Opinión

Primer copyright para una imagen generada con IA: un hito en la propiedad intelectual

La protección de los derechos de autor es posible si se demuestra la suficiente intervención creativa de una persona

  • Inteligencia Artificial, la gran incógnita -

 

El 30 de enero de 2025 la Oficina de Derechos de Autor de EEUU (USCO) marcó un antes y un después en la historia de la propiedad intelectual. Por primera vez, una obra generada a través de inteligencia artificial recibió protección de Derechos de Autor.

 

La pieza en cuestión, titulada "A Single Piece of American Cheese", fue creada con la plataforma de IA generativa Invoke, y su registro representa un cambio en la forma en que se reconocen las obras asistidas por inteligencia artificial.

 

Una de las conclusiones más importantes de este caso es que la protección de los derechos de autor es posible si se demuestra la suficiente intervención creativa de una persona.

La relevancia de atribuir Derechos de Autor a una IA

Hasta ahora, la USCO había rechazado sistemáticamente las solicitudes de copyright para obras generadas por IA bajo el argumento de que solo los seres humanos pueden ser considerados autores. Sin embargo, en este caso se determinó que existió una intervención humana suficiente en el proceso creativo.

 

El criterio clave, según la USCO, fue la "selección, coordinación y disposición" de los elementos generados por IA. Es decir, no basta con ingresar un prompt en una herramienta de IA para reclamar derechos de autor: se requiere que haya una participación activa que transforme la obra en algo distintivamente humano.

Cómo es el proceso creativo que hay detrás de la obra

El equipo de Invoke ha mostrado en un documento el paso a paso del proceso creativo, las bases legales y las implicaciones para el sector. Sin entrar en las herramientas ni en el tiempo que invirtieron en la creación (en este ocasión muy escaso), este fue el proceso realizado:

 

1) Selección de elementos generados por IA. Tras un promt inicial se generaron tres imágenes y se seleccionó una de ellas.

2) Redefinición. En la imagen elegida se amplió el área de trabajo y se retocaron detalles de color.

3) Edición y reconfiguración. Se aplicaron técnicas de "inpainting" (rellenado inteligente de imágenes) para modificar secciones específicas.

4) Incorporación de detalles únicos distintivos. Se introdujeron elementos como un tercer ojo, un queso fundido en la cabeza y una estructura corporal superior.

 

Esta serie de decisiones artísticas fue lo que llevó a la USCO a considerar que la obra tenía suficiente creatividad humana como para ser protegida. 

 

Aunque inicialmente la USCO había rechazado la solicitud de registro en septiembre de 2024, en enero de 2025 tras una solicitud de reconsideración, se itió que la obra cumplía los requisitos para su protección.

Comparación con casos previos similares 

No es la primera vez que la USCO analiza solicitudes de copyright para obras creadas con IA, pero los casos anteriores habían tenido desenlaces distintos:

 

Théâtre D’Opéra Spatial (2022): Jason Allen utilizó Midjourney para crear la obra, pero al no poder demostrar un grado suficiente de intervención humana la solicitud de registro fue denegada.
Zarya of the Dawn (2023): A Kris Kashtanova se le reconocieron derechos sobre la historia y la disposición de imágenes en su novela gráfica, pero no sobre las ilustraciones generadas con IA.
Rose Enigma (2023): Se concedió copyright solo a la parte de la imagen basada en un dibujo humano previo también de Kris Kashtanova, pero no a los elementos añadidos por IA.

 

En todos estos casos, la USCO mantuvo la postura de que una IA no podía ser autora y que la protección solo puede concederse cuando hay una participación humana clara en la creación de la obra.

¿Puede darse una situación similar en Europa?

En el marco normativo europeo en materia de derechos de autor, la intervención de una persona física es también fundamental para que una obra sea protegible, aunque todavía no tenemos constancia de ninguna decisión por parte de un Registro de Propiedad Intelectual o Tribunal que se haya pronunciado itiendo la protección de una obra generada haciendo uso de herramientas de inteligencia artificial.

 

Previsiblemente, las futuras decisiones que vaya emitiendo la jurisprudencia europea irán perfilando los criterios interpretativos que nos permitirán valorar con mayor precisión cuál es el grado mínimo de intervención humana que se requiere para que una obra generada haciendo uso de herramientas de inteligencia artificial sea protegible.

 

En cualquier caso, el reconocimiento de derechos de autor en la obra "A Single Piece of American Cheese" es todo un hito y abre un nuevo camino de cara al futuro. Y, además, nos ofrece una primera aproximación muy bien argumentada sobre el nivel de intervención requerido por parte del autor para que la obra sea protegible. Aunque la decisión concierne al territorio de Estados Unidos, no cabe duda de que muchas de las consideraciones y reflexiones que arroja pueden servirnos de referencia.

 

Agustín Alguacil, Asociado del Área Legal de Elzaburu

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