No es un secreto de que Donald Trump quiera hacerse con la ‘Tierra Verde’ para poder explotar todos los recursos naturales que ofrece. Desde que asumió la carga de presidente de Estados Unidos, ha repetido en sus discursos la importancia que tendría poseer esas tierras. A pesar de las políticas agresivas que está actuando Trump, no es el primer presidente de la historia de EEUU que intenta comprar Groenlandia. Las preguntas son muchas, pero ahora mismo, las más llamativas son ¿Por qué Trump quiere Groenlandia?, y ¿Cuál sería el valor real de la isla?
La riqueza de la ‘Tierra Verde’ y las bases militares
Groenlandia representa una verdadera oportunidad para Estados Unidos de establecer una presencia masiva, militar y estratégica en la región. De esa manera podría, no solamente controlar el territorio, sino estar más “cerca” de Europa y tener una relación más directa con sus aliados. Además de eso, Trump quisiera construir allí su versión “Iron Dome”, un sistema defensivo inspirado en el modelo israelí. Sin embargo, no todo lo importante está en las bases militares para el presidente Trump, que quiere aprovechar también de la presencia de las tierras raras y sus diferentes riquezas minerales. Estos materiales son fundamentales para el progreso de la tecnología y, así como hicieron con Ucrania, el objetivo es implementar la industria mineral e impulsar la economía americana. Groenlandia cuenta con tierras raras y recursos como uranio, oro o zinc y petróleo.
La principal amenaza en este campo para Estados Unidos es China. Asegurarse de que Groenlandia no caiga en manos chinas es una prioridad para Trump, alineada con los intereses de seguridad y económicos a largo plazo. Otro problema es que Groenlandia se presenta como territorio autónomo bajo el Reino de Dinamarca y que dependen económicamente, casi totalmente, de subsidios daneses. El rol de intermediario crucial entre Groenlandia y los grandes actores de la escena internacional, empuja a Trump a considerar la compra de la isla. Además, los americanos podrían desplegar misiles sin el apoyo de ningún socio europeo y podría prescindir de sus bases en Alemania.
Las compras precedentes de Estados Unidos y los intentos con Groenlandia
Estados Unidos no es nueva en ese tipo de acciones. Ya en otras épocas pudo obtener, mediante compra, Luisiana, Florida y Alaska. Dinamarca también vendió sus islas, las actuales Islas Vírgenes, que desde 1917 están bajo la soberanía de Washington. Por lo que atañe a Groenlandia, la primera propuesta de Estados Unidos para su adquisición fue en 1867, cuando por una cifra cercana a los 5,5 millones en oro, se estaba cerrando el trato, posteriormente retirado, que cedía no solamente Groenlandia sino también Islandia.
Todo cambió en 1940, durante la Segunda Guerra Mundial la isla tuvo un rol importante. Después de la conquista de Dinamarca por parte de Alemania, Estados Unidos se movilizó para que Hitler no se expandiera a occidente, y así firmó un pacto de “Defensa de Groenlandia” con Dinamarca, que le permitió construir bases militares allí.
Después de la caída de Alemania en 1945, en vez de retirarse, el gobierno estadounidense decidió quedarse porque consideraba fundamental su presencia en la isla “para la seguridad de Estado Unidos”. En 1946 hubo la oferta oficial a Dinamarca para la compra, valorada en 100 millones de dólares en oro, que fue rechazada por parte del Ministro de Asuntos Exteriores, Gustav Rasmussen. Al mismo tiempo, en 1951 se renovó el acuerdo para que las tropas estadounidenses se pudieran quedar en la isla.
El valor real de la isla
Contando que a día de hoy ‘comprar’ un territorio es mucho más complicado de lo que parece, la pregunta sobre el valor de Groenlandia es lícita hacerla. “¿Cuál es el precio?”. Hay diferentes estudios que no coinciden porque hay diferentes factores en juego. Si se toma como medida el PIB el valor será diferente si la referencia, por ejemplo, fuese el petróleo extraíble. David Barker, economista de Estados Unidos intentó establecer un precio basándose en los valores de las Islas Vírgenes y Alaska como punto de partida. Obviamente, los precios tuvieron que tener ajustes basándose en la inflación y al crecimiento económico de los países: “Una economía más grande puede permitirse pagar más, y una economía más grande probablemente exigiría un precio mayor”, afirmó. La valoración más baja obtenida ronda los 12.500 millones de dólares mientras que la más alta fue de 77.000 millones de dólares.
Según el Financial Times, las estimaciones están muy lejos del valor real porque la compra de las Islas Vírgenes y Alaska fue hace mucho tiempo. Barker “justificó” eso en cuanto “Estados Unidos no recibiría, en caso de compra de Groenlandia, todo el beneficio de la extracción de recursos”. El Financial Times sugirió que los recursos de Groenlandia justificaban una valoración de superior al billones de dólares. Las evaluaciones oscilan y hasta que no se haga un análisis profunda y concreta no se sabrá el valor real. Trump dijo esta semana que no podía descartar el uso de la fuerza militar pero que Groenlandia será de Estados Unidos al 100%. La economía de Dinamarca se ha disparado en los últimos años gracias a exportaciones farmacéuticas como Wegovy y Ozempic, de Novo Nordisk, que se exportan en gran parte a Estados Unidos y esto es una ventaja que tiene el presidente americano.
Comprar Groenlandia “sería el negocio del siglo”, según Barker. Todo parece indicar que Trump se encontrará con un nuevo rechazo, pero quien sabe hasta donde puede llegar EEUU en su determinación de hacerse con la isla.