Opinión

Paisaje en los mercados después del 'trumpazo'

La reacción de las bolsas mundiales evidencia que los inversores no se tomaron en serio las amenazas del presidente de los EE.UU.

  • Billetes de dólar -

Los índices de la bolsa estadounidense se desplomaron este jueves como no lo habían hecho en una única sesión desde el pánico por la pandemia de hace cinco años.Trump concretó ese famoso plan de aranceles que llevaba meses anunciando, de modo que cabe concluir que los inversores nunca creyeron que lo fuera a hacer y confiaban en que cambiara de opinión en el último momento. Es una extraña relación amor/odio la que tiene Wall Street con Donald Trump ya que celebró su victoria, marcó máximos tras su proclamación pero, desde entonces, reacciona mal a las políticas que está aplicando, cuando son las que tenía en su programa electoral. Baste un dato: 23 años llevaba Wall Street sin comportarse, en un trimestre, tan mal respecto al resto de bolsas mundiales.

Las bolsas europeas (y la china, y otras muchas) reaccionaron al revés que las estadounidenses: cayeron tras la victoria de Trump pero han tenido un primer trimestre muy alcista. Que los índices suban, aunque sólo sea por efecto de la inflación, es lo más habitual. No lo es que lo hagan con bastante fuerza (nuestro Ibex por ejemplo se revalorizó un 13,3% en el primer trimestre, aparte de los dividendos repartidos) con Wall Street bajando. Tampoco lo es que muchos índices que entran en su tercer año consecutivo de subidas sigan impulsándose, a pesar de que ni la economía ni la geopolítica ayudan, como es el caso del Dax alemán, que marcó máximos históricos. O el caso de los bancos cotizados españoles, con rentabilidades superiores al 30% en apenas tres meses (y eso que cerraron el trimestre recortando más del 5% desde sus máximos). 

Se deja atrás la extrema complacencia y pesa más el miedo a que la guerra arancelaria provoque una reducción de los beneficios empresariales por menores ventas y aumento de costes, a una bajada del crecimiento económico (e incluso recesión en algunos países), a una subida de la inflación

Era tan extraño que las bolsas del mundo no replicaran entonces los movimientos registrados en la primera del mundo, que parece tener más sentido las fuertes caídas bursátiles con las que ha empezado abril en todo el mundo después del 'trumpazo' que ha sacudido al planeta como un tremendo puñetazo en la cara.. Si hasta ahora parecía que Wall Street corregía los excesos, tras tantas alzas desde otoño de 2022, liderando las bajadas los valores tecnológicos más relacionados con la IA, que son los que más habían subido anteriormente, ahora parece que hemos entrado en una tendencia bajista clara y universal. De repente se deja atrás la extrema complacencia y pesa más el miedo a que la guerra arancelaria provoque una reducción de los beneficios empresariales por menores ventas y aumento de costes, a una bajada del crecimiento económico (e incluso recesión en algunos países), a una subida de la inflación e incluso a un empeoramiento de la geopolítica, ya que el comercio global siempre ha sido la mejor medicina contra las rivalidades y suspicacias entre países.

Las acciones no han sido el único activo que se ha comportado de forma volátil estos meses. Este 2025 nos ha proporcionado de momento un nuevo máximo histórico en la capitalización de las criptomonedas con el bitcoin eufórico por encima de 109.000 dólares el día de la proclamación de Trump cuando ahora apenas supera los 80.000; mientras Ether, la segunda cripto más popular, se desplomó un 46% en el primer trimestre. Sin tanta exageración de precio, el comportamiento del dólar también parece extraño puesto que ha bajado con fuerza desde noviembre para recuperar en las últimas semanas y estar en la actualidad más alto que en septiembre del año pasado. Hay más divergencias: la rentabilidad de la deuda estadounidense, a pesar de que la Fed no bajó tipos y de la amenaza para los precios al consumidor que suponen los aranceles, frenó su escalada en rentabilidad y acabó el trimestre casi plano, quizás como refugio ante las caídas de la bolsa.

Este incremento del presupuesto militar provocó que las cotizadas relacionadas con este sector tuvieran un trimestre espectacular (la española Indra marcó máximos históricos esta semana en medio del desplome generalizado), en contraste con el mal trimestre de las tecnológicas y de las automotrices

En la Eurozona, a pesar de las bajadas de tipos de interés del BCE, las rentabilidades de los bonos han subido, influidas por el anuncio de más emisiones debido al aumento del gasto en defensa. Este incremento del presupuesto militar provocó que las cotizadas relacionadas con este sector tuvieran un trimestre espectacular (la española Indra marcó máximos históricos esta semana en medio del desplome generalizado), en contraste con el mal trimestre de las tecnológicas y de las automotrices (de las más afectadas por los aranceles). Precisamente el peso de ambos sectores en el japonés Nikkei, lo ha llevado a una caída del 10,7% en el trimestre, siendo el de peor comportamiento de los grandes índices, superando incluso a la caída del Nasdaq. Lejos de rebotar, ambos también están siendo de los más bajistas en lo que llevamos de abril.

Caídas y rebrotes

Más allá de la bolsa, el crudo también ha estado muy volátil este 2025 aunque dentro de las materias primas lo que más destaca es la fuerte revalorización del oro, en máximos históricos. La plata, por contagio, y el cobre, así como el café, han tenido también fuertes subidas, y se puede decir que algo del dinero que ha salido de Wall Street se ha dirigido, además de a bolsas europeas, a materias primas. En cualquier caso, si nos centramos en el gran trimestre del oro (+20% tras un +27% en 2024), nos surgen dudas de por qué hay tanto apetito por un activo que se considera refugio a la vez que había tanta euforia en algunos mercados bursátiles. Los motivos que se dan para el auge del oro implican que hay miedo a un exceso de deuda, a un rebrote inflacionista, a las caídas bursátiles, a una complicación de las condiciones geopolíticas… es decir, que quienes han llevado al oro cerca de los 3.200$ son, teóricamente, prudentes. ¿Cómo casaba esto con tantas bolsas, como el Ibex mismo, con tan buen comportamiento? Es por eso que las caídas globales con las que ha empezado abril, con la excusa de un anuncio que teóricamente ya se debería haber descontado, no parecen tan irracionales, a pesar de su virulencia, como las subidas del primer trimestre, contradiciendo al movimiento bajista de Wall Street que, según parece ahora mismo, era el correcto dadas las circunstancias.

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