En alguna ocasión, Cayetana Álvarez de Toledo ha afirmado que en España se mide la moderación de los políticos en base a su relación con el nacionalismo periférico. De modo que los dirigentes cercanos a las tesis nacionalistas son vistos como moderados, mientras que los críticos con el separatismo son considerados radicales. Un contexto que explica que el 'president' de la Generalitat, Salvador Illa, haya logrado cimentar una imagen de político centrista pese a adoptar medidas tan discutibles como endurecer la exclusión del castellano en una comunidad bilingüe o pactar con ERC un concierto económico de tintes poco igualitario. Y que sus fichajes en el mundo convergente se hayan interpretado como un intento de instalar al PSC en el centro del tablero.
Precisamente, Illa ha reanudado estos días su opa a la esfera de la extinta CiU. El martes pasado, sin ir más lejos, cesó al delegado de la Generalitat en Perpiñán, Christopher Person, por su rechazo a referirse al sureste de Francia con el término nacionalista 'Catalunya Nord' —una decisión que se produjo tras la presión de Junts y ERC y que reafirma la asunción por parte del Ejecutivo de Illa de las tesis del nacionalismo—. El caso es que su sustituto es Albert Piñeira, que fue alcalde de Puigcerdà entre 2011 y 2023 de la mano de CiU, primero, y Junts, después. Tras esta etapa, la cúpula neoconvergente le prometió ser número dos al Congreso por Gerona, pero al final el elegido fue el alcalde de Port de la Selva, Josep Maria Cervera. Ello originó el previsible conflicto entre Piñeira y la dirección de Junts, que el PSC ha capitalizado incorporando al primero a sus filas.
Otro fichaje reciente —pero que ha pasado más inadvertido— ha sido el del exconvergente Ferran Falcó, que ha sido nombrado coordinador de Catalunya Media City, un ambicioso hub audivisual en el Besòs que aspira a convertirse en referente del sector en el sur de Europa y que Illa ha catalogado como "proyecto de país" —denominación avalada por una inversión que asciende a los 70,8 millones de euros—. Cabe decir que antes, a principios de año, Falcó ya había sido incorporado al Govern como responsable del Consorci de esta localidad.
Un 'sottogoverno' convergente
Pese a ser un rostro poco conocido, su periplo político en Junts ha sido dilatado: fue diputado en el Parlament entre 2011 y 2015; y secretario general de la 'conselleria' de Territorio y Sostenibilidad de la Generalitat entre 2016 y 2021. Sin contar con su labor en el Ayuntamiento de Badalona, donde fue concejal entre 2003 y 2016; y primer teniente de alcalde entre 2007 y 2011. En cualquier caso, solo alcanzó cierta notoriedad tras ser imputado en 2013 por un supuesto cobro de comisiones ilegales en obras de vivienda protegida en la época de Pujol. El juez archivó la causa contra Falcó al no hallar "indicios probatorios" de su implicación, si bien la mantuvo contra tres altos cargos que trabajan para él—y que tres años después pactaron con la Justicia devolver 120.000 euros a la Generalitat—.
Por lo demás, otras incorporaciones recientes de esta formación al Ejecutivo, si bien en el terreno del 'sottogoverno', han sido Emili Alberich; como miembro del gabinete de la 'conselleria' de Interior; la abogada Mar Giné, como directora de servicios territoriales de Tarragona en Empresa —que fue candidata en la localidad en 2023 con un marca ligada al PDECat—; así como Ivet Castaño y Antonio Suárez, destinados a la misma Conselleria pero en la Cataluña Central y las Tierras del Ebro, respectivamente. Todos ellos se suman a una nómina en la que ya figuraban otros fichajes de mayor envergadura como el 'conseller' de Justicia, Ramon Espalader; o el de Interior, Miquel Sàmper —ambos procedentes del ala moderada de CiU y Junts—.
Ratwulf
18/04/2025 06:31
Siniestro Illa, separatista y Felón como Sánchez.
luzmasluz
18/04/2025 17:59
El Partido Socialista de Cataluña (PSC) ha sido siempre tanto, si no más, separatista que el más separatista... Illa está aprovechando la ocasión de que tiene de su lado al PSOE...