Son muchos los que conviven con un perro en casa. Desde el momento en que cruza la puerta, el animal pasa a formar parte de la familia. Todos los cuidados son pocos para asegurar su bienestar: visitas al veterinario, la mejor alimentación, todos los mismos que necesiten y horas de juego para tener contento a uno de los protagonistas de la casa. Sin embargo, las autoridades también introducen normas y modifican la normativa para mirar por el bienestar animal.
A pesar de que hay leyes generales, lo cierto es que cada autonomía también tiene sus propias normas. Así, Barcelona ha dado un paso hacia adelante y obliga a todo dueño de un perro a realizar un nuevo gesto si no quiere hacer frente a multas de hasta 300 euros. La iniciativa surge a raíz de la ordenanza de civismo contra las micciones en plena calle, pintadas y el consumo de alcohol en la vía pública.
La nueva normativa y multas de 300 euros
El cambio es sencillo. A partir de ahora, todo aquel que pasee a su perro tendrá que llevar una botella de agua para limpiar las micciones de su mascota. El objetivo de esto es mejorar la higiene pública y evitar el daño al mobiliario urbano, ya que aunque en un inicio pueda parecer un gesto sin importancia, lo cierto es que la orina de los perros conlleva numerosos efectos negativos.
Los malos olores son el primero y más evidente problema en este tipo de casos, que además de afectar a la calidad de vida, también puede atraer a otros animales. Asimismo, la contaminación del suelo -con nitrógeno, presente en su orina- también es de lo más relevante, así como el perjuicio a la vegetación. La lista continúa con los siguientes problemas:
- Erosión de materiales como farolas, bolardos o señales.
- Proliferación de bacterias como la leptospira.
Este tipo de bacteria puede provocar en humanos la leptospirosis, una infección que, de no ser tratada a tiempo, puede conllevar graves complicaciones: desde daño renal hasta insuficiencia hepática, pasando por la meningitis, hemorragia, y en los casos más extremos, el fallecimiento. De igual manera, y aunque esto es extraño, el uso de un chorro de agua puede ayudar a sobrellevar y reducir muchos de estos problemas.
Además de verter algo de agua -también sirve el vinagre-, adiestrar al animal y evitar que el perro orine en ciertos lugares y ubicaciones también es ideal. Así, finalmente recoger los excrementos del animal también es básico para cuidar el estado de la vía pública. Esto también se encuentra regulado por las autoridades, y los dueños del animal podrían tener que enfrentar multas de hasta varios miles de euros.
Ppmtnez
25/05/2025 17:46
A los que van con una mascota es fácil multarles. Pero a los que beben alcohol, orinan y escupen en la via publica, con eso harán la vista gorda.