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"Esto ya no se arregla solo echando a Marlaska": el pánico se adueña del PSOE

El silencio de Sánchez sobre el ‘caso Leire’ agrava la sensación de orfandad e incertidumbre de los socialistas que no están en el núcleo duro del presidente

  • Marlaska en el Congreso. -

"Desolación" es la palabra más empleada por quienes están fuera del primer círculo de poder del PSOE tras el terremoto que ha supuesto la revelación de unos audios demostrativos de las andanzas entre febrero y marzo de la fontanera socialista Leire Díez con empresarios imputados, en busca de trapos sucios de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil con los cuales anular por vicio de procedimiento los casos de corrupciòn de José Luis Abalos y su asesor Koldo García Izaguirre. Hasta reuniones con Gonzalo Boyé, abogado del mismísimo Carlos Puigdemont, mantuvo Díez para que Junts per Catalunya "bajará el tono contra el Gobierno".

Ni que decir tiene que ninguno de los consultados por Vozpópuli se cree la tesis oficial de que es una militante más que actuaba "a título personal"; Primero, porque ni esos empresarios ni Boyé ni el guardia Civil investigado por la UCO Rubén Villalba se habrían prestado a reunirse con ella sin comprobar "de parte de quien viene" y, segundo, porque, de ser cierto que iba por libre, es razón más que suficiente para haberla expulsado cautelarmente del partido ya y eso no se ha producido. Más bien al contrario: en la nota de la Ejecutiva se informó el miércoles que ha abierto expediente para proteger también sus "derechos" (sic) como afiliada.

"Si eso (expulsarla) no se ha hecho, por algo será", resalta a Vozpópuli un ex diputado y ex responsable de Federación socialista con varias legislaturas a sus espaldas, para quien esta situación "ya no se arregla con un cambio de gobierno para tomar impulso ni echando a Marlaska a los leones por no haber sabido controlar el Ministerio y la UCO"; otros consultados, en cambio, sí ven necesario que el jefe del Ejecutivo "mueva banquillo" y quite algunos ministros para salir de este atolladero y recuperar la iniciativa política perdida desde el gran apagón del 28 de abril.

Improbable cambio de gobierno

A Marlaska le acaba de dimitir esta semana su mano derecha, el secretario de Estado de Interior, Rafael Pérez Sánchez, en un gesto que no ha quedado claro si era el ministro quien quería soltar lastre o, sencillamente, que Pérez Sánchez no aguantaba ya más desgobierno. Porque, si algo demuestran los audios, es que la fontanera era, en palabras de un barón socialista, "embajadora plenipotenciaria" de alguien de Ferraz o del Gobierno que no son ni Marlaska ni su ya ex número dos.

Leire Díez no solo habló de forma tan imprudente sobre la Guardia Civil con investigados por la Benemérita y por la Policía durante años sino que se atrevió a ofrecerles supuestos pactos de rebaja de condena con una Fiscalía que depende en primera instancia del muy cuestionado fiscal general, Alvaro García Ortiz, y en última instancia del ministro de Presidencia y Justicia, Félix Bolaños. Ahí es nada, dos de los principales integrantes del actual núcleo duro del presidente, Marlaska y Bolaños, en el disparadero. Razón de peso, señalan los más escépticos "para que ahora mismo no haga ningún cambio de gobierno".

Leire Díez no es la afiliada más discreta; ya lo demostró siendo responsable de redes de la campaña de Pedro Sánchez en aquellas primarias de 2014: Eduardo Madina, primer rival interno del hoy presidente del Gobierno, tuvo que bloquearla en Twitter por los ataques que profería contra él y los de su candidatura.

Muchas de las fuentes consultadas, algunas con mando en plaza, se preguntan: "¿Cómo han podido (La Moncloa y Ferraz) confiar en un perfil así para un asunto tan delicado?". La pregunta tiene su miga. Porque todos los que la conocen sabrían que Leire Díez no era, no es la afiliada más discreta; ya lo demostró siendo responsable de redes de la campaña de Pedro Sánchez en aquellas primeras primarias de 2014. Para muestra un botón: Eduardo Madina, el primer rival interno del hoy presidente del Gobierno, tuvo que bloquearla en Twitter por los ataques que profería contra él y los de su candidatura.

Y no solo eso: esta semana, al calor de los audios comprometedores, hemos conocido también que, con posterioridad, a lo largo del tumultuoso primer periodo de Sánchez como secretario general y durante las primarias de 2017 que le enfrentaron a Susana Díaz, instruyó a los bots sanchistas -militantes en la red enrabietados contra la vieja guardia- para no "despellejar, de momento" (sic) en Twitter y demás redes sociales a la entonces presidenta de Andalucía y a los "lenguaraces" presidentes de Extremadura, Guillermo Fernández Vara; Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page; Asturias, Javier Fernández; y Aragón, Javier Lambán, sus principales apoyos en aquella contienda fratricida.

¿Por qué no se la expulsó en septiembre?

Ambos episodios, el de Madina y éste del acoso a los barones, que pueden parecer anecdóticos extramuros del PSOE, internamente no lo son y eso explica la honda conmoción que ha producido el descaro de Leire Díez y quien echó mano de ella. Según llega a confesar en otro audio uno de sus interlocutores, el empresario procesado por un fraude de hidrocarburos de 150 millones de euros, Javier Pérez Dolset, estos no son otros que el propio Sánchez y su mano derecha en el partido, el secretario de Organización, Santos Cerdán.

De hecho, ya en septiembre del año pasado El Confidencial publicó una información sobre la cloaca en Ferraz en busca de de información contra jueces que instruyen sumarios contra el Gobierno, como Peinado o el magistrado Manuel García Castellón, o contra periodistas como José Antonio Zarzalejos o Antonio García Ferreras. Aquella cloaca supuestamente comandada por Cerdán tenía un brazo ejecutor que era Leire Díez, a quien se podría ver entrando en la sede socialista en las fotografías que ilustraban la investigación. Y la pregunta que se hacen muchos en la organización es: si ya en septiembre la cazaron haciendo eso, ¿Por qué entonces Cerdán no la expulsó ya en septiembre y sigue sin hacerlo?.

"Lo que se ha puesto de manifiesto con toda su crudeza en esos audios es la forma de actuar del sanchismo, que siempre ha sido la misma desde un principio", señala una fuente socialista muy crítica con el secretario general y la deriva de "este PSOE" 'polemizado'

"Lo que se ha puesto de manifiesto con toda su crudeza en esos audios es la forma de actuar del sanchismo, que siempre ha sido la misma desde un principio", señala una fuente socialista muy crítica con el secretario general y la deriva de "este PSOE". Se abandonó la cultura de cuadros y del diálogo entre familias como fórmula de resolución de las discrepancias, y se apostó por la cultura del "conmigo o contra mí" a la que se apuntaron muchos que hasta entonces habían permanecido apartados del poder en cada federación. Gentes que vieron la oportunidad de cancelar al oponente interno al calor de la polarización de los 180.000 militantes que tiene el PSOE, primero para hacerse con la sigla y luego con las instituciones, ya sea la Guardia Civil o la Fiscalía.

Según esta tesis, ampliamente aceptada entre los oponentes a Pedro Sánchez, lo que hizo el hoy presidente para ganar las primarias de 2017 -tras haber sido echado en aquel traumático Comité Federal de uno de octubre de 2016- fue podemizar el partido, convertirlo en asambleario y polarizar a su favor rodeándose para ello de todos aquellos que, históricamente, habían quedado fuera del juego de mayorías y minorías de la vieja guardia, desde el último congreso en la clandestinidad (Suresnes, 1974) hasta bien entrado el mandado de José Luis Rodríguez Zapatero.

En ese maremágnum, reconocen, hubo "gente muy válida" de la corriente histórica Izquierda Socialista, como José Antonio Pérez Tapias o Manuel de la Rocha -esta semana exigió en un tuit la expulsión inmediata de Leire Diez-, padre del actual Director de la Oficina Económica de La Moncloa y mano derecha de Sánchez en el mundo empresarial, y de otros muchas procedencias. pero también lo que definen como "deshechos de tienta", militantes que venían perdiendo batallas congresuales desde tiempo inmemorial en sus federaciones.

"¿Donde está la directora de la Guardia Civil?"

La salida a este laberinto no es fácil, incluso aunque Sánchez aguante en el poder hasta 2027 porque "algo se ha roto esta semana". Y en este diagństico coinciden tanto los más críticos con el líder socialista como algunos que hoy forman parte de la dirección. El Gobierno y el PSOE están dando muestra de una inacción "culpable", empezando por el silencio del presidente del Gobierno, que no quiso comparecer ante los periodistas el miércoles en Bruselas, tras verse con la presidenta de la Comisión, Úrsula Von der Leyen, y el jueves en Madrid esquivó la correspondiente rueda de prensa con el primer ministro de Eslovenia y la sustituyó por una inusual declaración conjunta sin preguntas.

No obstante, lo peor, advierten no pocos en el Grupo Socialista de Congreso y Senado es la callada por respuesta de la directora general de la Guardia Civil, Mercedes González, que además es secretaria general de la Agrupación del PSOE en Madrid. Por lo menos el ministro Marlaska ha realizado una defensa pública, "tibia", se ite, de la Benemérita, pero González no solo no ha comparecido sino que el martes pasado, en plena tormenta de los audios de Leire Díez suspendió un desayuno al que tenía previsto asistir.

"Si no sale ante un ataque de esta gravedad, ¿Cuando va a salir?¿Dónde está?", comparten destacados socialistas y sobre todo las asociaciones profesionales de guardias y sindicatos policiales. González, seg-un trascendió el viernes, recibió al teniente coronel jefe de la Unidad de Delincuencia Económica de la UCO, Antonio Balas, objetivo de las intrigas de Leire Díez con los empresarios investigados, para trasladarle su apoyo, pero todavía no ha realizado ninguna comparecencia pública en apoyo a la labor de las unidades bajo su mando.

Ella y el ministro se saben en el ojo del huracán, que ésta semana se ha cobrado la cabeza del hasta ahora secretario de Estado de Seguridad, Rafael Pérez Sánchez, quien, inopinadamente, dejó el cargo por sorpresa el miércoles, supuestamente por "problemas personales". Pérez Sánchez ya había itido os por Whasapp con Koldo García Izaguirre, durante la pandemia, pero éste periòdico ha podido saber que esos os no se limitaron al material sanitario sino que pidió al asesor de Ábalos que influyera para que su cuñado, trabajador de AENA, fuera trasladado del aeropuerto de Sevilla a Barajas (Madrid).

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