Cada vez que el presidente Sánchez cede ante los separatistas, Emiliano García-Page hace una vistosa declaración ante las cámaras mostrando su descontento. Los telediarios recogen el suceso, los periódicos le dedican unas líneas y todas las tertulias del país lo comentan con entusiasmo. Acto seguido, Page vuelve a sus autonómicas labores y Sánchez a sus negociaciones de supervivencia.
Un corresponsal extranjero recién llegado podría pensar que este ciclo interminable es fuente constante de crisis políticas en el partido, sin darse cuenta de que, al contrario, produce una generalizada sensación de estabilidad. Hasta en la oposición hay quienes se contentan con cualquier atisbo, cierto o no, de que a Sánchez se le mueve el suelo donde pisa —¡la próxima vez seguro que será la buena!—.
A algunos votantes del PSOE, sobre todo de las provincias más castigadas por los privilegios autonómicos, el ritual les sirve para calmar un poco sus conciencias, así como para pensar que apoyan a un partido con vida interna donde caben la crítica y el debate —que se lo digan a Nicolás Redondo Terreros—; mientras que a los más fieles les vale para reforzar su adhesión al líder y a sus progresistas políticas, en contra de los descarriados que se atreven en público a cruzar palabras con dirigentes del PP e incluso con Aznar —¡habrase visto!—.
El PSOE acepta de buen grado la disidencia controlada mientras reporte beneficios, sobre todo si vienen en forma de mayorías absolutas, pues no abundan
Sánchez, tan práctico él, consigue así que tanto los votantes que tienen problemas con sus pactos como los que no, se vean representados bajo las siglas del partido, sin que el ruido sea un peligro serio. Por su parte, Page sale en televisión y revalida sin oposición interna su liderazgo a nivel regional. El PSOE acepta de buen grado la disidencia controlada mientras reporte beneficios, sobre todo si vienen en forma de mayorías absolutas, pues no abundan.
A pesar de ello, hay quienes creen que el presidente autonómico encarna una alternativa real a su secretario general; que aunque Zapatero se ha acabado alineando con Sánchez, figuras importantes del partido acabarán apoyando una suerte de línea originaria en unas primarias, y así el PSOE bueno volverá a gobernar. Quienes guardan tal esperanza olvidan que Pedro Sánchez no inventó los pactos con el separatismo, como tampoco el desigualitario sindiós autonómico o los privilegios regionales. De todo ello se encargaron las élites que organizaron la Transición y la Constitución de 1978, teniendo las del PSOE un papel protagonista.
Al ser preguntado sobre si se sentiría responsable en caso de que comenzara en Cataluña un proceso de ruptura con el Estado, respondió: «Dentro de diez años, España será más fuerte, Cataluña estará más integrada y usted y yo lo viviremos».
Por mucho que Felipe González o Alfonso Guerra se hagan los dignos en los medios, Sánchez no es más que un aprendiz aplicado que trata de superar a sus maestros. Ya lo intentó Zapatero con la reforma de los estatutos de autonomía, y al ser preguntado sobre si se sentiría responsable en caso de que comenzara en Cataluña un proceso de ruptura con el Estado, respondió: «Dentro de diez años, España será más fuerte, Cataluña estará más integrada y usted y yo lo viviremos». ¿Han visto ustedes a Zapatero agachar la cabeza o pedir perdón? ¿Y a González y Guerra por las nefastas consecuencias del entramado autonómico y de la legitimación del separatismo?
Sánchez no es un bache en el camino que trazaron los anteriores dirigentes del PSOE, sino su fiel continuidad, acaso reforzada por su falta de escrúpulos. Para que García-Page fuese una alternativa real a Sáchez, debería serlo también respecto de Zapatero y de Felipe González; una alternativa al PSOE mismo, en definitiva. Y no parece que sea el caso. Tanto monta, monta tanto.
JoseMa
28/03/2025 15:40
Totalmente de acuerdo con sus argumentos. Pero creo que valen igualmente para muchos dirigentes actuales del PP. Ahí tiene a Aznar sentando cátedra, después de haber cedido Educación a Pujol, entre otras infamias
Derry
28/03/2025 16:23
Para ser alternativa primero debería dejar de manosear a alcaldesas de buen ver y alejarse del gin tonic.
oscarpaya82
28/03/2025 17:45
Es el PP su mayor y publico apoyo. Son intereses comunes que han de defender.