La trama que gira en torno a Óscar Sánchez Gil, el exjefe de la UDEF al que le encontraron 20 millones de euros emparedados en su casa, cuidaba mucho sus comunicaciones utilizando diversos programas para cifrar las conversaciones. No obstante, varios de esos audios y escritos han acabado finalmente en manos de la Audiencia Nacional gracias a que Francia ha podido desencriptar los textos que los investigados mantenían a través de Sky ECC, la aplicación heredera de Encrochat.
El expolicía está detrás, presuntamente, junto con el presunto cabecilla de la red de narcotráfico y un grupo de investigados, del mayor alijo de cocaína incautado hasta la fecha en España, un total de 13 toneladas que estaban escondidas entre bananas en un contenedor que fue interceptado en Algeciras, Cádiz.
Los integrantes de la trama ponían todo su empeño en no ser descubiertos, llegando a emplear diversos programas para los que invertían gran cantidad de dinero. En algunos mensajes llegaron a hablar de que habían creado una plataforma para 50 personas en un servidor privado por 300.000 euros, según la Unidad de Droga y Crimen Organizado (UDYCO).
Estos agentes exponen que la trama ha utilizado plataformas como Signal, N1BC, Sky ECC y Encrochat. Esta última dejó de existir y sólo podía instalarse en teléfonos Android modificados específicamente para tenerla en su sistema, en terminales que no tenían tarjeta SIM y en los que se desactivaba el GPS, la cámara y el micrófono.
Hacían "una alta inversión"
Tal y como se revela en la parte del sumario que ya no se encuentra bajo secreto, esta diversidad de plataformas les hacía hacerse a la idea de "la envergadura de la organización" y la "alta inversión" que hacían "dados los precios de las licencias. Entre los mensajes encontrados por los agentes a cargo de la investigación, se ha descubierto el trajineo de códigos pin que tenía cada miembro de la trama.
Ignacio Torán, el socio del exjefe da la Policía, dijo a otro miembro: "Te voy a mandar una encriptada nueva, porque esta (Sky ECC) está fallando mucho, tengo una que es la mejor que hay, se llama N01BC, miralo en internet, también va en iPhone y te la he comprado, y se puede hablar por teléfono, para que lo sepas", decía uno de los mensajes.
En otro de los cientos de mensajes interceptados hacía referencia a la creación de un servidor privado. "Te voy a pasar la nueva encriptada, ese servidor nos ha costado 300.000 euros, somos 50 personas, tenemos el control absoluto del servidor". Tal y como expone la UDYCO, cambiar de plataformas encriptadas es "una maniobra muy habitual en las organizaciones criminales para salvaguardar su seguridad y la interceptación de las comunicaciones.
En este caso Ignacio Torán manifiesta que se han gastado 300.000 euros en crear una plataforma para 50 personas en un servidor privado". Los agentes llegaron a la conclusión de que son una organización criminal estable con una actividad continuada en el tiempo en la que los investigados asumen roles muy determinados y se benefician económicamente.
El miércoles pasado, la Audiencia Nacional puso en libertad provisional a Torán por un error procesal. Aunque eso sí, le impuso medidas cautelares para asegurar su localización y posibles comparecencias. La Sala de lo Penal estimó el recurso de la defensa y señaló que se había vulnerado su derecho a la tutela judicial efectiva y a la liberad por no facilitar a su defensa «elementos esenciales» de la causa necesarios para impugnar la privación de libertad.