Ni todo el maquillaje de Gloria Swanson en El crepúsculo habría camuflado el aspecto sombrío y brumoso de su rostro. Tras la descarga de la primera avanzadilla de los guasap de Ábalos, el presidente apareció en la sesión de control en un avanzado estado de solipsismo, ajeno, ensimismado, con la mirada clavada en uno de los dos grandes monitores del Hemiciclo, quizás para no cruzarse con la de su bancada, reflejo pasmado de su propio miedo.
En contra de lo habitual, quiso Sánchez permanecer cincuenta minutos en la sala (entre 18 y 20 es lo habitual) quizás para vigilar las respuestas de las vicepresidentas a los reproches de la oposición sobre los mensajitos de su ex número dos. Un sacrificio estéril porque MJ Montero lleva meses dialécticamente lisiada y Sara Aagesen es un holograma alucinado, inocuo en la batalla.
Desde que el gran Rubio de la prospectiva semántica se instaló en la factoría de ficción de Moncloa, el argumentario del presidente es un despropósito grisón y desmadejado. Ha perdido la agresiva toxicidad de antaño, el desparpajo chulesco de los buenos tiempos
Extramuros del Congreso, la mañana amaneció lluviosa. Dentro, caían chuzos de punta sobre los escaños del PSOE. ‘Venimos preparados para lo peor’, confesaba un diputado andaluz del progreso con el casco calzado hasta las cejas. En los pasillos, Yolanda Díaz se volcaba en "la política de los afectos y del amor" del fallecido Mújica, el ex terrorista uruguayo que llegó a presidente y acaba de fallecer. El resto de sus compañeros del banco azul huían despavoridos ante la aparición de una cámara. Patxi López dijo algo con ese tono suyo de armario viciado y Óscar Puente colgó en tuiter, su medio de expresión favorito al margen del rebuzno, una fotito con un recién nacido.
¿Cómo enfrentarse con algo de soltura, con una pizca de ingenio, al torrente de revelaciones publicado estos días en El Mundo y resultar ileso? Desde que el gran Rubio de la prospectiva semántica se instaló en la factoría de ficción de Moncloa, el argumentario del presidente es un despropósito grisón y desmadejado. Ha perdido la agresiva toxicidad de antaño, el desparpajo chulesco de gymbro de barriada, la arrogancia matonil de sus días de vino y rosas. Ahora despliega tontadas huecas, bobadas de parvulario. Es la sombra de la sombra de un instante de lo que fue.
Entró Feijóo ‘sin rodeos’, con ese aire valentón a lo James Stewart en la escena del filete de Liberty Valance. “Le doy una oportunidad. Dé la cara. Diga la verdad por una vez. Le tiene miedo a Ábalos, tenía que haberle borrado el móvil a él y no al fiscal general”. Los ataques del líder gallego ya son furibundos, sin perderse en los meandros de salón, sin eufemismos. “Usted se implicó en el rescate de una compañía, que costó 475 millones de todos los españoles, y lo hizo después de que su esposa recibiera una llamada para agilizar el trámite. Lo tapó porque participó”. Y luego, el estrambote: “Váyase, convoque elecciones, siga echando de menos a Ábalos porque los españoles no le echarán de menos a usted”.
“Chascarrillos”, bulos, crispación y ‘casquería’, el último hallazgo de los grandes propagandistas del Ala Oeste. Lo estrenó el martes en el Consejo de ministros la demediada Pilar Alegría, testigo mudito del fiestorro del parador de Teruel, y lo manosearon este miércoles casi todos los ministros del progreso
Miraba Sánchez a los altillos de la sala. Apenas atendía a su interlocutor. Apuntaba gestitos bobos, muecas extrañas, como atrapado por una idea funesta que no lograba espantar. Su respuesta pareció la rendida excusa de un condenado. Primero, hacer bromas manidas sobre el “liderazgo averiado” de Feijóo a cuento del anunciado congreso del PP, y rebajar luego los vidriosos comentarios de Ábalos a la categoría de “chascarrillos”, bulos, crispación, naderías y ‘casquería’, el último hallazgo de los grandes propagandistas del Ala Oeste. Lo estrenó el martes en el Consejo de ministros la demediada Pilar Alegría, testigo mudito del fiestorro del parador de Teruel, y lo manosearon este miércoles casi todos los oradores del Ejecutivo. Aliñaban el palabro con algunas variantes, como ‘cotilleo’ o ‘salseo’, cual si se tratara de cualquiera de los programas basura, de belenes y broncanos que inundan la maloliente programación de TVE. Puro cotilleo de charos talibanas, bromitas sectarias, pellizcos insanos y demás repertorio de esta gente tan sutil como el sobaco de una aspiradora.
Rufián, servicial como un mozo de espadas, ataviado de gris marengo cual funcionario de película española de los setenta, habló de 'golpe de Estado blando'. Algo sabe de eso el portavoz parlamentario de un partido que promovió un golpe de Estado duro. "Las caras les delatan", sentenció Miguel Tellado mirando al tendido socialista, un mural ceniciento, casi lúgubre. No escatimó las definiciones ni disimuló los conceptos. Si Sánchez es "el capo de esa trama criminal", pues se dice. Si el jesuitón triministro no siente arcadas por ser titular de Justicia de semejante banda, pues se subraya. Si hay que sembrar cizaña, se hace: "Señor Bolaños, ¿no le preocupa lo que habrá dicho Sánchez de usted?". Y Borja Semper: "Este Gobierno empezó siendo un esperpento, luego un vodevil y ahora una tragicomedia".
El bloqueo de Sánchez es evidencia de su desesperación. Los recaditos de Ábalos ya han llegado a Begoña. Y no son puro salseo. ¿Habrá más? En su mirada se adivinaba un sentimiento atroz, como el de un déspota desquiciado que ha perdido la fe y solo le queda el recurso de la bromita chusca. "Váyase con ojo señor Feijóo, que en el cónclave el que va de Papa sale cardenal". De momento, y ahí duele, quien tiene pinta de salir procesada es su señora, la imputada de Air Europa.
Nomerindo
14/05/2025 13:09
Estimado juez Vara. Soplan vientos de consulta o me lo parece a mí? Esta gota malaya de los mensajes desgasta hasta las piedras. Aunque el adamantium del que está hecha la faz del tiranuelo no se si se erosionara con los mensajitos. Y espere, que quedan todavía por ver los emojis.
fausto
14/05/2025 14:32
Hombre, hay q reconocer q la última frase q cita de Sánchez es apoteósica: "en el cónclave, el que va de Papa sale cardenal". No llegará la cosa a tanto, a pesar de q la cronología del anuncio del Congreso pepero hace ver q la cosa la maneja la madrileña, q tiene tantos incondicionales como detractores tiene el gallego, por razones obvias. Por lo demás, efectivamente, cualquier ataque q no lo destruya lo hace ver aún más como indestructible. Al final, Iglesias va a poder hacer carrera como futuroólogo.
vara
14/05/2025 16:12
Amigo Nomerindo: soy de los que piensa que llegan las urnas. Esto no aguanta hasta el 27.
vara
14/05/2025 16:14
hola fausto, entramos en septiembre en ciclo electoral. El congreso del PP era imprescindible. Ya tocaba.
izaguirre
14/05/2025 21:26
JAV, vayase a subir y bajar pieles, es lo suyo.
luzmasluz
14/05/2025 22:26
Política fina, política de enjundia, escasa... casquería, mucha... Sánchez no tiene trazas de marcharse... al contrario: tiene muchas intenciones de quedarse...
Playero
14/05/2025 22:39
Sr. Vara, sí que aguanta. Sánchez aguanta lo que le echen.
vara
15/05/2025 07:36
hola luzmasluz. No tiene trazas de marcharse. Quizás con tres millones de personas en las calles. Cada domingo. Y aun así...
hache_14
15/05/2025 13:06
Sr Vara , por favor , escribanos algo de las caritas de la dos vices mientras el amado lider nos deleitaba con su zafia y sucia retorica
enkidu118
15/05/2025 14:47
Pues a mí el triministro, con sus aires de tan pon un cuarto a copas, me da ternura.
vara
15/05/2025 16:05
endiku118, el triministro es un fariseo de lo peor.
vara
15/05/2025 16:06
hola haceh-14, sobre vice de ecología, madame Aagesen, escribía una columna total t plena con referencias a las damas de Bergman.
stoicus
15/05/2025 18:48
No se va a ir hasta que no llegue la GC por orden del Supremo. No tiene dónde refugiarse. Es ahora cuando comienza a ser peligrosísimo como un Largo Caballero con menos escrúpulos.
Derry
15/05/2025 19:32
Perdamos toda esperanza de adelanto electoral; hay varios miles de "individuos" viviendo a cuerpo de rey que antes quemarán las calles, asesinaran a los pocos curas que quedan, violarán a las pocas monja que quedan y quemarán los pocos conventos que se salvaron en las revueltas guerracivilistas del los años Treinta del siglo pasado. Han enfrentado a los españoles hasta los límites de 1936 y quieren la revancha de la guerra que provocaron y, contra todo pronóstico, perdieron por cobardes.