se preocupen", común en el círculo más cercano al presidente, al "vamos como pollos sin cabeza", de los más críticos internamente.
"Sensación de fin de ciclo"
Conste que lo de como pollos sin cabeza no lo piensa solo el ala más crítica del socialismo. Alguien muy cercano al líder de ERC, Oriol Junqueras, también la usaba este viernes a propósito del episodio chusco de cancelación de un contrato de compra de balas a Israel por valor de seis millones de euros, por presiones de Yolanda Díaz e Izquierda Unida. Se pregunta retóricamente este fuente si se va a hacer extensivo a los otros nueve contratos que tienen los ministerios de Interior y Defensa con el Estado Hebreo, por un importe superior a los mil millones de euros. Y concluía esta fuente de los republicanos catalanes: "Le guste a Sánchez o no, está dando sensación de fin de ciclo".
En La Moncloa y en la sede de Ferraz niegan la mayor. Están convencidos de que Feijóo no crece en los sondeos porque transmite parálisis -"no tiene proyecto"- y la noticia es siempre Vox, "que sí tiene un proyecto que a una mayoría clara de españoles, vote al PSOE o no, no le gusta". Creen que la prueba más palpable es la victoria en Valencia tras el desastre de la DANA de un Carlos Mazón a quien el líder popular parecía haber desahuciado pero que ha acabado rehabilitando "por debilidad". Para el círculo que rodea a Sánchez esto es más importante que la exhibición continua de discrepancias entre los dos partidos de Gobierno, PSOE y Sumar, y entre ellos y el resto e socios parlamentarios.
La decisión de Sánchez no tirar la toalla alivió esa sensación de orfandad, pero no otra que está bastante más extendida: su Gobierno carece de "rumbo definido" en una legislatura cada vez más fallida y sin presupuesto, con el socio de coalición, Sumar, más pendiente de conjurar su gran amenaza electoral, Podemos, y con la sensación de que Junts per Catalunya ha iniciado bajo el radar un coqueteo con el PP por lo que pueda pasar, porque no acaba de ver claro que la amnistía se le aplique ya a su líder, un Carles Puigdemont que "ha perdido la paciencia".
En cualquier caso, la decisión de Pedro Sánchez no tirar la toalla alivió en cierta medida esa sensación de orfandad, pero no otra que está bastante más extendida: su Gobierno carece de "rumbo definido" en una legislatura cada vez más fallida y sin presupuesto general del Estado, con el socio de coalición, Sumar, más pendiente de conjurar su gran amenaza electoral, Podemos, que de otra cosa, y con la sensación de que Junts per Catalunya ha iniciado bajo el radar un coqueteo con el PP por lo que pueda pasar, porque no acaba de ver claro que la amnistía se le aplique ya a su líder, un Carles Puigdemont que "ha perdido la paciencia".
Lo único cierto es la determinaciòn de Sánchez de aguantar hasta 2027 "con o sin presupuesto". Algo que denunciaba esta misma semana como "inédito" en la democracia española y peligroso el gran crítico socialista en este tiempo, el presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García Page, preocupado como otros muchos por el PSOE que quede después de Sánchez. "Es la primera vez que hay disgusto social en medio de un gran crecimiento económico", dijo en un almuerzo en el Club Siglo XXI, y eso es algo que debería mover a la reflexión a la actual cúpula del partido y del Gobierno sobre el rumbo de colisión con la mayoría social al que parecen abocados.
Page señaló que muchos socialistas y ciudadanos le preguntan por la calle cuándo el partido va a "volver a la socialdemocracia" que le caracterizó en el pasado y cuándo va a abandonar compañías como la de Puigdemont, Bildu y el resto de independentismo que, si por algo se caracterizan es porque "odian a España". Y quien piense que esto no va a pasar factura al PSOE "se equivoca" de medio a medio porque la gente tiene memoria; sobre todo si se refiere a propuestas tan insolidarias como puede ser el intento de crear un cupo catalán frente al resto de autonomías.
Más crítico aún se muestra otro barón que mandó mucho en el socialismo español y tiene claro que el líder socialista nunca pensó en irse a pesar de la famosa carta. "Fue un movimiento temerario de reacción a lo de su mujer (la imputación del juez Peinado", señala esta fuente. "Desde el principio estaba clara la impostura llevada al límite, utilizando al propio Rey y aireando su vida privada y la de su mujer para inspirar lástima y solidaridad de la manera más obscena".
Más crítico aún se muestra otro barón que mandó mucho en el socialismo español y tiene claro que el líder socialista nunca pensó en irse a pesar de la famosa carta. "Fue un movimiento temerario de reacción a lo de su mujer (la imputación del juez Peinado", señala esta fuente. "Desde el principio estaba clara la impostura llevada al límite, utilizando al propio Rey y aireando su vida privada y la de su mujer para inspirar lástima y solidaridad de la manera más obscena".
Este ex alto cargo cree que Pedro Sánchez "lo está preparando todo para volver" porque sabe que las siguientes elecciones las tiene pérdidas. "Tiene cerrado al partido; de ahí la operación de poner a sus ministros al frente de los territorios. Considera que puede perder, pero que el Gobierno de Feijóo con Vox será tal desastre que le permitirá volver en loor de multitudes, como Donald Trump". La verdad es que la sensación es que Sánchez quiere seguir como secretario general y presidente de la Internacional Socialista después de ser derrotado en las urnas está absolutamente extendida en el partido.
Pero uno de los veteranos enfrentados al actual líder réplica no sin argumentos: "eso depende siempre del resultado con el que te vayas a la oposición"; o, dicho de otro modo: si Feijóo logra una victoria amarga, escasa en diputados tal que la primera de José María Aznar en marzo 1996, y Pedro Sánchez sale del poder tras una derrota dulce, como le ocurrió a Felipe González, el hoy presidente habrá ganado un tiempo precioso incluso para controlar la sucesión en el partido mientras el PP se enreda en la gestión con Vox; como la distancia sea abultada y el PSOE se baje o se acerque a los cien escaños -ninguna encuesta pronostica eso hoy- el final del sanchismo se acelerará sin remisión.
Nunca van a calificarlo en pùblico de "anomalía democrática", como hace Feijóo, pero muchos en el PSOE iten que no aprobar el presupuesto 2026 pondría muy cuesta arriba no ya llegar a 2027, que por supuesto, sino la propia campaña electoral de Pedro Sánchez: "¿Qué programa vamos a ofrecer a los electores si no hemos sido capaces de aprobar unas cuentas en cuatro años? ¿Vamos a ir solo con el mantra de ¡que viene la ultraderecha!?", se preguntan cargos nacionales y autonómicos dando por segura la debacle.
De momento, cuando uno habla con los ministros, parlamentarios y portavoces oficiales, atrás quedaron las "dudas" de aquellos días de abril del año pasado en los que, movidos por el mutismo del personaje -no habló con nadie del círculo más próximo, que respiró su retiro espiritual- todos empezaron a mirarse de reojo y a hacer quinielas sobre los posibles sucesores. Encabezaba las mismas, inevitablemente, la vicepresidenta y vicesecretaria general, María Jesús Montero, pero también sonaron los nombres de la actual ministra portavoz, Pilar Alegría, y, sobre todo, el del principal baluarte del sanchismo en el Gobierno, el ministro de Fomento, Óscar Puente.
"¿En serio alguien puede plantearse que el futuro del PSOE es Óscar Puente?", se pregunta con énfasis alguien encuadrado en eso que los periodistas denominamos antisanchismo. Como quiera que el presidente del Gobierno no ha vuelto a dar señal alguna de querer marcharse, más bien al contrario, el escenario post Pedro Sánchez ha quedado aparcado, que no olvidado por las distintas familias, las cuales contemplan con preocupación la sola posibilidad de llegar a final de legislatura sin un solo presupuesto aprobado.
Nunca van a calificarlo en pùblico de "anomalía democrática", como hace Feijóo, pero muchos en el PSOE iten que no aprobar el presupuesto 2026 pondría muy cuesta arriba no ya llegar a 2027, que por supuesto, sino la propia campaña electoral de Pedro Sánchez: "¿Qué programa vamos a ofrecer a los electores si no hemos sido capaces de aprobar unas cuentas en cuatro años? ¿Vamos a ir solo con el mantra de ¡que viene la ultraderecha!?", se preguntan cargos nacionales y autonómicos dando por segura la debacle.
ses_
26/04/2025 10:59
Buenos dias, todo lo que rodea a Pedro Sanchez es una incógnita. Para mi ,todo lo que le rodea no es bueno incluso su equipo de gobierno que les considero apesebrados y presos de Sanchez, han hecho de la política su medio de vida, independientemente de su ética político/social. Lo peor, en mi opinión es que gobierna a espaldas de los ciudadanos, en qué democracia no apareces por el Parlamento para dar cuenta de tus acciones políticas? cómo puede ser que no presentes los presupuestos? cómo puede ser que vayas a visitar otros países sin contar con nadie? A eso hay que sumar el asalto a las instituciones públicas , la anulación al Rey que le guste o no es el jefe del Estado y la tremenda presunta corrupción politica , aunque presenta visos de ser cierta. Hay una fractura social tremenda, y al final lo triste es que se acaba pensando votar en contra de en vez de a favor de. Triste situación
gavilan1960
26/04/2025 12:25
El PSOE, inculcando permanentemente la Constitución, ha derivado en grupo golpista contra el Estado. Las políticas y decisiones llevadas a cabo en los últimos años, no han cumplido con los procedimientos legales establecidos. Sin cumplir y hacer cumplir la ley, el Estado de derecho no existe. Sin procedimientos democráticos tampoco podemos itir que esto es una democracia. El PSOE está dedicando todo el esfuerzo posible y las malas artes para destruir la alternativa, es el “muro”. Sin alternativa en el Gobierno no hay democracia. En España ya no existe seguridad jurídica. Han colonizado las instituciones encargadas de reprimir el incumplimiento de la ley. Consumarán el desguace del Estado de derecho y quedará instalada una autocracia absolutista. Después no hay solución, será demasiado tarde.
Birmania
26/04/2025 18:58
Más que como pollos sin cabeza parece que van como putas por rastrojo.