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La crisis climática amenaza los derechos fundamentales de la infancia

El V Congreso Mundial de Justicia con la Niñez se está celebrando en Madrid con la presencia de expertos de todo el mundo

  • Los fenómenos climáticos extremos son cada vez más frecuentes.

El cambio climático no solo es una crisis ambiental, es también una crisis de derechos humanos, especialmente para la infancia. Ha sido una de las conclusiones de la sesión plenaria que, con el tema de Justicia climática y derechos de la infancia, se ha celebrado en el marco del V Congreso Mundial de Justicia con la Niñez, celebrado estos días en la sede de la Universidad Pontificia de Comillas, en Madrid, un congreso que cuenta con el respaldo de instituciones como la ONU, la UNESCO, UNICEF o la UE, entre otras.

En su intervención, Gonzalo Sáenz de Miera, director de Cambio Climático y Alianzas de Iberdrola, alertó sobre el hecho de que los efectos del cambio climático ya se están empezando a apreciar claramente en todas las partes del mundo en forma de unos fenómenos como inundaciones, sequías o incendios cada vez ás extremos y frecuentes. “La ciencia nos dice que el cambio climático se gravará en el futuro, y sabemos que actuará como un potenciador de conflictos como, por ejemplo, revueltas sociales o migraciones motivados por sequías”. Unos problemas que, añadió, “como siempre, los sufrirán especialmente los más vulnerables, entre ellos,  los niños y los jóvenes”.

“El cambio climático ya está mostrando sus efectos y está acelerando. Gonzalo Sáenz de Miera (Iberdrola)

Sáenz de Miera se refirió a las que, en su opinión, son las tres grandes injusticias que trae consigo el cambio climático. “Hay una injusticia integeneracional, dado que las generaciones actuales somos las que hemos causado el problema y deberíamos ser las que estuviéramos tomando medidas efectivas, pero serán las venideras las que lo sufran”. También, señaló, “hay injusticia entre los países más y menos emisores de CO2”.  Finalmente, “hay también injusticia social y económica, dado que los más vulnerables, que son los que menos contribuyen problema, serán los más afectados porque tienen menor capacidad de adaptación y viven en los lugares donde el cambio climático va a tener los peores efectos”.

Los participantes de la mesa sobre Justicia climática y derechos de la infancia.

Papel empresarial 

¿Qué pueden hacer las empresas frente a estas situaciones? “Tenemos que reaccionar y tener responsabilidad social”, zanjó este experto. En el caso de Iberdrola, esta responsabilidad se está materialzando en distintas estrategias. “En primer lugar, hay que acelerar la acción climática. Llevamos más de 20 años invirtiendo para sustituir a los  combustibles fósiles, que son los que causan el problema, por energías limpias y renovables; con ello contribuimos a reducir los efectos del cambio climático, sobre todo, a los más vulnerables, a los niños y a los jóvenes”.

Una segunda línea de acción llega a través de la sensibilización social. “Trabajamos acticamente para explicar y concienciar sobre la importancia de estas cuestiones a las istraciones, a otras empresas y a la sociedad en general, para que la gente tome conciencia de esta situación y se acelere la acción climática”. 

El tercer eje llega por la vía de la colaboración con otros actores para mejorar la situación de jóvenes en situación de vulnerabilidad. Y es que, afirmó el ponente,  “se trata de un problema muy complejo que requiere la colaboración de todos y en el que las acciones individuales no son suficientes. Necesitamos la colaboración de, istraciones, empresas, ONG y ciudadanos para cambiar la sociedad hacia un sistema más sostenible y más justo”.

Necesitamos la colaboración de, istraciones, empresas, ONG y ciudadanos para cambiar la sociedad hacia un sistema más sostenible y más justo. Gonzalo Sáenz de Miera (Iberdrola)

El experto hizo referencia a algunas de las sinergias que ha establecido Iberdrola en este campo. “Desde hace 4 años estamos trabajando en una alianza estratégica con UNICEF y diferentes organizaciones, para aprovechar las oportunidades de formación y empleo que supone la transición energética para jóvenes en situación de vulnerabilidad en España, Brasil, Somalia”, señaló. Por medio de estos programas, “se identifican los perfiles más demandados (RES, redes, bombas de calor, movilidad eléctrica, etc. ), se forma a estos jóvenes y se les ofrecen prácticas y empleo, ya sea Iberdrola o en nuestros suministradores”, explicó el director of Cambio Climático y Alianzas del grupo energético.  

Gonzálo Sáenz de Miera se refirió a este trabajo conjunto, “codo con codo y poniendo en valor el conocimiento, la experiencia, los recursos y las fortalezas de cada uno”, como un ejemplo de  “alianza multiactor verdaderamente transformadora que está contribuyendo a que miles de jóvenes que sufren una situación de alta vulnerabilidad mejoren su integración social y laboral con empleos de calidad y de enorme futuro”.

Para terminar su intervención, este experto hizo un llamamiento a los jóvenes para que “sean más proactivos y exijan acción a los gobiernos, porque ellos no son los responsables de la crisis climática, pero van a ser quienes más van a sufrir sus consecuencias". Con su activismo, remarcó, "influirán en las decisiones de los gobiernos y de las empresas para avanzar hacia un sistema energético más justo y mas sostenible”. 

Un instante del debate. 

Un debate multilateral

En el debate, que fue moderado por  Leo Ratledge, Co-Director at Child Rights International Network - CRIN, intervinieron otros especialistas de diversos ámbitos. 

Elisa Morgera, relatora especial de la ONU sobre Cambio Climático y Derechos Humanos, recordó que 2024 fue el año más caluroso desde que hay registros, un año en el que “miles de menores han perdido sus casas, han visto sus escuelas cerradas y viven en condiciones de inseguridad y vulnerabilidad”. Y añadió: “En un mundo cada vez más afectado por fenómenos extremos”, dijo, “los niños no pueden seguir siendo los grandes olvidados de las políticas climáticas”. 

Lara Lázaro, investigadora del Real Instituto Elcano, puso el acento en el hecho de que la juventud está cada vez más presente en las negociaciones climáticas internacionales, y se refirió a los niños y jóvenes como "víctimas y al mismo tiempo agentes transformadores en la lucha contra el cambio climático".

Por su parte, desde el Consejo de Europa, Elda Moreno subrayó que el enfoque de justicia amigable con la infancia debe ser transversal a todas las políticas. En esta línea, destacó la adopción reciente de cinco objetivos climáticos en cuya definición participaron activamente niños y adolescentes: Integrar los derechos humanos en ls estrategias, instrumentos y normativas climáticas; fortalecer el buen gobierno en los asuntos climáticos; proporcionar apoyo y protección los defensores de los derechos humanos y ambientales; prevenir y perseguir crímenes contra el medioambiente, y proteger los ecosistemas y la biodiversidad. 

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