Opinión

Extranjeros en tu país

Tenemos una lengua que todos entendemos

  • Babel en Barcelona

Un marco majestuoso, idílico: El Palacio real de Pedralbes de Barcelona. Reunidos los máximos dirigentes de este país para sólo hacerse una foto conjunta con el rey. Desgraciadamente sólo fue eso: Un encuentro del más alto nivel con nulas decisiones. No ha servido para nada excepto para evidenciar nuevamente cómo se puede sentir extranjero en su propio país en función de la lengua que decidas utilizar. Allí se vieron las tensiones entre dirigentes del Psoe, las fortalezas territoriales del PP, las discrepancias banales entre todos. En Estados Unidos, donde se inocula el patriotismo desde la cuna, jamás ocurriría semejante espectáculo.

Somos líderes en generar problemas donde no los hay, pero sobre todo en no valorar las virtudes y la potencia de nuestro país. Resulta de una riqueza extraordinaria escucharnos hablar gallego, euskera, catalán, castellano desde el máximo respeto. Nos ampara la Constitución en el reconocimiento de estas lenguas oficiales. Si el debate va a ser siempre el coste elevado de su implementación (los pinganillos, traductores, infraestructura) cuando tenemos una lengua con la que todos nos entendemos, vamos a estar siempre en lo mismo, y en propiciar que haya ciudadanos que no se sientan representados en su propio país. La lengua que hablas en casa es un patrimonio que nadie nos puede ni debe robar ni debe hacernos sentir incómodos por hablarla. Desde el respeto y la tolerancia, aquellas comunidades autónomas que sólo utilizan el castellano deben respetar al resto de comunidades que tienen otra lengua junto con el castellano.

Un país en el que resulta cada vez más difícil encontrar una vivienda digna y en el que siguen llegando y perdiendo la vida miles de personas que vienen de África en busca de un futuro mejor,

¿Por qué tengo yo que pelearme con mis primos sorianos cuando hablo con mis hijos en catalán? ¿Por qué tengo que sentirme extranjera en Madrid, donde viví muchos años, cuando hablo con mis amigos, con mi familia en catalán? ¿Por qué la política hace de la lengua un problema que no lo tiene la ciudadanía?  No luchemos por la lengua en la que hablemos, luchemos por el respeto entre todos, porque las lenguas no son sólo de los nacionalistas. Un territorio repleto de belleza histórica, patrimonial, una cultura culinaria de envidia para todos los que nos visitan, unos paisajes de ensueño, una mezcla de norte a sur bañada por el buen clima que hace que nuestro país sea más valorado por los que nos visitan que por los que vivimos aquí. Un país en el que resulta cada vez más difícil encontrar una vivienda digna y en el que siguen llegando y perdiendo la vida miles de personas que vienen de África en busca de un futuro mejor, abandonadas por Europa a su suerte, en las costas canarias. De eso, de lo importante de la vivienda o del reto de atender a los que llegan sin recursos a nuestro país no se acordó nada.  

Hablemos de lo importante

Cuando los líderes de este país se sientan en torno a una mesa, en la Conferencia de presidentes, y el principal problema es la lengua, es que no se va a avanzar avanzar nada. Ni siquiera en el caso de que se convoquen nuevas elecciones. Somos ricos, la Constitución reconoce el castellano como lengua oficial y el resto de las cooficiales, no entiendo por qué los catalanes, vascos o gallegos tienen que sentirse extranjeros en su país y también en su tierra donde los independentistas –en el caso de Cataluña y País Vasco-  se han querido adueñar de una lengua que es de todos. Ni todos los independentistas hablan catalán, ni todos los que hablan catalán son independentistas. El PP que también tienen votantes que hablan catalán, recuerden los independentistas que el catalán no es de su propiedad. Ser de pueblo es no cambiar de idioma cuando el otro interlocutor no te entiende, ser de pueblo es no reconocer las riquezas de este gran país. Hablemos de lo importante, lo importante son los temas de debate no la lengua que utilicemos.

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