Política

Un histórico letrado del Congreso denuncia en el Consejo de Estado el “rampante desprecio al Derecho” en España

El desprecio al derecho de "ciertos sectores de nuestra sociedad y de nuestro Estado" defiende que es impulsado por una "marejada del populismo"

  • Su Majestad el Rey recibe a Luis María Cazorla Prieto, en 2019 -

"Llego al Consejo de Estado con una honda preocupación: el rampante desprecio al Derecho que va tomando cuerpo hoy en ciertos sectores de nuestra sociedad y de nuestro Estado", así mostraba Luis María Cazorla Prieto (1950), doctor en Derecho y catedrático de Derecho Financiero, su preocupación por la etapa actual que atraviesa España.

En un acto cargado de solemnidad y significado, además de una emoción palpable, Luis María Cazorla Prieto tomaba posesión, este jueves, de su asiento en el Consejo de Estado, máximo órgano consultivo del Gobierno de España. El discurso pronunciado por Cazorla, además de mostrar el habitual agradecimiento y emoción por sentarse en esta institución estuvo marcado por un férreo llamamiento de la defensa del respeto al Derecho.

El que fuera histórico letrado del Congreso y, actualmente, secretario general del consejo de istración de Bolsas y Mercados Españoles, Luis Cazorla, tomó ayer posesión como miembro del Consejo de Estado, y durante su discurso denunció "el rampante desprecio al Derecho que va tomando cuerpo hoy en ciertos sectores de nuestra sociedad y de nuestro Estado".

Refutó varias opiniones, que bajo su punto de vista, son "desacertadas" y que contribuyen a este fenómeno: la idea de que los juristas son solo conservadores  y reacios al cambio, justificando que aquello de lo que se huye es el caos y el desorden; que el Derecho es un obstáculo para el progreso, cuando es la "mejor garantía"; que no hay que exagerar los efectos de normas defectuosas; que el Derecho es solo una forma sin valores, cuando la Constitución de 1978 superó esto; y que impone cortapisas indeseables a la voluntad política, cuando, para Cazorla es el cauce para avances perdurables.

"Como fruto de todo esto y de otros factores en los que no me puedo adentrar, las olas del desprecio al Derecho van llegando a la playa de la seguridad jurídica con consecuencias deplorables y lo hacen impulsadas por la marejada del populismo en su vertiente jurídica"

Este desprecio, decía Luis Cazorla, es impulsado por la "marejada del populismo en su vertiente jurídica", afectando gravemente a la seguridad jurídica. Citando a Darío Villanueva, aludió al auge de opciones basadas en "pulsiones emotivas". Frente a esta "insania", proclamó su "creencia radical en el respeto al Derecho" como el instrumento "más adecuado e imprescindible" para la "resolución pacífica y razonable de los conflictos".

La satisfacción de entrar en el Consejo de Estado radica precisamente en la posibilidad de ponerse al servicio de esta creencia en uno de los "baluartes del Derecho" de nuestro Estado de Derecho. Consideró la institución una "Corporación donde reina la excelencia jurídica", algo especialmente valioso en tiempos donde "todo lo más noble parece estar sujeto a la degradación y a la parodia" y la "mentira se convierte en lo que ha de ordenar el mundo", según citas de Antonio Muñoz Molina y Frank Kafka.

"El entendimiento del Derecho en el que tanto comulgo no es estático, es evolutivo, cercano a las transformaciones sociales y a los atemperamientos políticos, atento a la realidad social entendida en sentido amplio sobre la que reposa la norma jurídica ya existente o en camino de serlo"

Su entendimiento del Derecho es "evolutivo", cercano a las transformaciones sociales y atento a la "realidad social y política". Reflexionó sobre la Constitución de 1978: firme defensor de la Carta Magna,  pero no con un entendimiento "pétreo" ni "Constitución-chicle". La evolución tiene un límite en la "Constitución principal" o núcleo sustancial inalterable sin desfigurarla, concepto atribuido a Miguel Herrero de Miñón. Citando a Eric Vuillard, subrayó que el Derecho constitucional "cierra el camino tan poderosamente como un tronco de árbol" para los "auténticos hombres de Estado", o al menos, "debería cerrarlo".

La brevísima tercera parte del discurso se centró en la conclusión13. El orador expresó su temor de haber vulnerado la regla de la brevedad. Finalizó poniendo su ilusión, trayectoria, conocimientos y la capacidad de escucha al servicio "incondicional" del Consejo de Estado, subrayando la imparcialidad y el sentido institucional. Reafirmó su creencia y defensa del Estado de Derecho, con el Consejo como pieza fundamental.

Luis María Cazorla Prieto, amplia trayectoria en el Derecho

Luis María Cazorla es licenciado en Derecho por la Universidad Complutense de Madrid, además de doctor en Derecho, con premio extraordinario, por la misma institución. En 1974, accedió al Cuerpo Superior de Abogados del Estado y, después, al Cuerpo de Letrados de las Cortes Generales. En 1981 pasó a ser inspector de los Servicios del Ministerio de Economía y Hacienda, siendo el número uno de su promoción.

En la actualidad es secretario general del consejo de istración de Bolsas y Mercados Españoles, vicepresidente del consejo de la editorial Aranzadi Thomson Reuters, siendo, y también, desde 2010, académico de número de la Real Academia de Jurisprudencia y Legislación. Asimismo, es catedrático de Derecho Financiero y Tributario de la Universidad Rey Juan Carlos, árbitro de la Corte Española de Arbitraje y del Tribunal de Arbitraje de la Contratación Pública (TACOP) y Socio director de Cazorla Abogados.

Luis María Cazorla posee una extensa carrera profesional. A lo largo de los años, ha desempeñado diversos cargos, entre ellos: director general del Gabinete Técnico del Ministerio de Hacienda (1979-1981), secretario de la Junta Electoral Central (1982-1988), integrante de la Comisión Jurídica del Comité Olímpico Internacional (1999-2002), primer vicepresidente del Comité Olímpico Español (2005-2007), y secretario general y del consejo de istración de Madrid 2012.

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