Malformaciones, animales enfermos y esqueletos enterrados. Es la escena que encontró la Guardia Civil en una serie de mataderos clandestinos y explotaciones ganaderas repartidas por las provincias de Toledo, Ávila y Madrid. El "irreversible" estado de salud del ganado ovino y caprino era tal que un total de 350 animales tuvieron que ser sacrificados. La red destapada vendía la carne en mal estado a restaurantes de comida asiática de Fuenlabrada (Madrid) y el distrito de a de la capital.
La investigación, comandada por la Unidad Central Operativa de Medio Ambiente (UCOMA), se ha saldado con cinco detenidos y 12 personas investigadas, entre ellas varios clientes de los mataderos, propietarios de los restaurantes donde se servía la carne suministrada por la red de mataderos ilegales. Se les imputan delitos contra la salud pública, maltrato animal, falsedad documental, blanqueo de capitales y pertenencia a grupo criminal. Cuatro de los diez establecimientos inspeccionados fueron clausurados por incumplir las medidas higiénico-sanitarias.
Además, los agentes llevaron a cabo siete registros, cuatro en domicilios de de la organización y otros tres en sus mataderos y explotaciones ganaderas. El matadero principal estaba en la localidad de San Fernando de Henares (Madrid). "El olor era insoportable", ha descrito el comandante responsable de esta operación Pox. También tenían otras instalaciones clandestinas en Navahermosa (Toledo) y la provincia de Ávila.
Según ha detallado el comandante de la UCOMA en una rueda de prensa, la red adquiría cada animal por unos 40 euros y lo vendía a sus clientes, restaurantes y también particulares, por unos 120 euros, un precio inferior al de mercado, lo que le permitía "evadir impuestos". En esa labor tenía un papel fundamental un ciudadano chino que operaba como intermediario entre el grupo criminal y sus clientes, quienes por el mero hecho de adquirir y servir género ajeno a todo tipo de control incurren en un delito contra la salud pública.
Las pesquisas de la UCOMA comenzaron a mediados de 2023, meses después de que se detectase por parte del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación un brote de viruela ovina y caprina. Esta enfermedad estaba ampliamente extendida por las explotaciones ganaderas y mataderos de la organización que ahora ha sido desmantelada.
Carne en mal estado distribuída a restaurantes chinos y particulares
Parte de la carne procedente de los sacrificios ilegales era distribuida a una decena de restaurantes de Fuenlabrada y Madrid capital, donde la incluían en su carta y la ofrecían en su servicio de reparto a domicilio. El sacrificio al que eran sometidos los animales no cumplía con la normativa que vela por el bienestar animal.
La investigación ha determinado que la actividad delictiva se desarrollaba dentro de una estructura criminal organizada, compuesta por varios escalones jerárquicos, en los que cada integrante desempeñaba un rol específico. Esta coordinación permitía sortear los controles de las autoridades y multiplicar los beneficios económicos de su actividad ilegal.
Entre las prácticas fraudulentas detectadas, destaca el uso de pagos en efectivo y en B, así como la facturación por debajo del precio real del ganado para evadir impuestos, lo que constituye una modalidad de blanqueo de capitales.
