Dos tercios de los alrededor de 10.000 ascensores dañados en mayor o menor medida por el agua y el lodo siguen sin funcionar en las poblaciones afectadas por la DANA de Valencia, lo que mantiene prácticamente confinados en sus domicilios a miles de personas con problemas de movilidad.
Tras la gran riada del 29 de octubre y las labores de restitución de los servicios más básicos, como la comida y los suministros de agua, luz y gas, las tareas han pasado de las emergencias a atender las urgencias para recuperar la normalidad del día a día, por ejemplo que todos puedan entrar y salir de casa con la ayuda de los ascensores.
El presidente de la patronal valenciana de los ascensores (Ascencoval), Emilio Carbonell, ha explicado a EFE que no dispone de un censo exacto pero que se calcula que ha habido 10.000 elevadores de las poblaciones de las crecidas del río Magro y del barranco del Poyo que quedaron sin funcionamiento en un primer momento.
A diferencia de otros elementos, el restablecimiento del suministro eléctrico no significa que el ascensor funcione ya que antes hay que limpiar los fosos llenos de agua y barro y restituir los elementos dañados, como los desperfectos en las puertas arrancadas o en las cabinas, además de la electrónica o motor.
Reparaciones entre 1.000 y 60.000 euros
Con un coste estimado entre los 1.000 euros y un máximo de unos 60.000, uno de cada tres ya han sido reparados y pueden ser utilizados por los vecinos, otro tercio aproximadamente se prevé que vuelvan a funcionar en un plazo razonable de tiempo y los restantes se cree que tardarán en volver a estar operativos en un periodo que oscila entre varios meses y el medio año, aproximadamente.
Estos últimos casos se dan en las unidades más perjudicadas por la acción el agua y el fango, donde la DANA ha empapado tanto la cabina como los elementos de seguridad, a menudo con destrozos muy visibles en la estructura.
Especialmente afectados han resultado los montacoches hidráulicos que, según el presidente de la patronal, por normativa tienen la maquinaria, bombas, pistones, manguitos y electrónica en el sótano, justo en la zona más anegada. La reparación o sustitución de estos montacargas especialmente diseñados para los vehículos pueden llegar a costar unos 60.000 euros.
Por el contrario, ascensores donde el agua y barro han entrado menos de un metro sin alcanzar la cabina por estar en pisos superiores, han podido ser reparados rápidamente una vez que se ha sacado el lodo y limpiado el hueco.
Según Carbonell, el 29 de octubre los técnicos de asistencias triplicaron los servicios por rescates en las cabinas a causa de las primeras lluvias y cortes de luz, en una jornada caótica y de récord de intervenciones.
Ha recalcado el compromiso y la "concienciación" de los operarios y de las empresas del sector desde el comienzo de la DANA para atender las necesidades de los s de la zona cero. Para ello, han priorizado los arreglos en estos municipios sobre otros trabajos previstos con anterioridad pero menos urgentes.
Confinamiento involuntario
A la espera de los seguros de las fincas y del Consorcio, algunas comunidades de propietarios han negociado con las compañías mantenedoras del ascensor para adelantar el dinero y acelerar el arreglo.
Centenares de personas en cada uno de los 75 municipios damnificados por la DANA han sufrido o sufren aún un confinamiento involuntario desde el 29 de octubre por no poder salir a la calle por sí mismos en una situación que puede llegar a ser preocupante por generar angustia y frustración.
Con la coordinación de los servicios sociales municipales, varias ONG tratan de paliar esta situación llevando diariamente comida y artículos de primera necesidad hasta la puerta de estos vecinos con poca movilidad, muchos de ellos mayores aunque también convalecientes por intervenciones quirúrgicas, con discapacidad física o incluso familias monoparentales con bebés, entre otros muchos tipo de perfiles.