Rodeada de playas infinitas, con mucho encanto bohemio y con una medina única y muy bien conservada —por algo en 2001 fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO—, Essaouira se convierte en uno de los destinos más desconocidos y bellos de Marruecos. Además, cuenta con una escena artística amplísima y es especialmente conocida por ser una de las cunas del surf y del windsurf del Océano Atlántico.
Descubre su historia única
Conocida antiguamente como Mogador, Essaouira es una de las ciudades más sorprendentes de Marruecos por estar marcada por la influencia de las diversas civilizaciones que pasaron por sus tierras. Su historia comienza con los fenicios, quienes utilizaban Mogador como puerto comercial en sus rutas marítimas convirtiéndose a la larga en un importante centro comercial y marítimo. Fueron los portugueses con su dominio cuando, en 1506, construyeron la Fortaleza de Mogador —hoy visita obligada en la ciudad— para proteger las rutas comerciales en la costa atlántica. Más tarde, en 1764, a las órdenes del sultán Mohamed III y de la mano del arquitecto francés Théodore Cornut, Essaouira se reconstruyó transformándose en una ciudad moderna y estratégica siguiendo un diseño inspirado en las ciudades europeas fortificadas.
Durante los siglos XVIII y XIX, Essaouira fue un importante centro comercial donde convivían musulmanes, judíos —la ciudad llegó a albergar una de las mayores poblaciones judías de Marruecos — y europeos, convirtiéndose en la ciudad marroquí de las tres culturas y perviviendo su legado todavía a día de hoy. Actualmente, Essaouira es conocida por su mezcla de historia, arte y cultura —esto se dio, en parte, por haber acogido a artistas y músicos de la talla de Jimi Hendrix y Cat Stevens, quienes se enamoraron de su ambiente relajado y su belleza y dieron a conocer este lugar como un destino bohemio y turístico–.
Puerto de Essaouira. Foto: © Rigel/Unsplash
Recorre su preciosa medina
Declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, su medina es la visita indispensable en la ciudad de Essaouira. Es una experiencia única perderse mientras se pasea entre sus callejuelas blancas y azules entre las que aparecen talleres de artesanos, de cerámica, tiendas de especias y mercados tradicionales.
Interior de la medina de Essaouira. Foto. © Louis Hansel/Unsplash
Visita el puerto y come en algunos de sus puestos
El puerto pesquero, ubicado junto a la medina y la icónica Skala du Port, es el alma de la ciudad de Essaouira. Desde su fundación en el siglo XVIII, ha sido un punto clave del comercio marítimo en Marruecos, y hoy sigue siendo un lugar vibrante donde la tradición pesquera convive con el turismo.
Alójate en un riad de lujo
Dormir en una casa tradicional árabe es una de las experiencias necesarias en cualquier viaje a Marruecos y, en especial, en Essaouira. Es precisamente en medio de la medina, con vistas al puerto y a sus majestuosas playas, donde aparece Villa Maroc, un precioso hotel boutique donde la hospitalidad árabe, los sabores de su gastronomía y la importancia del bienestar y del cuidado del cuerpo —por dentro y por fuera— hacen de esta experiencia algo único.
Exteriores del hotel Villa Maroc. Foto: © Villa Maroc
Esta casa familiar, en manos de Mounia Ezzaher, se ha convertido en un hotel destino al que llegan viajeros de todo el mundo. Alojarse en su interior es vivir una auténtica experiencia morisca. Todo el complejo, decorado por Mounia y sus padres, está decorado a la manera tradicional y cuenta con muebles antiguos originales, además de piezas de arte, telas, alfombras y cerámicas provenientes de todo Marruecos convirtiéndose en una auténtica muestra de la artesanía y el gusto árabe.
Una de las habitaciones del hotel boutique Villa Maroc. Foto: © Villa Maroc
Disfruta del ambiente de su plaza principal
Otro de los lugares emblemáticos de Essaouira aparece en el corazón de su medina, la Plaza Moulay Hassan donde locales y turistas disfrutan de su vibrante ambiente, su música local y de las terrazas con vistas al puerto. En sus alrededores no hay que dejar de comer en alguno de los puestitos de restauración donde el pescado que llega cada mañana se prepara a la brasa para el disfrute de los comensales. Además, en la misma plaza, aparecen tienditas donde comprar algún souvenir de este viaje como especias, alfombras, bolsos o joyas de plata.
Recorre su playa
Son varios los kilómetros a lo largo de los que discurre la playa de Essaouira. Ya sea por la arena o por el paseo marítimo, esta visita es otro de los esenciales en la ciudad. Los amantes del kitesurf y windsurf disfrutarán mucho en sus aguas gracias a sus vientos constantes, pero también existe otra forma de disfrutar de esta zona: en paseos a caballo, incluso, en camello.
Messidor
11/04/2025 20:31
¿"La joya del Atlántico"? ¿Pero qué se han fumado? La Joya del Atlántico podrían ser infinidad de ciudades, como Cádiz, San Sebastián, Oporto, La Coruña... Lugares mil veces más bellos, pero además limpios, cuidados y civilizados. Essaouira tiene una hermosa geografía física, pero ahí se acaba su encanto. Es una ciudad sucia, maloliente en algunas zonas, cutre, chapucera, descuidada... vamos, como todo Marruecos. Con esos habitantes y tantas toneladas de escayola no merece ni de lejos la consideración de "joya".