La visita estival de Pedro Sánchez a la residencia oficial de La Mareta, en Lanzarote, vuelve a estar en el centro del debate político en Canarias. Este mayo, el presidente del Cabildo de Lanzarote, Oswaldo Betancort (Coalición Canaria), ha sido tajante: no quiere que el presidente del Gobierno pase sus vacaciones en la isla. En una entrevista concedida a Mírame TV, el dirigente nacionalista desveló incluso que ha pedido al rey Felipe VI que "le busque otro sitio" a Sánchez. "Desde que soy presidente insular ya por aquí no viene", señala Betancor.
"Le dije al Rey: ‘Oye, te voy a pedir solo un favor. Yo ayudo para buscar un sitio donde este hombre pase las vacaciones’. Hay otros lugares en Lanzarote donde disfrutar del sol, la playa y todo lo magnífico que tenemos", afirmó Betancort, quien añadió que esa zona en particular —la playa junto a La Mareta, en Costa Teguise— ha sido “boca de entrada de pateras y cayucos”.
Betancor también justificó su postura en términos de seguridad y protocolo. "Para preservar su intimidad. Lo que no puede ser es que llegue una patera y él esté tirándose con el bañador al agua y ni siquiera se asome", dijo en alusión al escaso o del presidente con la realidad migratoria en la zona.
El rechazo de Betancor ocurre en un contexto político insular dividido. Mientras en Fuerteventura Coalición Canaria gobierna junto al PSOE, en Lanzarote lo hace con el PP. A nivel regional, la triangulación es aún más compleja: en Arucas, municipio natal del ministro de Memoria Democrática, Ángel Víctor Torres (PSOE), PSOE y PP comparten poder local, y en Valleseco, donde reside Torres, el alcalde pertenece al PP.
La respuesta socialista no se hizo esperar. Ariagona González, líder insular del PSOE, recordó que la última patera que llegó a la playa de El Ancla, junto a La Mareta, lo hizo el 25 de septiembre de 2024, cuando Sánchez ya se había marchado. “Nos hace más promoción exterior Pedro Sánchez viniendo una vez al año a Lanzarote que Oswaldo Betancort yendo infinitas veces a Nueva York, Texas e Islandia”, aseguró. Con ironía, González remató su intervención con un guiño al folclore local: “¿Se comió los tunos y las pitayas rojas de Toño el de Tinajo?”. Betancor había previsto para Sánchez un tipo pimienta cargada de azufre volcánico.