Cataluña

Colectivos radicales 'suplantan' la voz de los vecinos en Vallcarca, el 'barrio okupa' de Barcelona

Medios e instituciones prestan atención a los grupos antisistema de la zona pero desoyen las quejas de los vecinos contrarios a la okupación

  • Desalojo del asentamiento ilegal de Vallcarca, en Barcelona -

 

En Barcelona, la cultura de la 'okupación' se había asociado tradicionalmente a barrios como el de la Vila de Gracia. Pero, en los últimos años, otras zonas no tan céntricas como Sant Andreu o Vallcarca —también en el distrito de Gracia pero en una zona más periférica y cercana a la montaña— le han arrebatado el cetro 'antisistema', proliferando en sus calles los inmuebles 'okupados' y los asentamientos ilegales. Un crecimiento que se vio favorecido por los años de gobierno de Ada Colau, cuya simpatía por el movimiento nunca ha sido un secreto —ella misma confesó haber vivido en piso 'ocupado' durante su juventud—. El caso es que la citada zona de Vallcarca, donde se ubican casas okupadas tan conocidas como el Ateneu Popular o "espacios comunitarios" como La Fusteria, el chabolismo ha echado raíces, creando un sinfín de problemas, según denuncian los vecinos.

 

Sin ir más lejos, la madrugada del miércoles, sobre las cuatro de la mañana, se desató un incendio en las barracas del barrio, que requirió para sofocarlo la asistencia de cinco dotaciones de bomberos. A resultas del fuego, una persona sufrió heridas y hubo de ser atendida en el hospital. Y el cuerpo de Emergencias echó el resto para que las llamas, originadas en una vivienda precaria, no se propagasen a las casas colindantes. Llamativamente, los vecinos del barrio habían denunciado en múltiples ocasiones los riesgos que acarreaban dichos asentamientos y, en concreto, el de que se produjese un incendio como el que finalmente sucedió. Pese a ello, sus protestas fueron en balde. Y no ha sido hasta la deflagración del miércoles que el Ayuntamiento de Collboni no ha tomado cartas en el asunto y ordenado el desalojo, cuyas tareas se iniciaron ayer.

 

Los vecinos celebraron la noticia, pues como insistieron ayer mismo, el lugar se había convertido en un foco de actividades delictivas como la "extorsión inmobiliaria", el "negocio de residuos", la "okupación", las "apuestas ilegales", el "consumo de alcohol y drogas en la vía pública"; así como de frecuentes agresiones y conflictos de toda índole. Además, habían alertado en particular del riesgo de incendio dada la acumulación de neumáticos, bombonas y elementos inflamables que tenía lugar en el asentamiento y que, advirtieron, no dejaba de crecer. Siendo estas quejas tan repetidas, ¿por qué el consistorio no las atendió? Tal vez, encontremos alguna pista en el nombre que una cuenta de X que agrupa quejas vecinales del barrio: "Som barri' no es el barrio de Vallcarca".

 

Sesgo "racista"

Con ese nombre, la cuenta llama la atención sobre el hecho de que 'Som barri', el colectivo de Vallcarca que mayor proyección obtiene en los medios, no es representativo del sentir de los habitantes del barrio. Esta entidad, por ejemplo, suele respaldar activamente las tentativas de okupación que se producen en la zona, incluida una protagonizada a finales de año por 150 personas en un edifico de la avenida de Vallcarca—asalto masivo que se saldó sin éxito—. De la misma manera, se han opuesto al desmantelamiento de las chabolas de Vallcarca, atribuyendo el desalojo de ayer un sesgo "racista" por parte del Ejecutivo de Collboni —las personas alojadas allí son de etnia gitana-rumana—.

Una postura comprensible si se tiene en cuenta que Som Barri, junto a otras entidades anticapitalistas como el Sindicato de la vivienda de Vallcarca, Heura Negra y el Sindicato de Inquilinas, celebró a finales de año la primera "asamblea barraquista" de la Ciudad Condal, en la que protestaron por la "estigmatización" del chabolismo.

Pese a todo, las opiniones de este colectivo son identificadas por medios e instituciones como propias del barrio en su conjunto. La prueba es que Som Barri denunció ayer la falta de soluciones habitacionales para las personas desalojadas del asentamiento de Vallcarca desde la misma sala de prensa del Parlament de Cataluña. Y medios como RAC1 priorizaron el relato de la entidad antisistema ante el defendido por grupos menos politizados, como la asociación de vecinos Gracia Norte-Vallcarca. Ésta, al contrario que Som Barri, respaldó ayer el desalojo por la situación insostenible de "insalubridad e inseguridad" del asentamiento, reclamó al consistorio ofrecer soluciones sociales a las personas vulnerables que allí permanecían y demandó la construcción de vivienda para "dignificar el barrio."

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