Cada segundo que pasa, la actualidad geopolítica cambia. En los últimos días, los ciudadanos, convertidos en auténticos espectadores, han asistido a un grotesco espectáculo entre las cuatro paredes del que se presume como el despacho con mayor poder del mundo. El presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, ha sido humillado por su homólogo estadounidense, Donald Trump, y todo ello, ante la atónita mirada del mundo. También de España, cuyos principales partidos políticos se vanaglorian y enorgullecen de defender al país invadido y atacado, pero no hacen nada para llegar a un acuerdo real que haga sus promesas tangibles.
La guerra en Ucrania se ha convertido en el asunto más relevante del momento, una cuestión de Estado, especialmente después de la humillación que sufrió Zelenski en la Casa Blanca el pasado viernes. Un conflicto que se desarrolla en suelo europeo y que, pese a ser un asunto que debería unir más a países y partidos, ha convertido a la política internacional en un nuevo frente para PSOE y PP.
Ambas formaciones insistieron el pasado sábado en su apoyo a Ucrania y a su presidente, mientras que Donald Trump recibió el respaldo de Vox. Pedro Sánchez ratificó un día después en Londres su firme apoyo a Zelenski en la cumbre convocada por el primer ministro británico, Keir Starmer. "España está contigo", ha llegado a defender el líder socialista. Habla de España en su conjunto, pero lo hace sin haberse reunido con el resto de partidos, ni mucho menos con la oposición, para acordar una estrategia común.
También el líder 'popular', Alberto Núñez Feijóo, reiteró su respaldo a Ucrania, señalando que "merece respeto, ayuda y una paz justa y duradera". "Europa y Ucrania hemos de seguir trabajando con nuestro aliado EEUU y encontrar la salida a esta guerra que sufre el pueblo ucraniano", escribió en la red social X. Enfrente, tienen al presidente de Vox, Santiago Abascal, que ha dado un espaldarazo a Trump y ha criticado a Sánchez, a Feijóo, a la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, y al líder francés, Emmanuel Macron.
IMAGEN: El líder del PP, Alberto Núñez Feijóo. EFE
El apoyo de Abascal al magnate neoyorkino no es una sorpresa, acudió hace unas semanas a la Cumbre Patriots junto a Marine Le Pen, Viktor Orbán, Matteo Salvini, Elon Musk y Steve Bannon, entre otros. Vox es, así, amigo de los amigos del líder ruso.
Sánchez se cierra en banda y rechaza llegar a acuerdos con Feijóo pese a que, juntos, contarían con dos tercios del Congreso
Con este escenario, el partido del Gobierno y la oposición tienen la mejor de las oportunidades a su alcance, demostrar que son dos partidos de Estado que coinciden en su defensa de Ucrania, su rechazo a Vladímir Putin y al ataque dialéctico indiscriminado contra Zelenski por parte del inquilino de la Casa Blanca. Su apoyo común a Europa y los Veintisiete y la necesidad de que estos sean parte de las negociaciones de una guerra que está ocurriendo en su propio territorio.
¿Por qué evitar aparentar que pueden llegar a un acuerdo?
Sin embargo, y pese a que PSOE y PP están sustancialmente de acuerdo, la parte socialista se ha empeñado en alejarse de los 'populares', achacar su rechazo a firmar un pacto con ellos porque no rompen con Vox y tacharlos de 'trumpistas' por este motivo. Así, Sánchez se cierra en banda y rechaza llegar a acuerdos con Feijóo pese a que, juntos, contarían con dos tercios del Congreso y no dependerían de algo tan inestable como los apoyos de Junts, ERC y PNV.
Tienen la oportunidad de demostrar que quieren buscar el bien común, pero prefieren fingir desacuerdos para no mostrarse vulnerables ante el que será, sin atisbo de duda, su principal competidor en las próximas elecciones generales. En Alemania ocurre, el gobierno será el resultado de una gran coalición entre la CDU y el SPD, primera y tercera fuerza. O bien ambos partidos junto a los Verdes, en cuarta posición. Todo por el cordón sanitario a la ultraderecha de Alternativa por Alemania (AfD).
IMAGEN: El presidente de EEUU, Donald Trump. EP
En España, Vox se ha desmarcado de la opinión general de la Unión Europea, dando apoyo a los argumentos del Kremlin contra la OTAN, Ucrania y los Veintisiete. No solo eso, los socios de las dos primeras fuerzas políticas tampoco renuncian a abandonar a Kiev. Pero, en lugar de llegar a un acuerdo y dejar que los extremos queden retratados y marginados, PP y PSOE siguen a la gresca. ¿Por qué ocultar el poder llegar, afortunadamente, a un acuerdo?
Por el contrario, ambos partidos optan por incrementar su rivalidad, con un Sánchez presionando a Feijóo para romper públicamente con Vox para empezar a negociar o, simplemente, hablar sobre una postura común sobre Ucrania. El líder socialista saca rédito de la situación y, pese a que los 'populares' han pedido por activa y por pasiva formar parte del diálogo y conocer qué postura enarbola en la siguiente cumbre con líderes europeos, el presidente del Gobierno juega las cartas de posicionarse como el fiel compañero de Zelenski y tratar de destacar entre los rostros de los Veintisiete.
Esta situación podría ofrecer otro escenario completamente distintos: estar condenados a entenderse y unirse.
Feijóo, por su parte, tampoco desaprovecha cada oportunidad que tiene para cargar contra Sánchez, contra sus políticas y encender y enredar aún más el panorama político. Ambos intentan ganar terreno no solo en el ámbito nacional, sino también en la esfera internacional, usando la guerra de Ucrania como un asunto crucial en su enfrentamiento político.
IMAGEN: Pedro Sánchez, Volodímir Zelenski y Justin Trudeau. EP.
Protagonistas de una guerra de la que no lo son
Esta situación podría ofrecer otro escenario completamente distintos: estar condenados a entenderse y unirse. Teniendo en cuenta el grave desenlace de la situación y la predecible petición de unidad por parte de la UE, el presidente y el líder de la oposición podrían verse forzados a un acercamiento que termine, incluso, en el incremento del presupuesto en defensa.
Pero todo son hipótesis y, de momento, lo más certero es que PSOE y PP, en lugar de dejar a un lado las rencillas, siguen intentando ser los protagonistas de una guerra real que necesita un acuerdo de paz y de la que, en ninguno de los casos, deberían ser los protagonistas.
Acontracorriente
04/03/2025 10:05
Porque son ambos globalistas y woke
criticayrazon
04/03/2025 12:06
Porque en España la prioridad es acabar con nuestro tirano, que es peor que Putin y el PP no puede darle oxigeno ni agua.
notacos
04/03/2025 20:03
No debería ocurrir salvo que el acuerdo sea para todo lo que queda de legislatura, rompiendo el actual pacto de legislatura y gobierno y sustituyéndolo por uno PP-PSOE con la correlación de fuerzas proporcional al resultado de las últimas elecciones, vamos como va a ocurrir en Alemania porque se va a necesitar un pacto asi de ahora en adelante. Todo lo que no sea eso no se entendería por los votantes del PP y menos después de lo que ha sido capaz de hacer el actual gobierno y ha tenido que tragar el PP