En varias Comunidades Autónomas de España, entre ellas Madrid, hay un insecto que provoca el miedo y la repulsión de algunos ciudadanos con él. Se trata de Polillas que ya han sido identificadas. Pertenecen a la especie Autographa gamma, que verdaderamente es una mariposa migratoria que está pasando por nuestro país y no deja indiferente a nadie, sobre todo por su gran tamaño.
El Departamento de Control de Vectores del Ayuntamiento de la Comunidad de Madrid ha avisado de que esta “plaga” no representa en ningún caso un riesgo para la salud pública. “Son inofensivas y aunque pueden llamar nuestra atención, su presencia no supone ningún tipo de problema”, señaló el año pasado por estas mismas fechas el alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida.
¿Y por qué en las mismas fechas?, porque se trata de un fenómeno que es cíclico, y su presencia se ha observado durante muchos años en la zona central de la península desde finales de mayo.
Condiciones climáticas
Estos insectos migrantes, buscan climas más frescos durante la primavera, las lluvias de estos últimos meses han favorecido el crecimiento de la vegetación, lo que proporciona más alimento a las polillas. Además de esto, el calor acelera su ciclo reproductivo y hace que su población incremente. La entrada del aire cálido africano ha ayudado a afianzar su presencia en las últimas semanas.
No pican, no transmiten ninguna enfermedad y no es recomendable matarlos con insecticidas, ni nada por el estilo.
Tampoco dañan textiles o alimentos, aunque sus partes y sus escamas, así como su polvo, pueden causar molestias en personas alérgicas si entran en o con los ojos.
La luz y el polvo atrae a las polillas
Pronto desaparecerán, ya que las polillas tienen un ciclo de vida cortísimo, y además muchos depredadores entre los que destacan los pájaros y los murciélagos, que en esta época “se ponen las botas”.
Aún así, para quienes les resulten molestas, se recomienda usar repelentes naturales como la lavanda, el laurel… También evitar el polvo, lo cual les atrae y mantener las ventanas abiertas con la luz encendida simultáneamente, ya que esto atrae a los insectos. En caso de encontrarse con ellas en el interior, se sugiere capturarlas con un vaso y liberarlas al exterior. También se pueden capturar con trampas de luz o feromonas.
