Economía

El pago de las nóminas públicas en Cataluña se dispara con Illa hasta los 18.100 millones

Los gastos del personal público de Cataluña se han disparado más del 54% con el 'procés'

  • El president de la Generalitat de Cataluña, Salvador Illa -

Cataluña, junto a Baleares, lideró en 2024 el espectacular aumento de los costes de su personal público. Subió un 7,8% respecto al año anterior, un porcentaje desconocido y casi tres puntos más que el Estado, hasta el récord de 18.129 millones (1.300 millones más que en el ejercicio precedente) coincidiendo con la llegada de Salvador Illa a la presidencia de la Generalitat. Lo que confirma que cada vez que se produce un cambio de Gobierno se disparan las nóminas porque se reactiva la contratación en muchos casos de afines y asesores.

Sólo en el tercer trimestre del año, cuando el representante socialista alcanzó el cargo, el gasto de personal creció casi un 14%. Se ha convertido en la principal partida presupuestaria. La cifra duplica con creces el capítulo de transferencias sociales (8.632 millones) y supera en casi seis veces el gasto destinado a inversiones reales (3.346 millones).

Es en esta comunidad, la segunda en PIB regional tras Madrid y también en población después de Andalucía, donde más ha crecido esta partida. Desde 2017, es decir, el año en que se produjo el referéndum del ‘procés’ independentista, su gasto en nóminas ha crecido un 54,2% (unos 6.400 millones más) y desde 2013, últimos datos de la serie histórica disponibles, el aumento ha sido de más del 77% (unos 8.000 millones más). Es la región en que más ha crecido este coste en estos 11 años, por encima del 76% de Baleares, del 72% de la Comunidad Valenciana o del 70% de Canarias.

Mientras, el alza en Andalucía en este periodo ha sido del 53% y tan sólo del 4% en 2024 respecto al año anterior a pesar de disponer de medio millón más de habitantes.

Por su parte, en la autonomía de Madrid, que ha desbancado en pleno ‘procés’ a Cataluña en el liderazgo económico, el aumento de los costes de personal desde 2013 ha sido del 53% y del 5,9% en 2024 con un millón menos de habitantes. A pesar de esa diferencia de población, Andalucía sólo gasta 136 millones más (18.265 millones) que Cataluña mientras que en Madrid alcanza los 12.242 millones, es decir, es inferior en 5.900 millones (33% menos). Todo esto evidencia la existencia de un modelo de gestión más expansivo en materia de personal en la región catalana que se ha visto incrementado en los últimos años por el ‘baile’ de partidos en el ejecutivo y de sus colocaciones.

Este aumento de plantillas, que se va aproximando a los 300.000 efectivos, no tiene nada que ver con la salud y la educación porque son los contratos de la istración general de la Generalitat los que más han crecido en estos años.

El incremento de las remuneraciones de empleados y cargos políticos en las CCAA es notable. Esos casi 108.000 millones suponen el 63% del gasto total en personal del conjunto de las istraciones Públicas.

La cifra es importante porque esos 18.129 millones en nóminas se acercan cada vez más al gasto de la istración del Estado (22.500 millones) y equivalen a poco más de la quita de su deuda (17.100 millones mientras ha pedido acogerse también a una financiación de otros 8.500 millones del Fondo de Liquidez Autonómico del Estado) con que Sánchez ha beneficiado a esta comunidad a cambio del apoyo de los principales partidos catalanes para mantenerse en La Moncloa y facilitar el nombramiento de Illa al frente del ejecutivo autonómico.

Por tanto, es muy posible que continúe el progresivo aumento de plantilla y de masa salarial. Esos 18.129 millones representan además el 37% del gasto no financiero de sus presupuestos, el 6,1% de su PIB y casi el 17% del coste total en personal del conjunto de las 17 autonomías que en este ejercicio registró un nuevo récord consolidado al alcanzar los 107.859 millones equivalentes (unos 6.000 millones más que en 2023) con más de 2,1 millones de empleos totales. 

El imparable crecimiento salarial en las autonomías

El incremento de las remuneraciones de empleados y cargos políticos en las CCAA es notable. Esos casi 108.000 millones suponen el 63% (casi dos de cada tres euros) del gasto total en personal del conjunto de las istraciones Públicas españolas. Ha subido un 5,8% en 2024 y representa casi el 7% del PIB nacional y nada menos que un 41% de sus presupuestos totales (266.000 millones). Lo que supone que las autonomías, salvo para pagar salarios, tienen poco margen y carecen de elasticidad para atender otros pagos quizá más prioritarios para generar actividad, productividad y crecimiento económico. Por ejemplo, sólo destinan 19.148 millones a inversiones reales, es decir, un 7,2% de su gasto frente al 41% dedicado a pagar nóminas. 

El coste en personal se ha duplicado con creces en 20 años (115%) ya que en 2004 alcanzaba los 50.146 millones. Creció exponencialmente en los primeros años de la gran depresión económica. Entre 2004 y 2009 aumentó un 53% mientras que el empleo en el sector privado se desangró a partir de 2007. Descendió en los años posteriores hasta 2013 en la segunda recesión por recomendación de Bruselas y desde entonces no ha parado de crecer (un 58% más en poco más de 10 años).

En 2023 alcanzó por primera vez la cota de los 100.000 millones y en 2025 superará con creces los 115.000 millones no tanto por las subidas salariales sino por el aumento de las plantillas y los deslizamientos que producen la sobrecarga de complementos como el de la antigüedad, que no se percibe desde hace años en la mayor parte del sector privado, y unas remuneraciones muy por encima de la media nacional. 

Por comunidades, se observa que en Baleares, gobernada ahora por el PP, también se ha disparado el gasto en nóminas públicas en 2024(9%) hasta alcanzar los 2.601 millones (33% de su presupuesto). En porcentaje, destaca también la subida del 7,4% en La Rioja, del 7% en Murcia mientras que en Navarra, Galicia, Castilla La Mancha, Comunidad Valenciana, Cantabria y Extremadura se ha situado por encima del 6%. Castilla La Mancha y Aragón han tenido los aumentos más moderados (por debajo del 4%). 

En porcentaje de PIB regional, es Extremadura quien dedica más gasto público a pagar sueldos públicos (11,2%). Le siguen: Canarias (9%); Murcia (8,7%); y, por ejemplo, Cantabria, Castilla La Mancha y Asturias (todas ellas con el 8,5%). Madrid es la comunidad que menos dedica a este pago (3,9% de su economía). 

En cuanto a la representación de este coste en el gasto total de las regiones, cinco autonomías dedican prácticamente la mitad de su presupuesto a abonar sueldos de sus empleados (Castilla La Mancha, Extremadura, Aragón, Andalucía y Murcia). Les siguen de cerca (por encima del 40%): Asturias, Galicia, La Rioja, País Vasco, Castilla y León y Cantabria. Madrid es la que menos porcentaje de su presupuesto emplea (31%) en pagar nóminas, es decir, tiene un mayor margen de maniobra para activar otros capítulos de gasto o reducir el déficit.
 

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