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Siempre falta hierro, pero ¿y si nos sobra? Descubre qué es la hemocromatosis

El exceso de hierro en sangre es un trastorno poco frecuente, pero que puede conllevar serias complicaciones

  • Beber café o te después de las comidas reduce la absorción de hierro.

Un fenómeno bastante habitual en nuestra sociedad es la falta de hierro, tanto en niños como en mujeres o después de una operación. Ahora bien, un trastorno poco frecuente, pero que sí puede conllevar serias complicaciones se sitúa en la otra cara del problema, cuando tenemos un exceso de hierro en sangre; una patología que se conoce como ‘hemocromatosis’.

La nutricionista María Valero, del servicio de Endocrinología y Nutrición del Hospital Universitari Dexeus de Barcelona, subraya que es el trastorno genético más frecuente y que suele diagnosticarse entre los 40 y los 60 años, siendo más común en hombres que en mujeres.  “Los síntomas iniciales pueden incluir fatiga, dolor en las articulaciones, dolor abdominal, pérdida de peso inexplicada y disminución del apetito sexual”, detalla esta especialista.

En qué consiste

Las causas de la hemocromatosis pueden ser genéticas o adquiridas, según precisa, señalando que, en la forma hereditaria, llamada ‘hemocromatosis primaria’, el problema viene dado por una mutación genética. Mientras que, indica, en la forma secundaria ésta suele estar relacionada con múltiples transfusiones de sangre debido a anemias crónicas, lo que provoca una sobrecarga de hierro en el organismo.

“La hemocromatosis provoca una absorción excesiva de hierro desde el tubo digestivo, lo que genera una acumulación de este mineral en órganos como el hígado, el páncreas, el corazón, las glándulas endocrinas, la piel y las articulaciones. Si no se controla, el exceso de hierro puede llevar a problemas graves como la cirrosis hepática, el cáncer de hígado, la diabetes mellitus o trastornos hormonales”, subraya esta dietista-nutricionista.

María Valero, nutricionista del Hospital Universitari Dexeus.

Cómo se trata: flebotomía

Con todo ello, el tratamiento principal para reducir la sobrecarga férrica en el cuerpo es la flebotomía, un tratamiento que se realiza desde la Edad Media y que consiste en la extracción de sangre de forma periódica.

“La frecuencia de este procedimiento depende de los síntomas, de los niveles de hemoglobina y de ferritina en el suero, así como de la cantidad de hierro que la persona consume en su dieta. Además de la flebotomía, es importante tratar de manera adecuada las complicaciones que puedan surgir debido a la acumulación de hierro, como la diabetes, la artritis, la insuficiencia hepática y la insuficiencia cardíaca”, agrega la especialista del Hospital Universitari Dexeus.

El tratamiento principal para reducir la sobrecarga férrica en el cuerpo es la flebotomía, un tratamiento que se realiza desde la Edad Media y que consiste en la extracción de sangre de forma periódica

Pero también habla de la importancia de la alimentación, “crucial en la gestión de la hemocromatosis”, y sostiene que adoptar unas pautas de tratamiento y de alimentación es esencial para controlar los niveles de hierro en personas con hemocromatosis y prevenir posibles complicaciones a largo plazo.

Pautas de alimentación si hay hemocromatosis

“Algunos alimentos pueden ayudar a reducir la absorción de hierro en el organismo. Es preferible no combinar comidas principales con alimentos ricos en vitamina C, como cítricos, fresas o kiwi, ya que esta vitamina facilita la absorción del hierro no hemo (de origen vegetal)”, recalca esta nutricionista.

En su lugar, mantiene que se puede beber té, café o lácteos al final de las comidas. Asimismo, el consumo de alimentos integrales es beneficioso, destaca, ya que el ácido fítico presente en ellos dificulta la absorción de hierro y de otros minerales. “Los alimentos ricos en taninos, como el té y el café, también ayudan a reducir la absorción de hierro si se consumen al final de las comidas principales”, advierte María Valero.

Se deben evitar también mariscos como los berberechos, las almejas y los mejillones por su gran aporte de hierro, al tiempo que se aconseja limitar las carnes rojas y de caza, las vísceras y los embutidos grasos, como morcilla, butifarra negra o foie-gras. Además, “se desaconseja el consumo de alcohol, especialmente para pacientes que tienen daño hepático; se debe evitar el consumo de pastillas o de vitaminas que contengan hierro, así como suplementos vitamínicos o la utilización de utensilios de cocina fabricados con hierro. Igualmente, conviene evitar alimentos procesados y fortificados, como cereales para desayunar o barritas de cereales, que contienen mucha cantidad de hierro”, concluye la especialista del Hospital Universitari Dexeus.

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