Política

Puigdemont presume de "delegación integral" de la inmigración para la secesión: "No hay nación sin integración"

El líder de Junts reclama a Illa "mentalidad de Estado" para ejecutar las nuevas competencias que asumirá la Generalitat

La última vez que Carles Puigdemont compareció ante la prensa fue hace dos meses desde el Press Club de Bruselas. Ese día, en medio de un gran hermetismo, amagaba con romper las relaciones con el PSOE de Pedro Sánchez al negarse a tramitar la cuestión de confianza que le exigía y que ha acabado retirando. Hoy, ocho semanas después, ha vuelto a comparecer, de forma telemática, desde Waterloo (Bélgica), para decir que "la confianza" con los socialistas "ha mejorado" un poco, tras lograr doblegar a Sánchez con la "delegación integral" de las competencias en materia de inmigración. Según el prófugo el pacto con el Ejecutivo representa la asunción de cuestiones que son "competencias que normalmente ejercen los estados".

Hace más de un año que el PSOE y Junts pactaron esta delegación de competencias, a cambio de que los siete diputados independentistas no votasen en la votación de dos decretos ley. Su inacción, no votando en contra ni absteniéndose, permitió al Gobierno convalidar una serie de medidas que con el cumplimiento de sus funciones por parte de los parlamentarios junteros hubieran decaído. A cambio de ello, Sánchez se comprometió a trocear de nuevo el Estado, delegando en un gobierno regional competencias que como el control de fronteras, en palabras de la ministra Pilar Alegría, "únicas y exclusivas del Estado".

El acuerdo alcanzado este martes, tras doce meses de contradiccioens y tiranteces, y cuyas líneas básicas avanzó Vozpópuli el lunes, es sin duda uno de los acuerdos más importantes de la legislatura. También el más polémico. De ahí que el líder de Junts haya optado por ser él, junto a su secretario general, Jordi Turull, y su portavoz en el Congreso, Miriam Nogueras, el que saliera a defenderlo. Puigdemont habla del acuerdo, un documento de 32 páginas al que ha tenido este periódico, como una delegación de competencias "integral".

El expresidente de la Generalitat, en plena competición con la ultraderecha separatista de Silvia Orriols por un mismo caladero de votos, ha asegurado que "en materia de integración está en juego la nación". De hecho, alardeando de sus aspiraciones reales con esta delegación de competencias, que más allá de la presencia de los Mossos en los puestos fronterizos, facultará también a la Generalitat para expulsar a inmigrantes que hayan cometido delitos de Cataluña, Puigdemont ha verbalizado que "no hay nación sin integración". En este sentido, le ha pedido al presidente catalán, Salvador Illa, que tenga "mentalidad de Estado" para ejecutar las nuevas competencias que asumirá el Govern.

Tras avisar de la dificultad que supondrá su implementación, así como también de que su aplicación requiere de "paciencia" y un plazo de tiempos que como mínimo durará un año, el líder de Junts ha defendido que la enésima concesión de Sánchez para mantenerse en La Moncloa permitirá gestionar "todo lo que tenga que ver" con la vida de una persona que llegue a Cataluña. Algo que no podrán hacer el resto de comunidades autónomas, ya que todo lo relacionado con extranjería compete al Estado.

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