El magistrado del Tribunal Supremo, Manuel Marchena, ha sido el protagonista del evento celebrado este lunes en la Sala de Columnas del Círculo de Bellas Artes donde se han reunido las autoridades más importantes del panorama judicial español. El juez de la Sala de lo Penal del alto tribunal ha presentado su nuevo libro 'La justicia amenaza', una obra muy esperada que aborda temas como los problemas más actuales de la justicia española, la dependencia de la figura del fiscal general o el "privilegio" al que aspira la clase política española.
Entre las butacas de la Sala de Columnas del emblemático edificio madrileño se han podido ver caras conocidas como la presidenta del Consejo General del Poder Judicial, Isabel Perelló, el presidente de la Sala Segunda del Supremo, Andrés Martínez Arrieta o el presidente de la Audiencia Nacional, Juan Manuel Fernández. También han estado presentes personalidades de la abogacía o magistrados eméritos del alto tribunal que no han querido perderse este importante evento.
El escritor Lorenzo Silva ha sido la persona encargada de presentar junto al autor esta obra. El novelista ha calificado el libro de Marchena como una obra para todos que aborda verdades incómodas y "todo un lujo" que se encamina en la línea de "hacer avances para impulsar un análisis más juicioso o detenido de la actualidad" sin necesidad de incendiar debates.
La ponencia de Manuel Marchena ha comenzado con un debate que ha generado serias dudas entre los expertos en los últimos meses, como es la necesidad o no de trasladar a los fiscales la instrucción de las causas penales. El magistrado ha hecho un breve recorrido sobre la historia del Ministerio Fiscal, desde el accidentado final del primer fiscal general del Estado de la historia de España, Melchor de Macanaz, hasta la actual desconfianza que la ciudadanía desprende hacia el sistema jerárquico de la Fiscalía.
Limitar los aforamientos
El expresidente de la Sala de lo Penal del Tribunal Supremo ha reconocido ante los presentes que con este panorama social, político y judicial no es partidario de abordar una reforma de ese calado en unos momentos en los que "soplan vientos de desconfianza".
En esta esfera dominada por cierta desconfianza hacia la judicatura o la carrera fiscal, Marchena ha querido apuntar a la figura del aforado del que gozan en España más personalidades de las necesarias, según ha defendido el magistrado. "Se nos ha ido de las manos. Ahora, parece que un cargo no está lo suficientemente vestido si no está aforado, esto es un error. Yo creo que los únicos aforados deberían ser diputados, senadores, del Gobierno y el Rey".
Amenazas de la acción popular
Marchena ha dedicado parte de su comparecencia a la figura de la acción popular, muy criticada en los últimos años. El magistrado ha defendido fervientemente la importancia de que la acción popular, reconocida en la Constitución, siga ejerciendo un papel principal en los procesos penales. No obstante, ha criticado el "uso patológico" de esta figura por parte de partidos políticos y sindicatos.
"Cuando el querellante popular es un secretario general de un partido, traslada al proceso judicial la batalla política. Esto lo que hace es descalificar al órgano judicial", no obstante, el juez ha mantenido que tampoco puede utilizarse esta situación para impulsar una modificación legislativa que pretenda convertir a la acción popular "en un apéndice adhesivo del Ministerio Fiscal", lo que a su juicio sería un grave error.
salvador68.srg
27/05/2025 06:14
Coño!!! Será una obra sobre "ENSOÑACIONES "...
pirard
27/05/2025 10:45
Quien desee conocer, de verdad, de qué está hecho este tipo, que busque en el cendoj, de público y gratuito, la sentencia 586/2016, de la sala penal del TS, de la que él fue ponente. Ahí descubrirá sorprendido cómo puede este magistrado, con toda la dialéctica de que es capaz, llegar a absolver de todos los cargos a un compañero suyo, anulando hasta la más mínima tacha de irregularidad en el proceder de un compañero de carrera. A mi no me engaña, y creo que quien lea esa resolución se sorprenderá de cómo atribuye, no al juez sino a otra funcionaria del mismo juzgado, la responsabilidad por cumplir la orden del juez. Todo un disparate.
cvidosa
27/05/2025 10:49
Más bien debería escribir un libro que se titulara, la justicia al servicio de la derecha, que estos si saben hacer negocios