La sensación de inseguridad se desató la pasada Navidad en Rivas-Vaciamadrid, concretamente en el barrio de La Luna. La Guardia Civil ha detenido a los dos presuntos responsables de un total de 18 robos cometidos durante las fiestas en el interior de viviendas unifamiliares. Los autores saltaban la valla de los domicilios por la noche y se centraban en los vehículos aparcados en el interior de las parcelas.
Los causantes de estos hechos son dos jóvenes españoles de 18 y 19 años que ya tenían antecedentes por delitos de tráfico de drogas y robos con fuerza, según informan fuentes de la Comandancia de la Guardia Civil de Madrid. Ahora, se les imputan 18 delitos de robo en viviendas.
El operativo de la Guardia Civil, bautizado con el nombre de Habitat Rookie, se inició a finales del año pasado, cuando se recibieron un total de 18 denuncias por ese mismo número de robos. Los hechos se habían producido entre los días 24 y 27 de diciembre, y todos se concentraban en viviendas unifamiliares del barrio de La Luna, en el municipio de Rivas Vaciamadrid. Estos robos ocasionaron una fuerte alarma social y sensación de inseguridad entre los vecinos de la zona.
Todas las manifestaciones de las víctimas coincidían en cuanto al modus operandi de los ladrones. Actuaban de noche y saltaban la valla perimetral mediante escalo para posteriormente hacerse con los objetos que se encontraban en las parcelas delanteras. Buscaban, principalmente, efectos de valor en el interior de vehículos que se encontraban abiertos.
Diez robos en una noche
La Guardia Civil destaca la "gran actividad delictiva" de los autores, que llegaron a robar en el interior de diez domicilios en una misma noche. Tras recibir el total de 18 denuncias, los agentes iniciaron las pesquisas y, finalmente, pudieron identificar y localizar a los dos responsables de los robos, que eran vecinos de la localidad afectada. En la investigación resultaron claves las imágenes de las cámaras de videovigilancia de algunas de las viviendas donde se habían producido los robos. Ambos jóvenes actuaban encapuchados y ocultando su rostro con mascarillas, lo que dificultó a los agentes su identificación.
Durante la práctica de las detenciones también se le intervino a uno de los autores diversa documentación que había robado en otro hecho delictivo y que había sido utilizada para cometer un delito de estafa. Por este motivo, los agentes le atribuyeron la imputación de un delito de hurto y otro de estafa en grado de tentativa.
