Tecnología

Olvida Silicon Valley: el próximo imperio de la IA nacerá en el desierto

Arabia tiene un plan y 140.000 millones de dólares para dominar el futuro de la Inteligencia Artificial

  • Imagen creada con IA (GROK)

En los desiertos de Arabia se gesta ya la tormenta perfecta para la explosión de la Inteligencia Artificial (IA), una tecnología que será tan disuasoria como hoy lo es la nuclear. De hecho, su potencial de amedrentamiento será, si cabe, mayor del conseguido hasta la fecha mediante la doma del átomo.

Arabia aspira a ser otra de las potencias mundiales de la IA, con permiso de Estados Unidos y China, aunque de momento el país de los desiertos lo hace sin levantar polvo alguno.

El silencio, la prudencia, fue también su mejor aliado para entrar en Telefónica. Cuando el operador español y el Gobierno de nuestro país -según las versiones dadas hasta ahora- se dieron cuenta, la familia saudí ya se había hecho casi con el 10% del operador español.

Esta misma táctica es la que está utilizando para abrirse paso en la carrera por liderar la Inteligencia Artificial. Arabia Saudí tiene un plan diseñado al milímetro para estar entre los países de referencia en esta tecnología, llamada a ser una de las grandes revoluciones industriales, como lo fue en su día la rueda, el tren de vapor o, ya más cerca a nuestro tiempo, Internet.

La familia real del país no solo quiere crecer de forma orgánica, también lo hará mediante la compra de empresas del ramo en todo el mundo

La estrategia se enmarca dentro del proyecto Visión 2030, un plan con el que el se pretende diversificar su economía más allá del petróleo, apoyándose en la tecnología como aliado.

Dentro de esa hoja de ruta hace solo unas horas se anunciaba el lanzamiento de Humain, una empresa estatal con el objetivo de competir con ChatGPT o DeepSeek, pero haciéndolo desde el trampolín que dan las lenguas árabes, aunque será solo el principio, no nos llevemos a engaño, ya que se traducirá a otros idiomas.

Quien en la práctica está detrás de Humain es PIF, el fondo soberano de la familia real saudí y principal accionista de Telefónica desde septiembre de 2023. Van en serio: Humain ha firmado acuerdos de relevancia con compañías como Nvidia, AMD, Amazon Web Services y Qualcomm, y planea conseguir una capacidad de centros de datos de 6,6 GW para 2034. Es decir, quieren disponer de mucha potencia energética para realizar cualquier tipo de cálculo, porque, aunque algunos no lo saben, los GW son el petróleo que mueve los datos. De ellos depende su velocidad, y de la velocidad de la algoritmia depende la competitividad, y de este último concepto el posicionamiento de un país respecto al resto del mundo.

Estos planes no son improvisados. Todo comenzó un año antes de la pandemia, cuando Arabia Saudí creó la Autoridad Saudita de Datos e Inteligencia Artificial (SDAIA), el organismo encargado de implementar la estrategia nacional de IA.

Arabia Saudí quiere comprar start-ups de IA

Pero la familia real del país no solo quiere crecer de forma orgánica. También lo hará mediante la compra de empresas del ramo en todo el mundo.

Sus fuertes reservas de petróleo serán en buen medida el resorte para levantar 100.000 millones de dólares que se invertirán en iniciativas relacionadas con la Inteligencia Artificial, además de la creación de un fondo específico adicional de 40.000 millones para la absorción de compañías especializadas en Inteligencia Artificial, el desarrollo de centros de procesamiento de datos y también el impulso de acuerdos con fabricantes de chips. Todos ellos son sectores clave para el desarrollo de la IA.

Es cierto que la siembra se ha hecho sobre un desierto, pero abonada de ingentes cantidades de petróleo que permitirá a los algoritmos crecer como setas

Esos dineros también servirán para crear aplicaciones prácticas en diferentes sectores de actividad del país: defensa, sanidad, educación… y para estimular la investigación. El plan ya está en marcha.

En resumen, Arabia Saudí está sembrando en todas las áreas de influencia de donde bebe esta tecnología para medrar, todo con el objetivo de batirse el cobre con Estados Unidos, China y la India que, sin permiso de Europa -apréciese la palabra ‘sin’-, son quienes están llamados a liderar el sector a escala mundial.

Al abrumador volumen de inversiones con las que se ha armado Arabia para ser una de las superpotencias en Inteligencia Artificial se debe sumar la particular idiosincrasia del mundo árabe, con costumbres muy particulares, lenguas únicas aunque bajo un mismo paraguas, y sobre todo la fidelidad a lo propio, a lo que pertenece a su mundo, a lo que será una IA personalizada. 

Es cierto que la siembra se ha hecho sobre un desierto, pero abonada de ingentes cantidades de petróleo que permitirá a los algoritmos crecer como setas. Al tiempo.

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