El nuevo presidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), Rafael Louzán, continúa con un inicio de mandato que está resultando impecable. Los cambios se están realizando sin prisa pero sin pausa, desde el arbitraje hasta las licencias UEFA de los entrenadores, pasando por la revisión de las relaciones con Liga —Javier Tebas—, sindicatos, clubes femeninos y ahora también el gran hermano pequeño de la familia, el sala. Tres meses de reuniones y trabajo incansable en los que las palabras más repetidas son: “diálogo, transparencia y unidad”.
Precisamente, el último de estos intentos de subir a todos en el mismo barco lo ha dado con el fútbol sala —tan olvidado, especialmente, durante los últimos años—, una disciplina que intenta promocionar siempre que tiene ocasión desde que llegó al cargo el pasado diciembre. La reunión que ha mantenido este lunes Louzán con los clubes de Primera y Segunda ha resultado todo un éxito, un encuentro que trae la esperanza a esta disciplina, a la que le habían arrebatado sus competiciones de forma autocrática en 2019, durante la era Rubiales.
“Los clubes nunca antes habían tenido una reunión tan cordial”, ha asegurado el mandatario gallego después de una reunión con los representantes del 40x20, ante los que se ha disculpado en nombre de la federación que ahora preside por el trato recibido en los últimos años. Ahora, su primera propuesta es abrirse al modelo de organización que el propio fútbol sala decida y abrir igualmente grupos de trabajo sobre arbitraje y cuestiones económicas para avanzar en estas tres materias.
Los clubes quieren recuperar su sitio
A ninguno de los presentes se les escapaba que el fútbol sala ha perdido el lugar que le corresponde en los medios de comunicación en los últimos años. Una serie de decisiones autoritarias tomadas desde el seno de la Federación nacional ha condenado a este deporte a subsistir en el ostracismo desde que Rubiales les arrebató la autogestión de sus competiciones profesionales.
Los clubes le han pedido más visibilidad y promoción a Louzán, que ponga todos los medios de los que dispone la RFEF para hacer del sala el deporte que se merece, y es que es imprescindible que haya una estrategia audiovisual. Esto es algo que la propia Liga Nacional de Fútbol Sala (LNFS, los clubes) siempre hizo desde su creación y que la Federación ha desatendido.
Esta reunión supone un primer acercamiento entre la nueva directiva de Louzán y los clubes del fútbol sala, en el que ha demostrado una vez más el diálogo y la transparencia que intenta llevar a cabo desde que está al frente de la Real Federación Española de Fútbol.
La representación de la RFEF que ha estado presente en el encuentro ya ha sido toda una declaración de intenciones, con la plana mayor junto a su nuevo mandatario: el presidente del Comité Nacional de Fútbol Sala, José Miguel Monje, y el secretario general, Álvaro de Miguel.
Recuperar la gestión de las competiciones LNFS
Hasta el momento las relaciones entre la Liga Nacional de Fútbol Sala (LNFS) y Las Rozas son entre malas y muy malas. El motivo principal es que en 2019, la RFEF de Rubiales les arrebató a los clubes la gestión de sus competiciones, algo que está cerca de corregirse si las conclusiones de estos grupos de trabajo se lo piden al nuevo presidente.
Ahora se trabajará en “la mejora del fútbol sala español”, según el propio Rafa Louzán, con “transparencia” y unas reuniones que ofrecerán un nuevo “modelo de organización” de Primera y Segunda División.
