La guerra interna dentro de ERC rebrota en Barcelona. El próximo sábado, se renueva la dirección de los republicanos en la Ciudad Condal a través de unas elecciones primarias en la que se enfrenta el sector afín al presidente del partido, Oriol Junqueras, encabezado por Eva Baró; y la candidatura crítica, liderada por Creu Camacho —y que aglutina a las dos principales corrientes críticas de la formación: Nova Esquerra Nacional y Foc Nou—. Sin embargo, pese a la nítida victoria que obtuvo Junqueras en los comicios de la Asamblea Nacional del partido, la batalla se presenta más reñida en esta ocasión. Y es que, mientras que la plataforma de Baró ha logrado reunir 302 avales válidos, la de Camacho no le ha andado a la zaga y ha recabado una cifra similar: 263.
Dichos avales, además de evidenciar el músculo del sector crítico, auguran unos resultados reñidos. Recordemos que en las últimas elecciones de la federación barcelonesa, la candidatura oficialista liderada también por Baró logró imponerse por un margen muy estrecho: 23 votos. Y el número de avales que presentaron ambos postulantes —la otra aspirante era a la sazón Patrícia Gomà— en los días previos fueron muy semejantes a los actuales. Esto es, 309 los 'junqueristas' y 267, los críticos. Por lo demás, los críticos cifran sus esperanzas en el 'voto oculto', que pronostican abultado a tenor de la guerra interna tuvo lugar en las primarias "nacionales".
Recordemos que la existencia de una estructura paralela en el seno de los republicanos dedicada a la guerra sucia, así como el descontento con el "autoritarismo" de Junqueras, abrió una factura entre los afines al actual líder de ERC y los partidarios de renovar los rostros en la cúpula del partido —en sintonía con las tesis defendidas por la dimisionaria y antigua mano derecha de Junqueras, Marta Rovira—.