Internacional

El Papa 'invisible': Francisco se apoya en Parolin para rediseñar el futuro cónclave

Fenomenología de una Constitución Apostólica en entredicho que hoy necesita un quorum de dos tercios en los votos para lograr la ansiada 'Fumata Bianca'

  • Cónclave para elegir al Papa -

No hay día en que no surja una contra crónica sobre la salud del Papa y sus quehaceres vaticanos desde el Hospital Policlínico Gemelli. Surge siempre un lado anverso, oscuro, contracultural, con aroma complotista, fríamente calculador y especulativo que no hace sino distraer, nublar el paisaje. No se sabe muy bien dónde está la verdad, y si todo esto es simplemente un juego de poder, como afirman algunas fuentes cardenalicias salidas del vientre de San Pedro: “Cuando todos los días hay que rellenar un vacío informativo, se terminan inventando cosas, manipulándolas incluso”. 

Sí, puede que esté sucediendo esto, pero también todo lo contrario. Mientras, en esa encrucijada transversal, ha salido a la luz una cuestión nada desdeñable que está creando un revuelo importante, especialmente en el lado conservador del clero. Todo en una semana marcada por el inicio de la Cuaresma, en la que se leyó la homilía del Santo Padre el miércoles de ceniza. Un acto noble dedicado, precisamente, a la muerte, “algo que no debemos exorcizar”, escribía el propio sco, quien presuntamente -según reporta 'Il Messaggero'- habría iniciado los preparativos para modificar la Constitución Apostólica 'Universi Dominici Gregis', y así reducir el quorum necesario para la elección del futuro Papa.

El objetivo de esta hipotética enmienda -de dos tercios del sufragio se pasaría a la simple mayoría absoluta- sería dar celeridad a la Fumata Blanca, pero sobre todo asegurar un continuismo 'bergogliano' en un cónclave poco homogéneo. “Quiero comenzar diciendo que no nos esconden nada de su patología”, afirma a Vozpópuli Giovanna Chirri, histórica vaticanista que fue la primera en contar al mundo la dimisión de Benedicto XVI, anunciada en latín. “Lo siento por él, porque pende de un hilo. Creo que está padeciendo físicamente, y ahora me viene en mente lo que dijo en uno de sus primeros viajes internacionales. Su gran miedo no era la muerte, sino el sufrimiento. Respecto a lo de modificar el cónclave, te respondo lo que ya afirmó en 2024… Y es que no lo veía prioritario. Pensaba que ese mecanismo era eficaz, funcionaba bien. Ahora no sé si ha cambiado de opinión”, relata a la vez que pone en cuarentena los motivos que le llevarían presumiblemente a hacerlo. “sco no es así. Su modus operandi no es querer bajar el quorum para que haya más electores-cardenales de su línea progresista. Elegidos por él, para que nos entendamos. Me puedo equivocar, pero no le veo sentido. ¿Dónde está escrito que uno nombrado por Bergoglio tenga que seguir forzosamente con su línea, con su filosofía, su idea reformista de Iglesia? El Papa, intelectualmente hablando, sabe esto”. ¿Y si hablamos con el corazón? “Si su razonamiento mental no le llevaría a hacerlo, creo que el emotivo tampoco. No es la persona típica que desee condicionar el cónclave para obtener un beneficio. Su antecesor tampoco lo era”, explica sin recelo.

Sin la emisión de comunicado alguno, se trata de un simple rumor".

Una cosa está clara, y es que no se ha anunciado oficialmente nada al respecto. Sin la emisión de comunicado alguno, se trata de un simple rumor que parece tomar cuerpo ante la tremenda y perenne vacante en Santa Marta, al otro lado del Tíber. “Insisto. Con este mecanismo fue elegido él mismo, y también Ratzinger. Además, ya nos dijo que era apto, vigente”, añade Chirri, quien lo ve más como una maniobra de desestabilización externa que como un punto fuerte para comenzar a vertebrar -con ítems burocráticos y espirituales- su nuevo magisterio en la hermética Sixtina. 

Horizonte confuso

De momento, todo son cálculos con poca o nula sustancia. Lo curioso es que el núcleo duro más austero y anquilosado a la tradición comienza a sospechar al respecto. Sobre todo, porque hace dos años ya se especuló con la posibilidad de abrir las congregaciones generales (reservadas a cardenales electores y no) a otras figuras representativas de la Iglesia. Lógicamente, el eco de ese no rotundo al hecho aún resuena en las murallas Leoninas. Entonces tuvo que intervenir incluso el peso pesado de los juristas -cardenal Gianfranco Ghirlanda- para apagar el fuego vertido desde algunas webs ultraconservadoras como 'The Remnant Newspaper' o 'The Pillar'. “Falso todo”, llegó a decir para mitigar la cólera de algunos obispos también. 

Todo murió ahí… Hasta hoy, donde el purismo eclesiástico teme por una inminente aceleración que traiga este tipo de reformas en salsa conclavista. Un fantasma que no para de crecer, sobre todo porque son ya más de tres semanas que el viejo arzobispo de Buenos Aires no aparece públicamente. Un caldo de cultivo idóneo para que den inicio nuevos crucigramas, laberintos o conspicuos juegos de rol que no hacen sino acercar la Iglesia a la secularización, probablemente su gran temor. “El aire de sucesión papal ya es irrespirable”, publicó Luis Badilla, exdirector del portal Sismógrafo, en su 'newsletter' semanal. Un lacónico titular que descubre para luego esconder el pavor tradicionalista y reaccionario a que mengüe el famoso consenso de esta asamblea rojo y púrpura, hoy funcionante así: de los 137 electores que componen el Colegio Cardenalicio, es necesario alcanzar el quorum de 91 votos, número alto respecto a cónclaves precedentes compuestos por muchos menos cardenales. Lógicamente, la endiablada dificultad radica en la heterogeneidad de un cuerpo electoral que podría acrecentar exageradamente los tiempos vomitando humo negro, y eso es algo a evitar en una enorme maquinaria que necesita urgentemente coordenadas, directrices, argucias celestiales para no implosionar y hacerse añicos.

Una trampa que podría llevar hasta la autolesión".

En todo este universo de Cristo emerge una delicada letra pequeña. Una trampa que podría llevar hasta la autolesión. Arriba indirectamente de los Consistorios papales convocados por el mandamás argentino -incluso desde el hospital- con el fin de rediseñar la futura idea de Iglesia. Siempre pobre, misionaria y universal. Una nueva casa madre, nada mundana, a través de un mantra: afán por cambiar la geografía del Colegio para que se desprenda del disfraz 'italocentrista' y abarque otras latitudes remotas y olvidadas. Una matriz, una idea divina, cristiano-católica y filosófica sostenida en terrenos aún yermos y poco preparados al respecto. Por ahí percute el vademécum de su pontificado, inflexible en este sentido, aunque sometido a escrutinio constantemente. Porque sí, el riesgo es incurrir en una Torre de Babel donde la huida sea hacia ninguna parte. 

Alter ego

En medio de un mar plagado de conjeturas y elucubraciones hay algo que no se puede pasar por alto. Y es quién hace las veces de sco durante su exilio hospitalario, demasiado lejos de una cátedra de Bernini que se descubre vacante, quizás más que nunca. No será sencilla la elección de un heredero -ahora o más adelante- en medio de tantas reformas efectuadas, muchos frentes abiertos y un futuro cónclave 'made in' Bergoglio, quien podría terminar de expugnar pacíficamente la ley de 2/3 requeridos para la mayoría, introducida otrora por Paolo VI y derogada posteriormente por Juan XXIII, el Papa Bueno (Wojtyla, en el 78, fue Papa en el octavo escrutinio con la regla del 2/3 más uno).

La maraña es importante. Tocará ver cómo se cose con esta madeja, y quién -de dilatarse más su ausencia- toma definitivamente el mando como alter ego. De momento, según el orden jerárquico y de praxis, fue el cardenal Parolin quien oficializó la primera misa del Rosario en Plaza San Pedro por la salud del Papa, acto donde acudieron todos los cardenales residentes en Roma. Es él quien está más cerca de Su Eminencia en estos momentos tan sumamente delicados.

De momento, el anillo del Pescador está bastante bien fijado".

“Mientras siga vivo, mantiene sus poderes. No delega en nadie. De seguir imposibilitado para presidir ceremonias externas, creo se deberán posponer. Por ejemplo, la canonización de Carlo Acutis, prevista para mayo. Piensa que sólo el Papa puede proclamar santo a alguien. Respecto a todo lo demás, sus colaboradores le exponen situaciones, pero él decide todo. Parolin es secretario de Estado, y tiene el poder que le corresponde como tal. Nada más. La enfermedad, de momento, no impide a Francisco examinar documentos y seguir trabajando, aunque menos que antes”. Las palabras con las que se despide Giovanna Chirri anuncian que, de momento, el anillo del Pescador está bastante bien fijado, y el pulso del catolicismo sigue con vida. Una vida que camina con sandalias. Suave, suave para no languidecer en medio de una tormenta sombría llena de birretes.

Apoya TU periodismo independiente y crítico

Ayúdanos a contribuir a la Defensa del Estado de Derecho Haz tu aportación Vozpópuli