La actuación de los alcaldes en la emergencia que provocó la dana del pasado 29 de octubre está cada vez más en entredicho, tal y como han ido denunciado los vecinos en los plenos municipales celebrados tras la riada. Uno de los municipios más afectados por la tragedia y que registró 10 víctimas mortales en su término es Benetússer. Su Plan de Actuación Municipal frente al riesgo de inundaciones se aprobó sólo 5 meses antes (en abril) y todos los puntos de posible evacuación de la población están en zonas inundables.
El término municipal de Benetússer, uno de los encuadrados en la denominada 'zona cero' de la dana, se encuentra afectado por las cuencas del Turia, así como por la Rambla del Poyo-Pozalet-Saleta, según se establece el Plan Especial de Inundaciones de la Comunidad Valenciana.
La cuenca del Poyo-Pozalet-Saleta tiene influencia sobre la mitad sur del municipio afectado a 0,5 kilómetros del término municipal y la cuenca del Turia afecta a la mitad norte del núcleo a 0,2 kilómetros de distancia.
Riesgo alto de inundaciones
El hecho de que los cauces no pasen por el casco urbano no evita que en el plan autonómico se contemple un riesgo alto de inundaciones para el municipio.
En el pleno de municipal de hace un año la alcaldesa socialista de la localidad, Eva Sanz, daba cuenta de la elaboración del plan local frente al riesgo de inundaciones después de un año de requerimientos de Emergencias para que lo aprobaran. Finalmente salió adelante.
En aquella sesión la encargada de explicar el citado plan fue la responsable de Seguridad, María Dolores Tarín, quien detallaba que este documento es "una guía que hay que tenerla en papel, no en el ordenador. Porque si vienen emergencias y se va la luz, adiós Planes de Emergencia", decía según queda reflejado en el acta del pleno.
A Emergencias no le consta el Cecopal
"¿Cómo funcionará éste cuando haya que realizar el Plan de emergencias? Pues se realiza desde un grupo que se llama Cecopal, que es el centro de emergencias local, y la presidencia siempre la ostenta la Alcaldía". Este órgano de coordinación local de las emergencias no se llegó a activar el día 29 de octubre pese a que el Ayuntamiento tenía datos precisos sobre la activación de la Emergencia 0-Alerta Hidrológica y posteriormente la Emergencia 1 y Emergencia 2 que hubiera obligado a su constitución.
Según el informe a la juez instructora de la dana firmado por el subdirector general autonómico de Emergencias, Jorge Suárez, sólo el Ayuntamiento de Valencia y el de Algemesí cumplieron durante aquella jornada con la obligación de constituir el Centro de Coordinación Operativa Municipal (Cecopal).
La edil de Seguridad decía una frase premonitoria en el pleno de abril de 2024 cuando finalizaba su intervención asegurando que "lo único que quiero añadir es que espero que no nos llegue nunca tener que gastar los Planes. Tiene una vigencia de 5 años y, si hubiera alguna alguna regularización o algún cambio, sería la propia Consellería la que nos diría; acuérdense de esto". Y remataba afirmando que "por lo menos que la gente del pueblo sepa que estamos, de alguna manera, respaldados por un documento".
Evacuación en zonas inundables
Ese documento que debía proteger a los vecinos es, sin embargo, cuestionable en algunos temas como los referentes a los puntos de evacuación. Todos se encuentran en zonas inundables. Es el caso del Polideportivo municipal situado en la avenida Dr. Vicente Navarro Soler, 27 que es el principal punto de acogida de la población eventualmente evacuada, situación que nunca se llegó a dar el día 29.
En caso de haber dado esa orden la alcaldesa, los vecinos se hubieran encontrado en un lugar que fue arrasado por la riada y que, con el paso de los días, se convirtió en el cementerio de los coches que resultaron siniestrados durante la dana. Este polideportivo también estaba designado como helipuerto por si llega un helicóptero de la Genralitat par realizar evacuaciones.
Los otros puntos de evacuación también están en zonas inundables como es el caso del Instituto de Enseñanza Secundaria, María Carbonell en la calle de l'Esport número 1; la Escuela permanente para Adultos en la calle Cardenal Benlloch, 2; el centro de Educación Infantil y Primaria Cristóbal Colón en la calle Orba, 18; y el Centro de Educación Infantil y primaria Blasco Ibáñez situado en el pasaje Maestra Rogelia Antón sin número.
Todo ello, pese a que el plan local advierte de que en caso de evacuación los puntos de albergue "debe ser un lugar seguro respecto a las consecuencias inmediatas de la emergencia".
Por contra, no se señalan como puntos de evacuación otros que no se verían afectados por inundaciones, según el citado plan. Es el caso del centro concertado de Educación Secundaria y Bachiller nuestra Señora del Socorro en la calle Cervantes, 64 y con capacidad para 500 alumnos; o el Teatro Auditorio el Molí, con capacidad para 321 personas que tampoco está en zona inundable, al igual que el hotel Benetússer que figura sin riesgo de inundación y con 185 personas de capacidad; o incluso la Parroquia Nuestra Señora del Socorro con capacidad para albergar a 200 personas.
Enfado vecinal
La actuación de los alcaldes de las zonas afectadas en base a la información de la que disponían (que no preveía la magnitud de la riada que después llegó por el barranco del Poyo) sí que ofrece sombras durante la jornada del día 29 de octubre. Y los vecinos muestran su malestar, no sólo con el Gobierno de España, la Generalitat Valenciana y la Diputación Provincial sino con los primeros ediles.
Las principales sombras en la gestión se refieren a la falta de información a la población, el control de s (carreteras) a lugares cercanos a los puntos de posible desbordamiento o la ausencia de teléfonos satelitales de los alcaldes que impidió la comunicación tras el paso de la riada. Los planes locales contra inundaciones, no sólo de Benetússer, parecen ser, igualmente, muy mejorables.