Cultura

La Cueva del Tesoro, en Málaga, alberga las huellas humanas más antiguas del Mediterráneo

Los nuevos hallazgos en las galerías turísticas de la Cueva del Tesoro incluyen signos realizados con los dedos, grabados realizados con instrumentos líticos

  • Un aspecto de la Cueva del Tesoro, en Rincón de la Victoria (Málaga).

La Cueva del Tesoro de Rincón de la Victoria (Málaga) cuenta con las huellas humanas más antiguas de todo el Mediterráneo, unas manos impresas en las paredes de las cavidades, hoy rocosas, datadas entre 70.000 y 35.000 años. De las 44 cavidades naturales que se han documentado en el gran acantilado calizo de El Cantal, once estuvieron habitadas durante el Paleolítico.

El investigador Pedro Cantalejo y el alcalde de Rincón de la Victoria, Francisco Salado, han anunciado este jueves el descubrimiento de "impresiones sobre la roca en nueve lugares diferentes de la Cueva del Tesoro", que están "consideradas, por el momento, como las huellas más antiguas del Mediterráneo", ha señalado el regidor.

En el municipio de Rincón de la Victoria, situado en la comarca de la Axarquía, se han documentado 44 cavidades naturales en El Cantal, y once estuvieron habitadas durante el Paleolítico, lo que "convirtió la bahía de Málaga en uno de los territorios privilegiados durante esa gran crisis poblacional", ha señalado. Desde el pasado octubre se lleva a cabo una revisión científica en las cuevas del Tesoro y de la Victoria que ha confirmado una dilatada ocupación humana de más de 40.000 años en los niveles arqueológicos situados bajo los pozos de entrada a las cavidades y la realización de, al menos ocho incursiones de exploración a las zonas profundas.

En estas incursiones, los exploradores de estas cuevas dejaron marcas indelebles a través una serie de acciones deliberadas que están siendo analizadas por un equipo de investigadores. Cantalejo ha valorado el hecho de que en la Cueva del Tesoro "se hayan conservado huellas humanas de manos impresas en las paredes, hoy totalmente rocosas" en una etapa "entre 70.000 y 35.000 años antes del presente".

"Algunas de estas acciones forman parte del repertorio clásico del arte rupestre paleolítico, otras, sin embargo, se realizaron sin intención artística, sino con un sentido de ratificar la presencia humana en estos lugares tan alejados de la superficie", ha indicado. Para ello, "usaron directamente las manos y los dedos, realizando gestos sobre superficies rocosas y cristalinas que por culpa de la gran humedad y baja temperatura, estaban mucho más blandas que en la actualidad", ha explicado.

Los trabajos científicos continuarán hasta final de año, tanto el estudio de las acciones realizadas sobre las paredes como en las intervenciones arqueológicas que se estaban desarrollando en los sedimentos intactos de la Cueva de la Victoria. La Delegación Territorial de Cultura de la Junta de Andalucía autorizó el pasado septiembre las nuevas actividades arqueológicas y estudio de arte rupestre en las dos grandes cavidades naturales de Rincón de la Victoria.

Los estudios en la Cueva de la Victoria se retomaron en 2022, como consecuencia de la apertura al público de este yacimiento arqueológico y rupestre, pero los estudios en la Cueva del Tesoro no se pudieron incorporar al proyecto inicial hasta su adquisición como monumento público por parte del Ayuntamiento. Las investigaciones se iniciaron en octubre del pasado año y desde entonces, el equipo de investigación ha realizado avances en el conocimiento científico de ambos yacimientos paleolíticos.

Los nuevos hallazgos en las galerías turísticas de la Cueva del Tesoro incluyen signos realizados con los dedos, grabados realizados con instrumentos líticos, marcas rojas y trazos negros, a los que he suman las impresiones de manos y dedos sobre nueve paredes que durante una parte del Paleolítico estuvieron blandas.

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