El tabaco es una de las principales causas de muerte a nivel mundial, y lo peor de todo, es una adicción que se puede prevenir y también tratar.
Por eso, la Organización Mundial de la Salud (OMS) celebra cada 31 de mayo el Día Mundial Sin Tabaco, para informar sobre los peligros del consumo, abogar por políticas que lo reduzcan y para promover el abandono de esta lacra.
A pesar de que, según los últimos datos del INE publicados hace menos de una semana, los fumadores diarios han descendido (en 2023 el 16,6% de la población de más de 15 años fumaba a diario, 3,2 puntos porcentuales menos que en 2020), aún queda mucho por hacer para reducir la “puerta de entrada” al tabaquismo.
Guillermo Acevedo, director de Esvidas, cuenta con más de diez años de experiencia en el ámbito de las adicciones. A lo largo de su trayectoria ha acompañado cientos de casos, desde los más comunes hasta los más complejos, desarrollando una mirada profunda y realista sobre el problema. Considera que hay una tendencia clara: muchos jóvenes que empiezan con vapers acaban probando cigarrillos tradicionales.
“La nicotina engancha, y el cuerpo pide más. Lo que empezó como una calada “por probar” termina generando una tolerancia que te lleva a buscar una dosis más alta, o simplemente una forma diferente de mantener el efecto”, explica a Vozpópuli Acevedo.
El vapeo y la “cara amable” del tabaquismo
“Se ha creado una terrible controversia entre los que piensan y opinan que productos como el vaper o el tabaco calentado son menos dañinos que el tabaco convencional y nosotros como profesionales de la salud pensamos que tienen los mismos riesgo o incluso son más dañinos”, indica a Vozpópuli, el Dr. Manuel Niño Camacho, responsable del Grupo de Tabaquismo de la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG).
Niño Camacho asegura que una de las causas de que aumente el consumo de tabaco entre los jóvenes es la publicidad engañosa (el marketing que utiliza tácticas engañosas como productos llamativos, porque “ya sabemos cuáles son sus intenciones oscuras, para vender sus productos y ganar dinero, no les importa la vida de nadie, utilizando sabores atractivos de los nuevos productos relacionados con el tabaco y los aditivos, marketing glamuroso con lo cual consiguen la manipulación de los jóvenes”.
Lo mismo opina Acevedo: “Los vapers no solo tienen sabores dulces y frutales que los hacen parecer inofensivos, sino que además se presentan en dispositivos con diseños que parecen salidos de una tienda de tecnología”. Cree además que aquí es donde “reside la trampa”, ya que el primer o con la adicción viene disfrazado de algo que parece “divertido, apetecible y cool”.
“En redes como TikTok o Instagram, el mensaje se refuerza: influencers, vídeos de trucos con el humo, retos virales... todo está diseñado para enganchar. Además, son productos fáciles de esconder y de usar en baños, aulas o fiestas”, advierte el director de Esvidas.
“Parecen inofensivos, como un snack”
Niño Camacho asegura que la industria financia a influencers, celebridades, películas, teleseries para promocionar estos productos entre los más jóvenes reclutando a clientes adictos durante años y décadas y critica los E-Cigarrillos. “Algunos investigadores observaron que los menores que usan e-cigarrillos tienen 6,3 veces más probabilidades de ser fumadores y 5,7 veces de convertirse en adictos y predicen la transición al cigarrillo convencional multiplicando el riesgo por 3,87”, comenta el facultativo.
“Sabemos que la tasa de uso de cigarrillos electrónicos entre los jóvenes supera a los adultos debido al fácil a estos productos peligrosos y relacionado con el precio de estos productos. Se han puesto en el mercado unos 16.000 sabores únicos, que son una clave para el inicio del consumo en jóvenes”, afirma el Dr.
El diseño lo es todo. Los dispositivos están pensados al milímetro para que no parezcan cigarrillos: son bonitos, ligeros, coloridos, parecen USBs o pintalabios. Los sabores como chicle, fresa, galleta o menta no solo eliminan el rechazo inicial, sino que crean “la falsa sensación de que se está consumiendo algo inofensivo, casi como un snack”, reitera Acevedo.
Medidas regulatorias para frenar esta “moda”
El Dr. Niño Camacho cree que se debe “educar desde dentro” con campañas claras, sin eufemismos, adaptadas al lenguaje y los canales que consumen los adolescentes. También cree fundamental que se informe de los efectos nocivos sin infantilizar y poniendo ejemplos reales.
“No podemos seguir un paso detrás de la industria, las medidas actuales no están funcionando y necesitamos valientes, que no se queden solo en lo simbólico, sino que actúen sobre los factores que realmente están facilitando el y normalizando el vapeo: el sabor, el diseño, la publicidad encubierta y la falta de control en la distribución”, explica Acevedo.
Ambos coinciden en que para reducir la entrada de los jóvenes en el tabaquismo es esencial el asunto de los sabores.
“Además de prohibir la promoción y limitar la accesibilidad (subir el precio, prohibir la venta en máquinas automáticas o limitar los puntos de venta) se debe eliminar los sabores”, insiste Acevedo, que afirma que los sabores frutales o dulces facilitan que comience la adicción. “Si solo se permite el sabor a tabaco, se elimina gran parte del atractivo”, añade.
El médico de cabecera y la enfermera, garantes de esta lucha
Por su parte, además de hacer que los sabores sean cosas del pasado, el Dr. Niño Camacho, cree que se debe fomentar el empaquetado simple, promover campañas de sensibilización, actividades recreativas y deportivas, entornos libres de humo, educación y programas de prevención. También “potenciar la ayuda a los fumadores, dotando a la Atención primaria de los medios suficientes”, explica el Dr., en relación a la deshabituación tabáquica, la cual funciona y en muchas ocasiones es una opción en la que el médico de Atención Primaria puede ayudar.
También la enfermería tiene un papel importante, ya que "la proximidad con los pacientes propicia que las enfermeras jueguen un papel fundamental tanto en la identificación de los fumadores, como en el consejo sistemático de abandono, o en el apoyo para dejar de fumar. Por ello, es necesario potenciar nuestra participación en este campo, en beneficio siempre de la salud de los pacientes y de la sociedad en general”, ha explicado el presidente del Consejo General de Enfermería (CGE), Florentino Pérez Raya. Además han pedido a la istración resolver las carencias en la regulación de los vaper, cigarrillos electrónicos sin nicotina y el tabaco calentado.
“Los principales efectos adversos en las vías respiratorias a corto plazo son similares a los asociados al humo del tabaco. Así, pueden desencadenar patologías respiratorias como EPOC o fibrosis quística, pero también enfermedades coronarias y accidentes cerebrovasculares. Sin olvidar enfermedades que, a largo plazo son mucho más agresivas, como el cáncer de garganta y laringe”, ha advertido, coincidiendo con el Día Mundial sin Tabaco, la enfermera experta en neumología, Marta Rivas.