Política

La farsa de la universidad privada destapa las vidas cruzadas de Sánchez y Feijóo: uno, "pijo"; otro, "humilde"

El presidente del Gobierno carga contra los centros de pago, a pesar de que se formó en ellos; el líder del PP, que estudió en la pública, los defiende

  • Feijóo y Sánchez, en una imagen reciente en la Moncloa. -

Sucedió el pasado martes, en el programa de televisión Espejo Público. La escena es la siguiente: a cuenta de la polémica abierta por los recientes ataques del Gobierno a la universidad privada, Susanna Griso, en mitad de una entrevista con Alberto Núñez Feijóo, rescata de la hemeroteca una entrevista que le hizo al Pedro Sánchez secretario general del PSOE, a secas. Mucho antes de llegar a la Moncloa, incluso de ser defenestrado por su propio partido. Ambos aparecen en unas escaleras y mantienen un diálogo distendido, amable, personal. La periodista le pregunta por su formación, el presidente responde. 

- Tu padre pedía créditos para que estudiarais fuera, para que estudiarais inglés.

-¿Cómo lo sabes? 

- Pero tú mismo reconoces que no aprovechabas mucho.

- Es que me mandaban a Irlanda... 

- Claro, te encontrabas con muchísimos españoles y, además, tenías que tener la cabeza para otras cosas en ese momento más que para aprender idiomas. 

- Era testosterona pura (carcajadas sonoras).

- Pero los aprendiste.

- Hablo inglés, hablo francés y me gustaría aprender italiano. 

Feijóo observa el vídeo en silencio. Acto seguido, Griso le recuerda que, a diferencia de Sánchez, él no habla inglés. Entonces, el presidente del PP echa la vista atrás sobre su infancia y reconoce: "Verá usted, mi padre era un cargador de obra y le agradezco mucho que me mandara a un colegio bueno, interno, el de los Maristas de León. Y, después, que hubiese sido de las pocas personas en mi familia, mi familia grande, amplia, que haya ido a la universidad. Es verdad que si mi padre me hubiese mandado a Irlanda pues a lo mejor hoy podría hablar inglés". 

Haciendo gala de su origen humilde, el jefe de la oposición celebró que el presidente que hable inglés y, puestos a comprar, añadió: "Lo que pasa es que me gustaría que se dedicase un poco más a los problemas de los españoles. Y yo es a lo que me he dedicado toda mi vida, y en eso sí que le gano por muchas ventajas". Feijóo es funcionario de carrera y a pesar de que ha recibido ofertas del sector privado, nunca ha dado el salto. Desde la istración autonómica, donde formaba parte del Cuerpo Superior, pasó directamente a la política, ocupando cargos más técnicos: secretario general en distintas consellerías de la Xunta, presidente del Insalud y de Correos. 

Las vidas de Sánchez y Feijóo

A diferencia de Sánchez, criado en Madrid, educado primero en un colegio privado de Chamartín, el Santa Cristina; luego en el instituto público Ramiro de Maetzu, con aprendizaje en inglés gracias a los cursos veraniegos a los que suelen ir los niños "pijos" en Irlanda, y licenciado y doctorado en sendas universidades privadas; Feijóo, salvo la educación primaria, que pasó en un internado de los Maristas en León por el que sus padres pagaron "poco" -según matizan en su entorno-, ha recibido el grueso de su enseñanza en la pública: hizo el COU en un instituto en Ourense y cursó Derecho en la Universidad de Santiago. 

Nieto de Eladia, propietaria de una tienda de ultramarinos que heredó su madre, Feijóo siempre ha reivindicado su origen humilde. El otro día, de hecho, no tuvo reparos en reconocer que el padre de Sánchez "tenía una situación económica mejor" que el suyo. Aunque eludió hacer la comparación desde un complejo de clase: "Yo no voy a entrar a decir, 'esto no es justo'. Oiga, la vida, es lo que es, y yo estoy muy orgulloso de mi formación y de mi experiencia y felicito al presidente del Gobierno por hablar inglés y francés". 

Lo cierto es que, como si sus vidas se cruzasen, Sánchez ahora atenta contra la Universidad Privada, mientras que Feijóo trata de protegerla. "Nosotros defendemos que cada uno estudie donde le dé la gana sin que el gobierno le estigmatice e insulte", zanjan en la cúpula popular. En los últimos días, buena parte de la contienda política ha estado relacionada con las polémicas palabras de María Jesús Montero, que acusó a todos los que cursan estudios en centros privados de comprarse los títulos. 

La frase completa: "La universidad privada es la principal amenaza que tiene la clase trabajadora para dar un horizonte de esperanza en esa familia que sólo a través del esfuerzo y el conocimiento van a subir escalones en la escala social. No podemos permitir que alguien se compre el título y la formación compitiendo con el hijo del trabajador que no puede comprarse un título y tiene que tener una beca para poder estudiar. No lo podemos consentir".

Si el pasado fuera vinculante, tendría que ser Sánchez, y no Feijóo, quien censurase a su vicepresidena. Pero ha sido al revés, como tantos elementos en esta historia. Sánchez, el niño que, a juzgar por su trayectoria, procede de un entorno familiar más acaudalado, es quien hoy se presenta como adalid del progresismo, salvador de las clases obreras. Feijóo, que nació en el seno de una familia humilde, es a quien la izquierda trata de mimetizar con los "poderes económicos", las clases pudientes. 

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