En un momento donde la autenticidad y la emoción se han convertido en el alma del vino, Bodegas Cepa 21 vuelve a brillar con luz propia gracias a su nueva añada. Una cosecha que no solo reafirma el carácter único del proyecto liderado por José Moro, sino que también representa el perfecto equilibrio entre la tierra, la historia y una visión valiente hacia el futuro.
Fundada en 2007, pero gestada desde mucho antes en el corazón del propio José Moro, Cepa 21 se erige hoy como uno de los pilares de la revolución vinícola en la Ribera del Duero. Su nueva añada es mucho más que un vino: es el testimonio líquido de una filosofía profundamente humana, arraigada al terreno, a la tradición y a la capacidad de mirar hacia adelante sin perder la esencia.
¿Quién es José Moro y por qué es una figura clave en el vino español?
Hablar de Cepa 21 es hablar de José Moro, un nombre que ya se ha convertido en sinónimo de excelencia enológica. Hijo y nieto de viticultores, José es la tercera generación de una saga familiar dedicada al vino. Pero él ha ido más allá: ha sido pionero, visionario y, ante todo, un apasionado del terruño.
José Moro no solo ha liderado el proyecto Cepa 21, sino que ha sabido integrar su historia personal con una visión audaz. No es casualidad que haya sido el primer bodeguero incluido en la lista Forbes España de los 100 empresarios más innovadores, ni que su figura haya sido reconocida internacionalmente con galardones como el Premio Ponce de León al Ejecutivo del Año o la Medalla de Oro Europea al Mérito en el Trabajo.
Su liderazgo es emocional y pragmático. Sabe que sin pasión no hay vino, y que sin conocimiento no hay evolución. Por eso, en Cepa 21, cada botella es también una parte de él: de su niñez entre cepas, de sus enseñanzas familiares, de su apuesta por combinar el alma castellana con las tecnologías del siglo XXI.
¿Cómo es la nueva añada de Cepa 21?
La nueva añada que presenta Bodegas Cepa 21 recoge la esencia de una tierra única y de una uva excepcional: la tempranillo, en su versión más pura y expresiva, la tinta fina. Esta variedad, que José Moro define como “la reina de las uvas”, es capaz de adaptarse con elegancia a las distintas altitudes y tipos de suelo de la Ribera del Duero, y ofrecer desde vinos frescos y vibrantes hasta crianzas complejas y longevas.
La cosecha de este año ha sido especialmente cuidada, con un seguimiento climático meticuloso y decisiones técnicas tomadas gracias a un sistema pionero de inteligencia artificial, fruto de un proyecto de colaboración con IBM, Efor y la Universidad Europea. La nueva añada refleja ese equilibrio perfecto entre ciencia y tradición, entre datos y sensaciones, que tan bien caracteriza a Cepa 21.
En cata, esta nueva añada se presenta con una estructura precisa, una fruta madura muy limpia, taninos amables y una acidez refrescante que le augura una larga vida. Aromáticamente, sobresalen notas de fruta negra, flores, especias y un fondo mineral que remite directamente al terroir.
¿Qué vinos componen la gama de Cepa 21?
La nueva imagen y presentación de Cepa 21 también acompañan a esta nueva etapa. Las etiquetas han sido rediseñadas con un aire más personal, reflejando escenas íntimas de la infancia y juventud de José Moro, conectando al consumidor con la historia real detrás de cada botella.
La gama se compone de cinco referencias que representan distintos matices de la misma esencia:
- Hito Rosado: joven, fresco, con aromas intensos de frutas del bosque. El alma más ligera de la bodega.
- Hito: un tinto vibrante con crianza, fruto de viñas jóvenes y con una personalidad envolvente.
- Cepa 21: el emblema, el corazón del proyecto, un vino complejo, elegante y frutal, que refleja el carácter de la finca.
- Malabrigo: el “niño bonito” de José Moro, estructurado, sofisticado y con un final que deja huella.
- Horcajo: el más exclusivo, un vino de autor elaborado con uvas de una sola parcela de calidad extraordinaria.
¿Qué papel juega la tecnología en los vinos de Cepa 21?
La visión de José Moro no solo se apoya en el legado familiar, sino también en la constante innovación. En 2019, la bodega se convirtió en un referente internacional al implementar un modelo de digitalización avanzada con análisis de datos históricos y meteorológicos, aplicados a la viticultura de precisión.
Este sistema permite una toma de decisiones más eficiente, basada en modelos predictivos, que reducen la intervención innecesaria y mejoran la calidad del fruto. Gracias a esto, Cepa 21 no solo optimiza cada vendimia, sino que mejora su sostenibilidad y reafirma su compromiso con el medioambiente.
También destaca el proyecto de creación de un modelo 3D del viñedo, que permite visualizar y simular las técnicas ideales para cada parcela, una herramienta revolucionaria que sitúa a Cepa 21 en la vanguardia mundial de la viticultura.
¿Qué se puede vivir en las experiencias de enoturismo de Cepa 21?
Para quienes deseen vivir el vino más allá de la copa, Cepa 21 ofrece experiencias únicas en plena Ribera del Duero. El visitante no solo cata, sino que vive y comprende el alma de la bodega.
Desde recorridos guiados con catas personalizadas hasta paseos en bicicleta entre viñedos, los programas enoturísticos están pensados para todo tipo de público: desde expertos hasta curiosos, familias o amantes del vino en busca de momentos memorables.
Las propuestas más destacadas son:
- Experiencia Raíces: incluye visita a las instalaciones y cata de Hito, Cepa 21 y Malabrigo.
- Experiencia Tinto Fino: recorrido completo por la bodega y cata de toda la gama.
- Wine&Bike: ruta entre viñedos con tapas y cata.
- Taller de vendimia: ideal para familias, recrea el proceso tradicional de pisado de la uva.
El broche lo pone el Restaurante Cepa 21, dirigido por el chef Alberto Soto y distinguido con 1 Sol Repsol, que ofrece una cocina de autor basada en la tradición castellana con un enfoque contemporáneo, maridada, por supuesto, con los vinos de la casa.
¿Por qué Cepa 21 representa el futuro del vino en la Ribera del Duero?
Bodegas Cepa 21 no es solo una bodega más en una región privilegiada. Es un modelo de viticultura moderna que ha sabido tomar lo mejor del pasado —la tierra, el saber popular, la pasión— y unirlo con lo mejor del presente: ciencia, diseño, experiencia de marca y sostenibilidad.
La nueva añada es una declaración de principios, una reafirmación de que hacer vino puede ser un acto de arte, de amor y de compromiso. Es un brindis por quienes creen que el vino no es solo un producto, sino una historia viva.
José Moro lo resume mejor que nadie: “El vino es emoción. Si no emociona, no sirve. Y para emocionar, hay que vivirlo, soñarlo y compartirlo”.
Y eso es justamente lo que hace Cepa 21. Cada botella es una invitación a emocionarse.