Sucesos

Aumentos de pecho y liposucciones entre heces y comida: la Policía acaba con el mayor quirófano clandestino

La clínica ilegal se encontraba en el barrio madrileño de Carabanchel y ofrecía cirugías estéticas a precio de ganga

  • Camilla del quirófano clandestino descubierto por la Policía. -

Aumentos de pecho, liposucciones y hasta ligaduras de trompas. Estos eran algunos de los servicios que ofertaba el mayor quirófano clandestino descubierto por la Policía Nacional en años. Se encontraba en el barrio madrileño de Carabanchel y en él trabajaban, al menos seis personas, todas mujeres de origen sudamericano. La Policía ha detenido a cuatro de ellas y las otras dos han sido imputadas por la justicia por delitos de intrusismo laboral, contra la salud pública y contra los consumidores.

La operación, llevada a cabo por agentes de la Unidad Central de Delincuencia Especializada y Violenta (UDEV) de la Policía Nacional, ha sido presentada este miércoles en rueda de prensa. El inspector jefe responsable de la operación ha destacado que "en 15 años de investigaciones, nunca me he encontrado una cosa igual". Se refiere a la dimensión de las operaciones estéticas que realizaban las detenidas sin contar con la titulación necesaria. Sólo la regente del local clandestino, que comunicaba con su propio domicilio, estaba colegiada como médico, pero no tenía especialización alguna en este tipo de cirugías. El resto de investigadas se hacían pasar por doctoras, enfermeras o anestesistas.

Pese a las condiciones de insalubridad, el negocio tenía una notable clientela. Tanto que los agentes tuvieron que precipitar la operación tras recibir la primera denuncia de una víctima después de sufrir dos ingresos hospitalarios al enfermar tras hacerse una liposucción en el centro. La mujer también denunció ante la Consejería de Sanidad de la Comunidad de Madrid, que colaboró en toda la investigación. Además de esta clienta, los agentes tienen conocimiento de otro ingreso de urgencia en un hospital y sospechan que puede haber más afectadas por esta clínica ilegal.

Tras una primera inspección al establecimiento, los investigadores comprobaron que existían estancias que conectaban con el domicilio de la responsable del centro y a las que no les permitieron acceder. Sabían que, probablemente, ahí encontrarían el quirófano que estaban buscando. Ya tenían en su poder facturas de la compra de utensilios para utilizar en este tipo de intervenciones quirúrgicas, además de agendas con las citas de las clientas y distinta documentación. Con todos esos indicios, la Policía solicitó al juzgado de guardia una entrada y registro en el local. "Era prioritario. Estaban poniendo en peligro la salud pública", ha resaltado el responsable de la investigación.

Comida y medicamentos en un mismo congelador

Con la autorización judicial en mano, volvieron a la clínica el pasado 6 de febrero y constataron que, como sospechaban, existía un quirófano clandestino en la trastienda de la clínica. Esa estancia ya formaba parte del domicilio de la principal responsable. Mientras los agentes realizaban la inspección, iban esquivando heces de perro y gato que había por el suelo. En uno de los congeladores, encontraron varios medicamentos junto al "pollo, los guisantes y las patatas" que guardaba la propietaria para sus comidas. 

El testimonio de las víctimas permitió conocer a los investigadores que, cuando se producía algún tipo de complicación en las operaciones, les devolvían el dinero a cambio de que no denunciaran ni a las falsas sanitarias ni a la clínica. Las investigadas cobraban, según el tipo de operación, entre 1.200 y 4.000 euros. La clientela llegaba a la clínica, principalmente, de la publicidad que hacían en redes sociales, donde captaban a las víctimas para después ganarse su confianza.

 

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