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Santiago García-Jalón de la Lama: “Nuestra oferta académica se mueve en el equilibrio entre identidad y rentabilidad"

El rector de la Universidad Pontificia de Salamanca repasa los planes de la institución, que incluyen dos nuevas titulaciones para el curso 2025-2026

  • El Rector de la UPSA, Santiago García-Jalón de la Lama .

Es una de las universidades con mayor tradición de España, pero con 85 años de historia, la Universidad Pontificia de Salamanca ha sabido avanzar por la compleja senda de la educación superior actual con paso firme gracias a una clara apuesta por la innovación, la empleabilidad, la calidad formativa y una permanente actualización de sus programas académicos. Hemos hablado con su rector, Santiago García-Jalón de la Lama.

 

Pregunta: La UPSA ha sido reconocida recientemente por Forbes o la Fundación CYD como una de las mejores universidades de España. ¿Qué elementos considera clave para mantener altos los estándares académicos?

 

Respuesta: El elemento fundamental es el compromiso con la Universidad que tiene toda la plantilla, tanto los profesores como el personal técnico de istración, gestión y servicios. Es lo que hace que verdaderamente nuestro equipo se entregue a su trabajo y ofrezca siempre su mejor versión. Ese compromiso tiene un reflejo directo en la calidad de la formación y supone un estímulo adicional de lo privado frente a lo público.

 

Santiago García-Jalón de la Lama durante su visita a la redacción de Vozpópuli. 

P: Uno de los aspectos más valorados por los estudiantes universitarios actuales es la cercanía. ¿De qué forma se promueve esa relación personalizada entre la institución y el alumnado?

 

R: Un punto de partida importante es que nuestros grupos de alumnos son reducidos, los más numerosos son de 70-80 estudiantes. En España se ha optado por un modelo de macrouniversidades que no facilita ese nivel de o que las universidades más pequeñas sí tenemos la oportunidad de ofrecer. Al evitar la masificación, favorecemos que exista un conocimiento muy directo y personal de los alumnos por parte de los profesores y viceversa. Esta cercanía nos permite ayudar a los estudiantes a obtener el mejor rendimiento académico posible en cada caso, impulsando a los más capaces a obtener la excelencia y lanzando alertas de rectificación cuando se detecta que algún estudiante no está manteniendo el ritmo debido.

 

Al evitar la masificación, favorecemos que exista un conocimiento muy directo y personal de los alumnos por parte de los profesores y viceversa

 

P: De cara al próximo curso la UPSA ha anunciado dos nuevas titulaciones: el Grado en Historia y el Máster Universitario en a la Abogacía y la Procura, ambos en modalidad online. ¿Qué criterios siguen a la hora de ampliar su oferta académica?

 

R: Nos movemos siempre en un complejo equilibrio en el que procuramos, por una parte, desarrollar programas que respondan a la esencia y filosofía de la Universidad, que es una universidad pontificia y, por tanto, católica. Y por otra, asegurar el futuro de la institución con una oferta académica lo suficientemente atractiva y ligada a la realidad social y empresarial del momento que garantice los ingresos que necesita la Universidad para su supervivencia.

 

P: ¿De qué forma conviven su oferta académica las modalidades presencial, semipresencial y online?

 

R: Lo hacen en armonía y sin dificultad. Nosotros somos una universidad eminentemente presencial, pero hay determinadas titulaciones, como Historia o Filosofía, que se imparten también de forma virtual porque están dirigidas a un target muy específico que no responde al del joven recién salido del bachillerato con 18 años. Muchos de nuestros estudiantes de estas titulaciones son personas con una vida profesional ya consolidada que se acercan a estas disciplinas porque siempre les han interesado, pero nunca había tenido la oportunidad de estudiarlas de forma sistemática. Nosotros les brindamos esa posibilidad, y fruto de ello tenemos muchos estudiantes de este perfil procedentes de todos los rincones de España y también de Latinoamérica.

El rector de la UPSA habló de los desafíos que afronta la institución.  

P: La falta de adaptación al mercado laboral es una vieja asignatura pendiente que se le suele achacar a los estudios universitarios. En su caso, ¿qué tasa de inserción laboral tienen hoy por hoy los estudiantes de la UPSA? ¿Qué papel juega la empleabilidad en el diseño de sus programas?

 

R: Nosotros tenemos unos índices de empleabilidad muy altos: alrededor del 95% de nuestros estudiantes están trabajando antes de tres años después de terminar sus estudios, algo a lo que sin duda ha contribuido nuestra preocupación por actualizar permanentemente las titulaciones. Las universidades, y en particular, la nuestra, somos cada vez más ágiles a la hora de examinar los planes de estudios para revisarlos, modificarlos y actualizarlos de acuerdo a las demandas sociales y del mercado de trabajo.

 

Tenemos unos índices de empleabilidad muy altos: alrededor del 95% de nuestros estudiantes están trabajando antes de tres años después de terminar sus estudios

 

P: La colaboración activa con el mundo empresarial es otra vía de acercar los estudios superiores a la realidad del mercado laboral. ¿Tiene la UPSA vínculos activos con empresas u organismos que colaboren en la formación práctica de los estudiantes?

 

R: Los os entre la Universidad y la empresa son constantes, bidireccionales y muy activos. Al margen de las prácticas obligatorias que realizan los alumnos como parte de sus programas de estudio, organizamos numerosas actividades con el mundo empresarial. Por ejemplo, en la facultad de Informática todos los viernes por la mañana hay encuentros con empresarios que tienen una doble intención. Por un lado, los empresarios imparten seminarios para que los estudiantes conozcan los requerimientos del mercado laboral; y, por otro, nos trasladan consultas a la Universidad sobre dificultades que pueden encontrar en sus empresas. También contamos con colaboraciones mediante cátedras, que financian determinados estudios, y a través de otro tipo de iniciativas.

 

Imagen del patio barroco de la Universidad Pontificia de Salamanca.

P: Garantizar el universal a una formación de calidad es otra máxima de la educación actual. ¿Cómo es su programa de becas y cuáles son los objetivos del mismo?

 

R: Habría que comenzar haciendo la distinción entre universidades privadas concebidas como negocio, cosa, por otra parte, perfectamente legítima, y una universidad que, como la nuestra, no tiene ánimo de lucro y reinvierte todos los beneficios que obtiene en la propia Universidad. En nuestro caso, lo que paga el estudiante no llega al 80% del coste de esa matrícula. Mediante diferentes mecanismos, le financiamos al alumno el 20% de lo que consume. Además, los estudiantes que cumplan los requisitos pueden acogerse al Sistema Nacional de Becas, y en la propia Universidad también contamos con programas específicos de becas, colaboraciones y sistemas internos de ayudas, como la ayuda «Lo tengo claro».

 

P: ¿Cuáles son, en su opinión, los grandes desafíos que afrontan las universidades españolas en estos momentos y cómo los afronta la UPSA?

 

R: En mi opinión, la clave está en mantener un adecuado equilibrio entre docencia e investigación. En estos momentos se está insistiendo mucho en desarrollar la investigación, y es lógico que así sea porque hay un déficit en ese sentido. Pero es muy importante que esto se haga manteniendo altos los niveles de exigencia en la docencia. En la UPSA hemos diseñado un plan muy ambicioso de estímulos a la docencia para alentar a los profesores a que sigan pidiendo y aumenten las peticiones de proyectos de investigación competitivos, tanto nacionales como europeos.

 

 

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