El Winston europeo se fabricará en Canarias

El pacto de estabilidad institucional en Canarias entre CC y PP llega al ecuador del mandato y sigue consolidando su papel para captar inversiones foráneas. Este enclave es estratégico para la industria del tabaco en Europa por su fiscalidad y el consumo interno de sus cerca de 18 millones de turistas. A pesar de las crecientes restricciones estatales para reducir el consumo, el Archipiélago se refuerza como plataforma de exportación y uno de los principales polos de producción y distribución del sector. Aquí, el tabaco no solo es un producto altamente demandado por el turismo, sino también una palanca económica con gran arraigo histórico e industrial.

Esta primavera, la portavoz de Coalición Canaria en el Congreso, Cristina Valido, alcanzó un acuerdo con el Ministerio de Industria y Turismo para que el Gobierno de España reconozca las especificidades del Archipiélago en el marco del proyecto de etiquetado genérico del tabaco. El pacto establece la necesidad de analizar esta medida en profundidad y evaluar su impacto real en el tejido industrial, económico y social canario, atendiendo también a criterios de salud pública y experiencias internacionales.

Entre las grandes multinacionales que apuestan por las islas destaca Japan Tobacco International (JTI), que ha incrementado la producción de su marca Winston en la planta de Santa Cruz de Tenerife. Parte de esta fabricación se ha desplazado desde Polonia, donde la compañía centra ahora su actividad en productos de tabaco calentado como Ploom X. La fábrica tinerfeña, el mayor centro de producción de tabaco de España, ha recibido más de 85 millones de euros en inversiones en los últimos años, 30 de ellos solo en el último bienio, destinados a mejoras tecnológicas, de ingeniería e infraestructuras. El centro emplea actualmente a unos 300 trabajadores y produce más de 3.000 millones de cigarrillos y 700 millones de cigarritos al año, de los cuales el 60% se exporta a mercados europeos.

A este impulso se suma la iniciativa del grupo empresarial Tobacco Revolutions, de capital cien por cien canario, que ha invertido en 2025 un total de 2 millones de euros para lanzar una nueva gama de cigarrillos únicos en las islas. El objetivo es reforzar su posición dentro del tejido tabaquero regional. La compañía produce cigarros o puros, cigarrillos y picadura de liar, al tiempo que importa y distribuye en el mercado regional una amplia variedad de marcas y productos alternativos al cigarrillo tradicional: tabaco calentado, formatos sin combustión y cigarrillos electrónicos. Estas actividades le generan un volumen de negocio anual de 34 millones de euros, de los que el 90% (unos 32 millones) procede de su rama productiva, que da empleo directo a 60 personas en Canarias. En total, se estima que sus operaciones sostienen más de 500 empleos entre puestos directos e indirectos.

En Gran Canaria, el sector también muestra signos de fortaleza. La histórica tabaquera Dos Santos, socia de Philip Morris, ha invertido 11,8 millones de euros desde 2018 para levantar una nueva planta industrial equipada con maquinaria de última generación. Actualmente, la instalación tiene capacidad para producir más de 1.250 millones de cigarrillos anuales, además de 900.000 puros hechos a mano y 8,5 millones de puros mecanizados.

Por su parte, la luxemburguesa Landewyck instaló en 2016 su primera fábrica en España en el polígono industrial de Arinaga (Agüimes), con una capacidad de producción de 190 millones de cigarrillos anuales. Su objetivo: abastecer tanto al mercado turístico local como abrir rutas de exportación hacia el continente africano. Según la Asociación Canaria de Industriales Tabaqueros (ACIT), la industria del tabaco representa ya el 14% del PIB industrial del Archipiélago y sostiene más de 4.500 empleos directos e inducidos en sectores afines como el transporte, las artes gráficas o la industria química. Este auge coincide con la Estrategia de Desarrollo Industrial de Canarias 2022-2027, impulsada por la Consejería de Turismo, Industria y Comercio, que persigue aumentar en un 25% el peso del sector industrial en el PIB regional. Dentro de esa estrategia, el tabaco vuelve a desempeñar un papel clave no solo por su impacto económico, sino como símbolo de soberanía industrial frente a un mercado cada vez más regulado.

• Tags
• Tabaco
• Islas Canarias