El Giro de Italia no ha podido comenzar de forma más cruel para Mikel Landa. El ciclista alavés del equipo Soudal, uno de los favoritos a luchar por el podio y que llegaba como líder indiscutible de su formación, ha tenido que abandonar la carrera en la primera etapa tras una aparatosa caída a tan solo cinco kilómetros de la meta en Tirana (Albania). Un Giro que se abría entre tensiones y advertencias por el estado de todas las carreteras y que ya ha cobrado su primera gran víctima.
Landa, de 35 años, sufrió el accidente en una curva a izquierdas durante un descenso, tras perder el control de su bicicleta y saltar por encima de un bordillo. La imagen fue estremecedora: quedó tendido en el asfalto, con gestos claros de dolor, tras impactar contra una acera y esquivar por escasos centímetros una farola sin protección. Los servicios médicos acudieron de inmediato y, tras varios minutos de atención en el lugar, el ciclista español fue evacuado en camilla, inmovilizado con collarín y trasladado en ambulancia a un hospital para realizarle algunas pruebas.
Ya lo había anticipado su compatriota Pello Bilbao antes de tomar la salida: "La carretera no está bacheada, pero no te puedes fiar del asfalto aquí, está bastante sucio y brillante. Y cuando se juega la maglia rosa, ya sabemos la tensión que vamos a tener en los últimos kilómetros". Y así se dio. La bajada final, técnica y sucia, se convirtió en una trampa para el pelotón. El ritmo impuesto por el equipo Lidl-Trek en la subida previa al último descenso tensó al grupo y Mikel Landa pagó el precio.
El impacto le dejó visiblemente afectado, con problemas en el brazo derecho, que mantuvo apoyado en el suelo mientras era atendido. No tardó mucho en confirmarse la peor noticia: Mikel Landa dice adiós al Giro, horas después de haber empezado.
El parte médico desde el hospital confirmaba el diagnóstico previo: fractura estable de la vértebra torácica T11. Como consecuencia de esta lesión, Mikel Landa deberá permanecer en posición tumbada (mirando hacia abajo) durante un largo periodo, además de contar con supervisión médica. Un comunicado de su equipo confirmó que pasarán la noche de este viernes en el hospital antes de definir el regreso.
Un golpe al Soudal y al ciclismo español
La retirada del alavés supone un durísimo golpe para el equipo Soudal, que había confiado en él como su baza principal para esa clasificación general. Landa, que recientemente había renovado con el equipo por una temporada más, llegaba al Giro con un perfil bajo pero en una forma que invitaba al optimismo: cuarto en la Volta a Catalunya, séptimo en la Tirreno-Adriatico y undécimo en la Strade-Bianche. Su objetivo, como él mismo reconoció, era subir al podio y buscar la victoria de etapa.
Este nuevo infortunio revive fantasmas del pasado para el ciclista vasco, quien ya tuvo que abandonar el Giro en 2021 también por una caída, aquella vez contra una isleta. Un duro revés para el ‘landismo’, esa corriente de fieles aficionados que lo han acompañado en una carrera marcada por la mala fortuna en momentos importantes.
Pedersen, primer líder; Ayuso también se estrella
Esta primera etapa, marcada por muchas otras caídas, terminó con el danés Mads Pedersen (Lidl-Trek) alzando los brazos al sprint, imponiéndose al belga Wout van Aert (Visma) y al venezolano Orluis Aular (Movistar), segundo y tercero en discordia. Pedersen se viste así con la primera maglia rosa de este nuevo Giro de Italia.
Mads Pedersen (Lidl-Trek) se llevó la primera etapa del Giro de Italia 2025 | EFE
También Juan Ayuso, otro de los principales aspirantes españoles, sufrió un susto a 91 kilómetros de meta tras caerse durante una rotonda. Aunque este otro sí pudo reincorporarse sin aparentes consecuencias (29º con la misma crono que Pedersen), la escena dejó claro que esta edición no perdonará ni un segundo de distracción.