Hoy martes continúa la delegación de diez eurodiputados de la Comisión de Peticiones del Parlamento Europeo (PETI) en el Campo de Gibraltar (Cádiz). Después de pasar por Barbate, donde el Ayuntamiento de la localidad les trasladó la necesidad de dotar al cuerpo de la Guardia Civil una patrullera permanente y más efectivos, la visita de hoy será Algeciras. Es el segundo capítulo de este misión para evaluar las condiciones laborales de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado (FFCCSE) que combaten el narcotráfico en el Estrecho.
Se produce en un momento de fuerte presión ciudadana e institucional, tras la muerte de dos guardias civiles en febrero de 2024 durante un operativo contra narcolanchas. El objetivo común en el horizonte es claro: evitar que se repita una tragedia como esta.
El alcalde de Algeciras, José Ignacio Landaluce, ha anunciado que mantendrá un encuentro con los eurodiputados, encabezados por el presidente de la comisión, el polaco Bogdan Rzońca. En él, trasladará “la realidad que se vive en la zona”, donde considera que la lucha contra el narcotráfico debe ser una prioridad europea. “No solo se trata de nuestra seguridad, sino también de la de todos”, afirmó el alcalde, recordando que el Estrecho de Gibraltar es la puerta sur de Europa. También insistió en que las fuerzas del orden, junto con Vigilancia Aduanera, “protegen a Europa desde este flanco sur”.
Landaluce también recordó que el Ayuntamiento de Algeciras aprobó recientemente una declaración institucional para reclamar el reconocimiento de las FCSE, Vigilancia Aduanera y los funcionarios de prisiones como profesiones de riesgo, así como la tipificación de las agresiones a estos colectivos como eurodelitos. “Se están produciendo más agresiones que en 2024 en toda España, y también aquí, en el Campo de Gibraltar. Es necesario proteger a quienes nos protegen”, señaló.
Las asociaciones
La visita de los parlamentarios ha sido recibida con esperanza, pero también con escepticismo por parte de asociaciones civiles que llevan años reclamando más atención y recursos. Sara Medina, presidenta de la asociación “Nuestro Corazón por Bandera”, formada por familiares de guardias civiles, expresó su deseo de que esta misión sirva para visibilizar el abandono institucional que sufren los agentes en el Estrecho. “Después de los asesinatos de Barbate no se han puesto medios. Las narcolanchas siguen campando a sus anchas y no se toman medidas”, denunció en declaraciones a Vozpópuli.
Medina aseguró que las familias han llevado sus demandas al Congreso y al Senado, pero han sido sistemáticamente rechazadas por la mayoría parlamentaria del Gobierno. “Tenemos muchas esperanzas en esta reunión con los eurodiputados. Esperamos que Europa tome partido y que las agresiones a los agentes se consideren eurodelitos”, declaró. También cuestionó la independencia judicial y la dificultad para que las denuncias prosperen. “Nos archivan las denuncias, y se rechazan pruebas clave. No entendemos el motivo, y por eso la desesperación crece”, concluyó.
Por su parte, Francisco Mena, presidente de la Plataforma del Campo de Gibraltar, ofreció una visión más amplia del problema y unas expectativas más ‘realistas’, pues su plataforma está más que curtida en la defensa de una estrategia integral más allá de lo policial. “Después de 40 años de lucha contra el narco, está claro que con solo medidas policiales no basta. Hay que mantener el principio de autoridad, sí, pero también aplicar políticas sociales”, afirmó en conversación con este diario.
Mena denunció que el sistema judicial está colapsado en la comarca, con dilaciones constantes, lo que debilita las operaciones policiales. “Pedimos más juzgados de instrucción, más funcionarios, y la creación de juzgados especializados en narcotráfico”, reclamó. El abandono institucional ha convertido al narcotráfico en una alternativa económica para muchos jóvenes. “Donde el Estado desaparece, el narco te da el bienestar. Hemos perdido dos generaciones, no podemos perder una tercera”, advirtió.
La plataforma que lidera también reclama que Cádiz sea declarada zona de especial singularidad, como ya se hizo en su día con Euskadi y Navarra durante la lucha contra ETA. “Los agentes aquí asumen más riesgo, más carga de trabajo y se juegan la vida más que en otros lugares. De hecho, Algeciras es uno de los destinos menos deseados por los Policías Nacionales, tanto aspirantes como los consolidados, algo que denuncia el sindicato Jupol. La situación es tal que las plazas nos se cubren, hay servicios al límite y sobrecarga.
Mena compartió con los europarlamentarios un documento con propuestas, entre ellas reforzar la investigación patrimonial. “Los chavales de la playa son peones. Si sigues el dinero del narco, llegas a sitios donde no quieres llegar. Pero es ahí donde hay que actuar”, insistió. En esto del activismo local, Francisco sabe que este trabajo no es algo de un día o dos, de hecho lamentó que propuestas antiguas, como vallar el río Guadarranque —convertido durante años en base logística del narco—, tardaran una década en ser atendidas durante el gobierno de Mariano Rajoy.
El dirigente social concluyó su intervención con un mensaje claro: “El Campo de Gibraltar ‘está lejos’ de Madrid, de Bruselas y aunque no lo parezca, de Sevilla también. Pero es la primera barrera de Europa frente al tráfico de drogas. Si nos ayudan, todos saldrán ganando”. Ahora solo queda por ver si Europa recoge el guante.