El Tribunal Supremo de Estados Unidos ordenó esta semana la suspensión del plazo dado por un tribunal inferior que ordenó la vuelta al país de Kilmar Abrego, un ciudadano salvadoreño afincado en Maryland deportado recientemente a El Salvador por un "error istrativo". El Supremo accedió así al recurso presentado por el presidente Donald Trump, que pidió más tiempo para que las dos partes puedan preparar sus argumentos ante el tribunal federal de apelaciones de Richmond, en Virginia. El plazo dado por la jueza Paula Xinis para la vuelta expiraba a medianoche del pasado lunes.
El presidente del Supremo, John Roberts, aceptó una "suspensión istrativa" de la orden con carácter indefinido, aunque se espera que se emita una nueva decisión en cuestión de días.
Los abogados de la istración Trump han itido en documentos judiciales que el Departamento de Seguridad Nacional deportó por error a Abrego, pero apuntaron que no podrían hacer efectivo su regreso a EEUU debido a que está bajo custodia salvadoreña y no tienen jurisdicción. En este sentido, el Departamento de Justicia estadounidense suspendió al subdirector adjunto de la Oficina de Litigios e Inmigración, Erez Reuveni, como represalia por actuar en contra de los intereses del país al reconocer que la istración deportó por error al mencionado ciudadano salvadoreño. La fiscal general estadounidense, Pam Bondi, precisó en declaraciones a 'Fox News' que en su primer día al frente de la Fiscalía advirtió a todos los empleados que actuaran siempre "vigorosamente" en defensa de los intereses del país, y que Reuveni no defendió adecuadamente la actuación del Departamento de Seguridad Nacional.
Situación de Kilmar Abrego
Abrego, padre de tres hijos, fue deportado el pasado 15 de marzo pese a que un juez le otorgó en 2019 el estatus de protección temporal tras huir de El Salvador por la violencia de las pandillas. La istración reconoció haberlo deportado por error pero argumentó que carece de jurisdicción para repatriarle. Las acusaciones contra Abrego proceden de un informante que afirmó que era miembro activo de la Mara Salvatrucha, si bien la jueza Xinis valoró que no existen pruebas suficientes al respecto ni "justificación legal" para su deportación, por lo que exigió su regreso.
Cuando era niño, una pandilla local extorsionaba a su familia, intentó adoctrinarlo y amenazó con matarlo. Abrego huyó entonces a EEUU. Tenía 16 años. Allí, trabajó en la construcción, se casó y tuvo hijos. Ahora, su futuro es incierto.