La restauración civilizatoria que han emprendido Bukele, Milei o Trump -dejo aparte el caso de Orban pues él está consiguiendo frenar la extensión de la barbarie- es una tarea que se enfrenta a muchas resistencias internas y externas de quienes no quieren perder los privilegios conseguidos al servicio de la destrucción, del empobrecimiento económico y cultural, de la extensión del delito, de las industrias antihumanas, incluyendo las mediáticas, etc.
Caso especial es el de Giorgia Meloni. Ella es astuta y pragmática. Se lleva bien con Orban, con Trump, con Milei, con Abascal. No cae mal a amplios sectores de la población europea autóctona, sabe ser amable, se enfada muy bien y no hace demasiados alardes del cinismo inherente a todo político en el poder. Combate como puede la islamización, rechaza enviar sus tropas a Ucrania, prohíbe usar insectos triturados para las harinas de la pasta, prohíbe poner placas solares en tierras de cultivo, consigue bastante dinero de la UE para cosas útiles, lo cual se aprecia en las calles de las ciudades italianas en las que hay carteles sobre inversiones que proceden de la UE, cosa que no se ve en España -vaya usted a saber por qué-.
En la España del bipartidismo se prefiere no ofrecer esa sensación de tranquilidad a los que pagan el tinglado con abusivos impuestos. No es que Italia se quede corta con los impuestos, pero resulta que allí su conversión en mejoras de equipamientos públicos es una realidad palpable.
Igual consigue esas ayudas de Bruselas por la imposición de un complejo sistema de diferenciación de residuos domésticos. A mí eso de hacer trabajar gratis a la gente para las empresas de reciclaje, separando las basuras y que en cada región italiana los criterios de separación e identificación sean distintos, me hace sospechar que lo del reciclaje para salvar a la naturaleza no es del todo serio. Ella sí se toma en serio los problemas de seguridad y, junto a la policía local y a los carabinieri, está también el ejército en los lugares más concurridos de las ciudades. Eso genera una sensación de tranquilidad pues resulta bien visible que el estado se ocupa de lo importante: mantener el orden para garantizar la libertad de la gente de bien en la calle. En la España del bipartidismo se prefiere no ofrecer esa sensación de tranquilidad a los que pagan el tinglado con abusivos impuestos. No es que Italia se quede corta con los impuestos, pero resulta que allí su conversión en mejoras de equipamientos públicos es una realidad palpable.
A nadie medianamente informado debe sorprender lo que sucedió aquí el 28 de abril. Es el plan. Producir traumas para la manipulación de masas. No olviden su lógica siniestra: sobra gente en el planeta y hay que decirle a esa gente que es bueno restaurar la naturaleza salvaje, es decir regresar a un estado de incivilización. Y por el camino del atraso programado, algunos hacen buenos negocios.
Premisa inocultable: quienes nos gobiernan sólo se dedican a enriquecerse y a intensificar los desastres. Así, lo que debe seguir en consecuencia es la creación de alguna estrategia realista para cambiar el rumbo hacia la recuperación del sentido común, la defensa de la vida y los intereses de los españoles y la erradicación de las tendencias totalitarias. En esa estrategia hay que establecer prioridades, fases, acciones y algo muy importante, los aliados. Entre estos últimos, desde luego, el PP se ha autoexcluido desde hace tiempo.
Hablemos ahora de algunas prioridades: 1) istración pública, 2) medios, 3) UE.
1-Me cuentan quienes conocen bien la istración del estado, incluyendo a las sanguijuelas autonómicas, que hace mucho que no se tienen en cuenta los criterios de mérito y capacidad para entregar altas responsabilidades a personas. Vamos, que, igual que se nombra ministra de educación a Pilar Alegría, se nombran directores generales o se montan rectorados de universidad o se pone a Beatriz Corredor de directora de REE. Se busca de forma especial la inutilidad, el sectarismo y la sumisión a quien te hace saber que te regala el puesto. Dentro del sector istrativo está el muy serio problema del procedimiento electoral. Objetivo: que todas las actas, judicialmente verificadas, de todas las mesas sean accesibles en tiempo real a todos los ciudadanos que lo deseen por vía digital. Objetivo: revisar la idoneidad, méritos y limpieza del procedimiento de todos los puestos de la istración pública.
"Una sociedad sonámbula, presa de la incertidumbre, también tiene poca lucidez para afrontar los grandes retos del país […] el sonambulismo de la sociedad es el fruto envenenado del debilitamiento del propio concepto de sociedad"
2-Aparece una nueva división entre españoles que oscila entre los ofendidos que no ven que sea un grave problema seguir siendo ofendidos por el bipartidismo y los que hacen lo posible por defenderse de los cada vez más brutales ataques. Y aquí la clave oscilatoria está en la cantidad de gente que se fía de la televisión y de emisoras del bipartidismo frente a quienes buscan información contrastada y opiniones fundadas en redes y medios de menores audiencias. Este problema tiene una dimensión social que trato de pensar con ayuda del sociólogo italiano Carlo Carboni, quien decía en un artículo de hace un año:
“Una sociedad sonámbula, presa de la incertidumbre, también tiene poca lucidez para afrontar los grandes retos del país […] el sonambulismo de la sociedad es el fruto envenenado del debilitamiento del propio concepto de sociedad como dimensión existencial central para las personas de hoy”. Objetivo: desacreditar el relativismo en todos los niveles de enseñanza y eliminar toda censura a la defensa de la vida, a la verdad biológica e histórica, y a la sindéresis. Objetivo: ofrecer información en medios públicos sobre todas las regiones de España para todos.
3) La crisis de la UE debe resolverse en dirección diametralmente opuesta a la que lleva ahora. Es una organización completamente inviable si se obsesiona con atacar a Rusia mientras da patadas en la espinilla a Trump por librar a los norteamericanos de los desastres europeos. Objetivo: cesar a la pepera Ursula y a la sociata Teresa Ribera, generadoras de catástrofes humanitarias -15 agricultores se suicidan al mes en Francia-. Y no me pondría melindroso ante una posible pinza Trump-Putin para desalojarlas del mando. Objetivo: Meloni debe dirigir la reforma radical de la UE en defensa de los europeos autóctonos. O eso o la UE será una dictadura africana tutelada por China. Conservarían, tal vez, algunas catedrales góticas para hacer fiestas y risas.