El Gobierno está trabajando ya en la nueva oferta de empleo público para 2025 con un "déficit estructural" estimado por el propio Ejecutivo de algo más de 20.000 puestos en la última década, según ha difundido este lunes la Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF).
El sindicato más representativo de los empleados públicos ha avanzado que el Ministerio de Función Pública se ha dirigido al conjunto de organismos y ministerios de la istración General del Estado para empezar a diseñar la oferta de empleo público para este año.
En este sentido, los diferentes organismos están "recabando datos" sobre las necesidades de personal, aunque el Gobierno "sigue manteniendo el límite a la creación de nuevas plazas con la tasa de reposición", denuncian desde el sindicato.
Esto, según ha difundido CSIF con datos del propio Ministerio de Función Pública, ha provocado que en los últimos 10 años se haya producido una pérdida neta de 20.046 empleos. Desde el sindicato aspiran a cubrir ese "déficit estructural" en el marco de las negociaciones que arrancarán en junio.
Subida salarial de los funcionarios
En el ámbito salarial, CSIF ha recordado que está pendiente aún la subida de los salarios públicos del 0,5% por la inflación pasada, que se debe aplicar con efecto retroactivo desde enero de 2024 y que está pendiente desde hace meses. Confían en que se apruebe en Consejo de Ministros de manera inmediata, como ha "prometido" el Gobierno.
También están a la espera de que el Ejecutivo arranque la negociación de un nuevo acuerdo salarial para este año y los próximos, donde esperan recuperar el poder adquisitivo perdido que, según CSIF, asciende al 21%.
En este sentido, CSIF ha anunciado que va a impulsar una proposición de ley para que el salario de los empleados públicos se revalorice todos los años conforme al IPC. "Vamos a proponer la misma medida que las pensiones, eso es lo que queremos", han dicho.
Al margen de esta cuestión, desde el sindicato recalcan que la negociación de un nuevo acuerdo salarial es imprescindible para poder recuperar el poder adquisitivo perdido, teniendo en cuenta que las tasas de inflación son ahora más moderadas que las pasadas.
