Economía

Bruselas ‘palpa’ pesimismo en España pese a los datos económicos récord

La situación económica y la vivienda se perciben como los principales problemas en España, reflejando un desacople entre la 'macro' y la realidad de los hogares

  • Varias persona hacen cola para recibir productos de primera necesidad donados, -

El desacolpe entre la 'macro' y la 'micro' en España cala en las encuestas. España creció un 3,2% en 2024, destacando entre sus socios europeos, y el mercado laboral sigue batiendo récords. Sin embargo, en el último Eurobarómetro que ha realizado la Comisión Europea, la situación económica se señala como el primer problema del país, junto a la vivienda

Es el único país de la Unión Europea en el que la situación económica se posiciona como la primera problemática a nivel nacional, la más mencionada. Respecto a la última encuesta de noviembre, ha pasado de la cuarta posición a la primera. En la mayoría de los Estados la principal preoupación de sus ciudadanos es la inflación, el aumento de precios.

De hecho, cuando se pregunta a los españoles cómo juzgan la situación actual de la economía española, la mayoría de los encuestados (un 60%) tiene una visión negativa. El resultado está alineado con el promedio de la Unión Europea, en un contexto en el que la economía española crece tres veces más (el PIB promedio de la UE avanzó un 1% en 2024). 

Hay que tener en cuenta que una parte del fuerte crecimiento de la economía y del empleo en España viene dado por el crecimiento de población por la inmigración. Hay más personas trabajando y, por tanto, produciendo y consumiendo, pero la productividad no crece tanto. En este sentido, el Producto Interior Bruto (PIB) per cápita avanza más lentamente (un 2,2% en 2024).

En la última memoria del Consejo Económico y Social de España (CES), publicada este martes, se advierte de que "los niveles de vulnerabilidad social" en España "siguieron siendo elevados" en 2024 pese al crecimiento económico y del empleo, y pese a la mejora de la renta real disponible de los hogares por la moderación de la inflación y la bajada de tipos de interés. 

Las condiciones de vida no mejoran para todos

El empleo no siempre logró garantizar ingresos suficientes para salir de las situaciones de pobreza; el descenso de la desigualdad fue insuficiente, especialmente en relación con la mejora económica; y los indicadores de riesgo de pobreza y desigualdad se mantuvieron en niveles elevados, como también la proporción de hogares con problemas de carencia material.

En 2024 el riesgo de pobreza y exclusión social (AROPE) bajó 0,8 puntos porcentuales, afectando aún al 25,8% de la población. Son 5,5 puntos más que el promedio de la UE. Además, la pobreza infantil volvió a crecer en 1,2 puntos pese a la mejoría económica: un 34,7% de los menores de 16 años estaba en riesgo de pobreza, 10 puntos por encima de la media europea. 

En este sentido, el organismo consultivo del Gobierno alerta de que la mejora de las condiciones de vida de la población en el contexto de crecimiento económico y del empleo que viene registrando España en los últimos años "no está siendo generalizada", sino que "sigue manteniendo al margen a capas importantes de la sociedad".

Esto, en su opinión, "no se corresponde con los niveles de desarrollo del país ni con los principios sociales del marco comunitario". Los principales escollos se encuentran en la dificultad de a la vivienda -calcula que faltan 850.000 viviendas de alquiler social para igualar los niveles de cobertura europeos- y en la ausencia de políticas dirigidas a lograr mayores avances sociales. 

"¿Por qué esta mejora en términos de renta no se trasladan a las condiciones de vida del conjunto de la poblacion española? Es que la vivienda está actuando como un enorme agujero negro que se traga la mejora de rentas de la economía y las políticas sociales no permiten mejorar sus condiciones de vida", lamenta Antón Costas, presidente del CES.

Además de los problemas de vivienda, también destacan otras debilidades que empañan los buenos datos macroeconómicos, como son el elevado desempleo, la atonía de la inversión, el insuficiente avance de la productividad, o la elevada ratio de deuda pública sobre PIB. Indicadores en los que España todavía sale mal parada en comparativa europea. 

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