La baja de Cecilia Herrero, concejal de Vox en el Ayuntamiento de Valencia añade incertidumbre al equipo de gobierno liderado por los 13 ediles del Partido Popular. Lo cierto es que este movimiento deja en el aire el apoyo a la alcaldesa de la ciudad, María José Catalá, porque tanto la edil como su pareja, el recientemente expedientado por el partido de Santiago Abascal, Juanma Badenas, se encuentran en la actualidad fuera de la disciplina de voto del partido. Y, además, con una indignación contenida que puede afectar gravemente a la gobernabilidad en el consistorio.
La edil de Vox en el Ayuntamiento de Valencia ha pedido la baja voluntaria de militancia en el partido tal y como ha comunicado en la red X, antigua Twitter, donde cuenta que dará a conocer los motivos en una rueda de prensa este lunes. Su pareja ya ha asegurado que las acusaciones son "un burdo montaje", como ha informado durante estos días Vozpópuli.
Adjudicación bajo sospecha
La decisión de Herrero se produce días después de que Juanma Badenas haya sido suspendido cautelarmente de militancia por presuntas irregularidades en una adjudicación de la fundación municipal que presidía, Valencia Activa.
Herrero, que es pareja sentimental de Badenas, ha afirmado que pidió la baja de militancia en Vox el pasado 6 de marzo a las 13:09 horas, y ha convocado a los medios de comunicación este lunes a las 12 horas para informar de los motivos que le han llevado a tomar esta decisión.
Con estas dos bajas, el grupo municipal de Vox, socio de gobierno del Partido Popular, pasa de tenerb cuatro ediles a quedarse con dos: José Gosálbez –quien ha asumido las funciones de la portavocía tras decidirlo así la dirección nacional del partido– y Mónica Gil.
La alcaldesa de Valencia, María José Catalá, acometió el pasado martes una reestructuración del Ejecutivo municipal para adaptarlo a la salida de Badenas del Gobierno, en la que entre otros cambios sumó a Cecilia Herrero las competencias del área de Emprendimiento y las delegaciones de Parques y Jardines.
El pleno del Ayuntamiento de Valencia está formado por 33 concejales, donde hasta la semana pasada los 13 del PP y los 4 de Vox sumaban 17 votos, uno más que los 16 de la oposición (9 de Compromís y 7 del PSPV-PSOE).
Nueva redistribución
Con la decisión de Herrero de dejar Vox, que se produce mientras el partido sigue resolviendo de manera definitiva el expediente disciplinario abierto a Badenas, la alcaldesa de Valencia tendrá que acometer una semana después una nueva redistribución de las competencias en el Gobierno local.
La gobernabilidad del Ayuntamiento de Valencia pasa actualmente por los 13 ediles del PP y los 2 de Vox (a la espera de si Badenas y Herrrero deciden mantener su acta como conecejales no adscritos) frente a los 9 de Compromís y 7 del PSPV. La suspensión de Badenas dejaba en un empate de fuerzas al PP y los 3 ediles de Vox con la oposición, que ahora su pareja deshace. De este modo, cada iniciativa del equipo de gobierno nacerá en minoría y todas las decisiones pasarán por el criterio de los ex de Vox.