Los problemas que dificultaron la gestión inicial de los fondos europeos aún persisten hoy, casi cuatro años después de la puesta en marcha y a poco más de uno de la fecha límite para gastarlos. La falta de capacidad y de coordinación istrativa, unido a la perenne incertidumbre política, siguen provocando un inmenso atasco de subvenciones. Las cifras son elocuentes: la brecha entre las convocatorias aprobadas y los fondos concedidos ronda los 26.000 millones de euros.
El dato forma parte de un compacto informe elaborado por EsadeEol. El centro de estudios de la escuela de negocios calcula que de los 80.000 millones de euros comprometidos por la UE, se habián convocado 75.000 millones. El buen ritmo de convocatorias, sin embargo, choca con la lenta velocidad de las adjudicaciones: 94% frente a 61%. A 31 de enero de 2025, se habían concedido 49.000 millones. Quedan, por tanto, 26.000 millones 'atascados', pendientes de conceder a los beneficiarios finales (empresas y, en menor medida, organismos).
"La persistencia de una brecha entre fondos comprometidos y efectivamente concedidos", advierte el informe, "sigue señalando desafíos importantes en la capacidad de absorción del sistema español". Esa diferencia "refleja la complejidad de los procesos de evaluación y adjudicación". "Tras la aceleración observada durante 2023, el ritmo de ejecución muestra signos de ralentización en 2024", señalan los autores del estudio (Manuel Hidalgo, Jorge Galindo y Javier Martínez).
Los economistas de Esade consideran que la desaceleración podría atribuirse tanto a factores coyunturales -la incertidumbre política y istrativa-, como a desafíos estructurales relacionados con la capacidad de absorción del tejido productivo. Hay otro elemento llamativo: "los 'caminos de menor resistencia' ya han sido recorridos por la primera oleada de fondos quedando sin copar los tránsitos más complejos de operar".
Eso quiere decir que los sectores productivos más asentados (como la construcción o el comercio) han absorbido con relativa fluidez las primeras grandes partidas de fondos. Un ejemplo: la construcción lidera las concesiones con 3.000 millones. No ocurre lo mismo, sin embargo, con ramas menos desarrolladas. Es el caso de la tecnología o la industria, que son, precisamente, las que deberían beneficiarse del impulso transformador que persiguen los fondos Next Generation. "La transformación económica pretendida sólo será posible con una participación eficaz del tejido productivo", recuerdan desde Esade.
Complejidad istrativa
El informe enumera los factores que mantienen abierta la brecha entre lo que se convoca y lo que se concede. Uno de ellos es "el retraso en la publicación de las convocatorias y la resolución de las mismas". Luego está "la complejidad de los procedimientos istrativos" y "la falta de capacidad de absorción de algunos beneficiarios potenciales". Hay barreras persistentes, como el cuello de botella que ha formado la falta de capacidad istrativa de los ayuntamientos.
Entre las grandes preocupaciones de quienes siguen de cerca la evolución de los fondos está su fecha de caducidad: agosto de 2026 es el límite para que las subvenciones estén adjudicadas. Por eso, Esade aboga por "activar mecanismos que mejoren el ritmo", simplificando procedimientos para que las empresas (sobre todo, las pymes) puedan beneficiarse de las ayudas.
El reparto de las subvenciones también refleja diferencias en función de las autonomías. A la cabeza -en términos absolutos- están Cataluña y la Comunidad de Madrid, con un crecimiento sostenido y significativamente superior al resto de regiones, "reflejando no solo su mayor peso económico, sino también una superior capacidad institucional y empresarial para la gestión y absorción de los fondos europeos".
kjlm10
03/04/2025 15:15
La incompetencia del gobierno de Sanchez (y su banda) para gestionar es total.