El FC Barcelona volvía al Estadio da Luz. Allí donde cayó apeado a Europa League en 2021 (3-0) y al mismo escenario donde hace unos meses -el pasado 21 de enero- vivía una de las remontadas más épicas en Europa (4-5) de su historia. El cara y cruz de una moneda que esta campaña tiende a sonreír a los culés en la Champions League. Con 19 puntos y siendo el equipo más goleador de la fase de liga, el Barça volvía a saltar a escena siendo uno de los aspirantes al título de esta temporada.
Los diez partidos europeos disputados hasta entonces por el SL Benfica en casa auguraban además un encuentro semejante al precedente más reciente entre ambos equipos: 35 goles anotados (20 a favor y 15 en contra). Pero la noche quiso ser algo más tímida y el porvenir del encuentro tampoco ayudó en su hazaña. Tal vez el mérito se le atribuirá a Raphinha, pero está claro que la vuelta en Montjuic será más plácida gracias a Szczęsny. Hasta ocho paradas exhibió el guardameta blaugrana en Lisboa.
Arthur Cabral (9) intentando sobrepasar el muro que Szczęsny colocó en Lisboa | EFE
Igualdad máxima con un jugador blaugrana menos
Veinte segundos tardaron los locales en avisar al club español de su intención este miércoles. Tuvo que responder con una mano abajo Wojciech Szczęsny tras un buen disparo cruzado del turco Kerem Aktürkoğlu en la primera jugada del encuentro. También se apuntó el Benfica la segunda con un aviso posterior de Leandro Barreiro que se marchó fuera. Y tras ello, un latigazo seco de Dani Olmo desde la frontal huyó de la portería por milímetros. Tres minutos de juego y algunos de los presentes en el 'Estádio do Sport Lisboa' habían tenido que emplear incluso un monitor cardíaco.
A partir de ahí el Barcelona empezó a dominar un poco más el ritmo del partido, relajando la euforia local con posesiones largas y generando algo más de peligro en el área rival. Trubin obró el milagro en el minuto 12 con tres paradas consecutivas por parte del 'tridente del terror'. Ni Raphinha (25 goles y 18 asistencias sumando todas las competiciones este año), ni Robert Lewandowski (34 goles y tres asistencias) ni Lamine Yamal (11 goles y 16 asistencias) materializaron un gol cantado hasta en tres ocasiones por la afición blaugrana. Y, posteriormente, volvió la fogosidad a Portugal.
El Benfica volvió a recuperar terreno y, en una de sus contras letales, Pau Cubarsí cayó en la trampa. El central blaugrana golpea a Vangelis Pavlidis sin tocar la pelota cuando el delantero griego encaraba solo la portería de Szczęsny y Felix Zwayer no dudó en mostrarle una roja (23') que sería confirmada posteriormente por el VAR. Primer partido en el que Pau Cubarsí recibe la expulsión directa tras 65 encuentros disputados con el Barça. La falta se convertitía en otro aviso para navegantes: Orkun Kökçü probó con un disparo potente y seco, pero Szczęsny también quería egolatría.
El alemán Felix Zwayer expulsó a Pau Cubarsí (2) en el minuto 23 del choque | EFE
Y aunque las condiciones del partido podrían augurar algo de desplome en las filas culés, el FC Barcelona decidió no echarse atrás, La expulsión de Pau Cubarsí -y el cambio posterior obligado de Dani Olmo por Ronald Araújo- equilibraría un partido que, lejos del desgaste y de las rápidas jugadas que protagonizaron el duelo anterior, estaba permitiendo recular progresivamente a ambos equipos. El Benfica no supo encajar bien la superioridad a pesar de contar con nuevas oportunidades, como un cabezazo de Aktürkoğlu ante el cual Szczęsny exhibió veteranía con sus reflejos. Las bengalas detrás de la portería de Trubin -que obligaron al alemán a detener por minutos el partido- marcaron el final de los primeros 45 minutos en el que también llovieron amarillas -para Barreiro, Íñigo Martínez, Ronald Araújo y Antonio Silva-.
Raphinha clava la daga a un inoperativo Benfica
Un clamado Pedri echaría de nuevo el balón a rodar sin cambios en ninguno de los dos equipos. La marcha nueva llegó sobre el verde, inclinándose la balanza un poco más a favor y gracia de los locales. Sobre todo hacia el costado izquierdo por el que recurrentemente aparecía el jovencísimo lateral español Álvaro Carreras. Primero fue Pavlidis y después tuvo un a bocajarro mucho más claro el noruego Fredrik Aursnes. Pero Szczęsny estaba dispuesto a redimirse de su actuación pasada en Lisboa.
La idea del Lisboa parecía clara: exigencia física máxima ante la decena blaugrana. Pero el Benfica pecó de parco y el segundo mejor clasificado de la liga europea aprovechó su indecisión. Raphinha (61'), el listo de la clase, se encontró un regalo a mitad de campo rival de Antonio Silva que controló hasta la frontal para apuntarse un disparo raso que se coló junto al palo izquierdo de Trubin y que le permitió igualar la cifra (45 goles con esta camiseta) de leyendas blaugranas como Hans Krankl o Luis Figo. Y efectivamente, el FC Barcelona no mostraba síntoma de inferioridad alguno.
Raphinha (11) adelanta al FC Barcelona en la elimintoria de octavos de final | EFE
El Benfica tenía que despertar de querer mantener vivas sus esperanzas de cara al partido de vuelta. Pero parecía que las noticias buenas solamente llegaban para los visitantes entonces: Carreras pisó a Jules Koundé y vio la tarjeta amarilla que le prohibirá jugar en Montjuic -por acumulación- el próximo martes 11 de marzo. Ni siquiera la suerte del fuera de juego moderno caía de su parte. Andrea Belotti cayó al intentar superar el muro de Szczęsny y el colegiado señaló la pena máxima, pero el VAR rectificó al alemán justificando posición antireglamentaria previa del italiano.
Otro match ball que salvaban los visitantes a la par que el encuentro entraba en sus minutos finales. Como era de esperar, el FC Barcelona se vio asediado por la marea roja local que intentó apretar tanto cuanto puedo a descomunal Szczęsny que evitó la tragedia hasta el último minuto. Renato Sanches sacó un latigazo en el añadido final al ver el balón botar en la frontal, pero topó con el gran héroe en Lisboa. Tras el pitido, todas las cámaras apuntaban a él. Aún así, sacrificio e inteligencia colectiva encomiable que el Barça deberá desplegar también en Montjuic el próximo martes.