La Organización Mundial de la Salud (OMS) celebra cada 31 de mayo el Día Mundial Sin Tabaco, para informar sobre los peligros del consumo, abogar por políticas que lo reduzcan y para promover el abandono de esta lacra. Y este año, como muchos otros, coincide con la elevada concentración de pólenes, que se ha acrecentado por las lluvias. En este contexto, el humo del tabaco agrava los sintomas alérgicos.
Según expertos de Cigna Healthcare, en esta epoca, los fumadores pueden notar mayor inflamación respiratoria. menor eficacia de los tratamientos, peor descanso y mayor riesgo de alergias en niños.
Tras un inicio de primavera marcado por la lluvia y temperaturas cambiantes, los niveles de polen se han disparado con la llegada repentina del calor. Según la Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica (SEAIC), estos patrones climáticos favorecen el crecimiento de plantas altamente alergénicas, lo que intensifica y prolonga los síntomas respiratorios. En paralelo, aunque el consumo de tabaco convencional se encuentra en su punto más bajo en España en los últimos 30 años, su consumo continúa extendiéndose especialmente entre los más jóvenes. A pesar de percibirse como menos perjudiciales, los vapers y cigarros electrónicos también contienen sustancias irritantes que afectan al sistema respiratorio. En plena temporada alta de polen, su uso puede agravar la inflamación de las vías respiratorias y amplificar la respuesta del organismo frente a alérgenos como el polen o los ácaros, incluso en personas sin historial alérgico.
"El humo del tabaco, ya sea en forma de tabaquismo activo, pasivo a través de cigorrillos electrónicos. Actúa como un irritante directo que inflama las vías respiratorias, debilitando su rol de barrera de defensa mecánica y celular natural de nuestro organismo. Esto no solo empeora los síntomas de las alergias, sino que puede hacer que los tratamientos sean menos efectivos. A largo plazo, esta inflamación constante aumenta el riesgo de desarrollar enfermedades respiratorias crónicas, como ,asma. especialmente en aquellos con ontecedentes alérgicos además de perjudicar otros aspectos de la rutina diaria como el descanso.*, explica la Dra. Daniela Silva, especialista en Medicina Interna y EHealth Medical Manager de Cigna Healthcare España.
Los efectos de mezclar tabaco y alergias respiratorias
- Mayor inflamación y sensibilidad de las vías respiratorias: El humo del tabaco daña directamente el epitelio respiratorio, facilitando que los alérgenos penetren en las vías respiratorias y generen una respuesta exagerada del sistema inmune.
- Evolución hacia enfermedades respiratorias crónicas y empeoramiento de las mismas: Cuando los síntomas alérgicos se mantienen activos durante mucho tiempo son severos. De hecho, el tabaquismo per se es el principal factor de riesgo para el desarrollo de EPOC. Diversos estudios han demostrado que la presencia de alergias respiratorias puede empeorar los sintomas del EPOC y sus exacerbaciones.
- Peor calidad de vida emocional y funcional: El empeoramiento de los síntomas respiratorios, sumado a la fatiga, la falta de sueño y la dependencia de medicamentos, suele generar un impacto emocional negativo en los pacientes. Muchas personas experimentan irritabilidad. estrés, ansiedad o incluso siromas depresivos. Además. la congestión constante, el malestar general y la limitación de actividades físicas afectan al dia a día, reduciendo la calidad de vida tanto en lo personal como en lo profesional.
- Menor eficacia de los tratamientos antialérgicos: Los fumadores activos y las personas expuestas regularmente al humo del tabaco tienen una peor respuesta a tratamientos habituales como antihistamínicos y corticoides inhalados. Esto obliga en muchos casos a aumentar la dosis o recurrir a medicación más agresiva, con el consiguiente impacto sobre la salud general del paciente.
- Peor descanso nocturno y fatiga durante el día.
- Mayor riesgo de desarrollar alergias en niños y adolescentes.