Ikea, Leroy Merlin, Inditex o algunos super regionales ya están preparándose para afrontar las consecuencias de la posible reducción laboral que quiere sacar adelante el Gobierno (aunque no cuente con los apoyos suficientes para ello). Ante la amenaza de lo que pueda pasar en el futuro, las grandes empresas del sector del retail y gran consumo ya se están blindando y están adelantando medidas que les permitan reducir el impacto de la medida en el hipotético caso de que se aplique.
Aunque la reducción de jornada laboral tiene muy difícil salir adelante en el Congreso de los Diputados por falta de apoyos, el debate ya está enraizado en el seno de la sociedad y es posible que antes o después se termine implantando la medida. Al menos, eso es lo que creen en el sector; y ya actúan en consecuencia a ello.
Los últimos grandes en sumarse a esta serie de medidas para adelantarse a la posible aplicación de la reducción de jornada han sido los gigantes de bricolaje y productos del hogar Ikea y Leroy Merlin.
Este último ha acelerado en la carrera por la mejora de las condiciones de los trabajadores y esta semana ha anunciado un "acuerdo histórico" con los sindicatos para implementar un conjunto de 17 medidas orientadas a mejorar la conciliación y las condiciones laborales de su plantilla. El acuerdo entrará en vigor el próximo 1 de julio.
En su caso, no es una reducción de jornada tal y como la plantea el Ministerio de Trabajo, sino una "compactación de jornada", tal y como explica Fetico, el sindicato mayoritario en el grupo y que ha impulsado la medida a Vozpópuli. Esto consiste, entre otras cosas, en la disposición de dos días libres al mes, lo que representa hasta 12 días libres adicionales al año.
Además, han anunciado un proyecto piloto para explorar nuevas fórmulas horarias "más sostenibles", como el adelanto del cierre entre semana durante el invierno o la reducción de domingos trabajados.
Los gigantes del consumo se adelantan a la reducción de jornada
Leroy Merlin se ha sumado así a Ikea, que hace poco más de dos semanas anunció también una reducción de su horario comercial en sus tiendas en España, con el objetivo, dicen, de mejorar la conciliación entre la vida laboral y familiar de la plantilla de la multinacional sueca.
Quién ya ha aplicado definitivamente la jornada de 37,5 horas es Alimerka, el supermercado de origen asturiano y líder regional. Lo curioso de este caso es que forma parte de Asedas, la patronal del sector que ha rechazado con dureza la aplicación de la reducción de jornada.
El gran gigante de la distribución textil, Inditex, también está realizando algunos movimientos en este sentido, ya que en julio de 2024 cerró un acuerdo con CCOO para recortar los horarios de su personal de tienda a partir de este año. Sin embargo, este apenas afectará a los trabajadores, ya que solo afecta a aquellos que tengan más de 55 años.
Mercadona, el otro 'rey' del gran consumo en España, también ha anunciado en repetidas ocasiones que reduciría la jornada, aunque por ahora no ha dado ningún paso en firme. Años antes, también se habían sumado al carro de la reducción de la jornada otras empresas como Carrefour o Lidl, aunque por ahora solo en Francia.
Los expertos del sector explican que todos estos movimientos son una señal de la preparación que los grandes del sector están haciendo para esquivar las consecuencias de una reducción laboral cuanto menos polémica.
"Aunque en principio estás medidas las toman para adaptarse a las exigencias de la sociedad, lo cierto es que si efectivamente se termina aplicando la reducción, antes o después, quienes ya se hayan preparado para ello lo tendrán más fácil. Y esa es la tendencia del sector: prepararse para que el golpe no sea tan fuerte", explican fuentes sectoriales a este periódico.