Rusia es uno de los estados más grandes del mundo. Eso permite grandes desigualdades a lo largo del país, con zonas de pobreza extremas y otras de lujo desenfrenado. En una época de guerra, donde después de 3 años de ‘invasión’ a Ucrania todavía Rusia no logra terminar la “operación relámpago” comenzada en febrero del 2022, el estado de Putin trata de convencer esa parte de población que está muy lejos de los centros de poder. En la infinita periferia rusa hay muchos jóvenes que por un salario de ‘soldado’ podrían cambiar su destino y el de su generación.
«Prisoediniasya k SVOim». Unéte a los tuyos. “SVO” significa Operación Militar Especial. Así comienza la publicidad del ejército para reclutar nuevas fuerzas. Estos tipos de mensajes se encuentran en todas partes, como en paradas de transportes públicos, edificios en construcción. Desde el comienzo de la guerra el país necesita más personas en el ejército.
Las ‘tarifas’ de guerra cambian en cada región de Rusia
Lo verdaderamente importante, las cifras, están escritas al lado de la publicidad: ganancia anual de 5.520.000 de rublos a subir. Al cambio actual serían casi 59 mil euros. Si mueres en guerra, tus heredes reciben un total de 143 mil euros. Para la mayoría de los rusos eso significa muchísimo, sobre todo en las zonas más pobres, donde el sueldo de un profesor alcanza los 418 euros mensuales. Los voluntarios, de esa manera, intentan regalar una vida más digna a la familia y en caso de muerte, garantizarle el equivalente de 28 años de sueldo de un profesor ruso. Como si el salario representase un anestésico contra el riesgo de morir en guerra.
A la firma, un ruso entre los 18 y 65 años de edad, recibe una cifra de 2,3 millones de rublos, alrededor de 24.600 euros. El Ministerio de Defensa pone 400.000 rublos como cifra inicial para todos y el resto lo decide la región de proveniencia. Una vez entrado en el ejército, la mensualidad es de 2.250 euros más una recompensa de 530 euros.
En la república de Bashkiria, a los pies de los Urales, es posible ganar un total de 3,4 millones de rublos, casi 37 mil euros. De hecho esta región entra en las primeras tres por contratos firmados. En la región de Kaluga se ‘gana’ 27 mil euros. La región de Samara había tocado un pico de 4 millones de rublos (42 mil euros), pero luego se arriesgó a la quiebra y tuvo que ‘arreglar’ los precios.
Las tarifas de guerra no terminan aquí: por cada día de participación en “acciones activas ofensivas” se pagan hasta 50.000 rublos (500 euros), lo mismo se paga por cada avance de un kilómetro cuando se forma parte de tropas de asalto. 500.000 rublos (5.300 euros) es la cifra para quien destruye un tanque Leopard, Abrams o Challenger y un millón de rublos (10.600 euros) para los que capturen uno de los medios mencionados o una instalación de lanzamiento Himars.
El gobierno también se encarga de pagar en caso de lesión en guerra: un millón para una lesión ‘mediana’, 3 millones (32 mil euros) por una herida grave, a la cual se añade otro millón en caso de invalidez confirmada. En caso de desgracia, el estado paga a la familia 5,1 millones de rublos (56 mil euros) más 5,2 millones de indemnización adicional y otros 3,4 millones de indemnización única a partes iguales a cada familiar del caído, según el programa de seguro estatal firmado en el momento del alistamiento. Al final de las cuentas la vida de un ser querido vale 13 millones de rublos, 143.000 euros, más una pensión de supervivencia.
La estrategia de Moscú funciona: más de cien soldados reclutados por día
“Todo tiene un precio”, y parece que la vida también. En este caso, la estrategia rusa parece funcionar, porque el expresidente Dimitri Medvedev ha confirmado que en 2024 el ritmo de reclutamiento ha sido de más de mil personas por día. Un total de 450.000 personas más que han querido entrar en el ejército ruso, una cifra récord: “Tenemos que mantener esos números también en 2025”, afirmó Medvedev. Desde el comienzo del mes hasta el 10 de abril, solo en el centro de alistamiento de Yablochkov se unieron otras 993 personas.
Entre la élite moscovita, todo el mundo está de acuerdo en que la única vez que Vladimir Putin se tambaleó fue en septiembre de 2022, cuando se vio obligado a declarar la movilización parcial. Para no recaer, el Kremlin gasta cantidades inimaginables de dinero en reclutar nuevos soldados. Pero para evitar un desastre presupuestario inmediato, hace recaer la carga del gasto en los gobiernos locales.
Actualmente, no existen estimaciones oficiales de los soldados rusos caídos en el frente. Los sitios más fiables que se ocupan de esta triste contabilidad estiman que, en términos porcentuales, la mayor pérdida corresponde a los soldados procedentes de Buriatia, una región con una de las rentas per cápita más bajas de Rusia. La razón es simple: con el dinero prometido a quienes envíen un hijo al frente, una familia de Buriatia u otras regiones similares se instala definitivamente. Aceptando el riesgo de sacrificar una vida para asegurar otras.
alexmazallas
28/04/2025 07:16
Creo que ucrania no paga nada, todo se lo llevan los corruptos del gobierno y el ejército, cómo siempre. Pero esa noticia no la verán. Por cierto, nosotros vamos a dejar sin balas a la GC y no pasa nada. Es lo que tiene la democracia de un tirano psicópata y los medios subvencionados